
Candidatos y padres reciben información en la Jornada de Elección organizada por el periódico Tuoi Tre en Ciudad Ho Chi Minh - Foto: QUANG DINH
Según el boletín del mercado laboral del segundo trimestre de 2025 del Ministerio del Interior , en dicho trimestre el número de desempleados aumentó a 1,06 millones de personas, 25.000 más que en el trimestre anterior y unas 13.300 más que en el mismo período de 2024.
Cabe destacar que la tasa de desempleo juvenil también aumentó un 0,26%, a pesar de que las empresas incrementaron la contratación.
Esta paradoja plantea muchas cuestiones, entre ellas la elección de carrera entre los jóvenes de hoy en día.
Elegir una escuela "prestigiosa", ignorando las fortalezas y pasiones.
Según las observaciones, a la hora de elegir una carrera, algunos estudiantes y padres actualmente dan demasiada importancia a los ingresos, pensando que solo vale la pena estudiar carreras que los hagan ricos, por lo que se apresuran a elegir carreras que se consideran "de moda" en el mercado laboral, lo que lleva a que la demanda supere la oferta.
La influencia de la cultura asiática también provoca que algunos padres y estudiantes tengan prejuicios de género a la hora de elegir una carrera. Muchos jóvenes han renunciado a su sueño de estudiar por temor a la presión de género durante sus estudios, así como al proceso de encontrar trabajo posteriormente.
Los psicólogos del desarrollo y los neurocientíficos afirman que la competencia ocupacional no se basa en el género, sino que está orientada socialmente.
Otro prejuicio es la tendencia a elegir universidades prestigiosas, en lugar de una carrera que se ajuste a las aptitudes y pasiones de cada uno. Muchos jóvenes eligen carreras que no les interesan solo porque quieren entrar en una universidad de élite.
Utilizar el nombre de la escuela como medida de éxito es un error de concepto en lo que respecta a la imagen de marca en la educación superior. Esto se debe a la psicología de la fama y al impacto mediático de las clasificaciones de las instituciones de educación superior.
Del mismo modo, debido al énfasis en la "fama", muchos padres y estudiantes ignoran las carreras con bajas calificaciones, aunque la capacidad del estudiante sea adecuada para esa carrera.
Además, la idea conservadora de que los padres saben más que sus hijos, la falta de fe en la generación más joven y el temor a que se pierdan las tradiciones familiares han llevado a muchos padres a obligar a sus hijos a seguir los pasos de la familia. Como resultado, muchos estudiantes abandonan los estudios porque no les interesa su área de estudio.
La mentalidad que valora los títulos universitarios también hace que muchas personas no se interesen por la formación profesional. Mientras que en los países desarrollados se valora la formación profesional, en Vietnam, ¡muchos la consideran una pérdida, un fracaso!
Y la cruda realidad es que todo el mundo tiene un título universitario, pero aún así es difícil encontrar trabajo con una licenciatura, lo que plantea grandes interrogantes sobre la trayectoria que eligen los jóvenes para incorporarse al mercado laboral actual.
Elegir la carrera equivocada: aumento del desempleo, desperdicio de recursos humanos
Un error puede acarrear grandes pérdidas. Elegir la carrera equivocada provoca que muchos estudiantes se aburran y abandonen los estudios. No solo pierden la confianza en sí mismos, sino que también les resulta difícil definir su futuro profesional y, al terminar la universidad, acaban trabajando en un sector diferente.
Desde una perspectiva social, los prejuicios vocacionales llevan a estudiar la carrera equivocada. El resultado es una escasez de profesionales cualificados, un desperdicio de recursos humanos y un aumento del desempleo incluso con un título universitario.
Elegir una carrera profesional es una decisión personal que determina el rumbo de la vida. El futuro no pertenece a quienes se dejan llevar por ideas preconcebidas.
Debemos comprendernos claramente a nosotros mismos respondiendo con franqueza a las preguntas: "¿Qué quieres?", "¿En qué eres bueno?", "¿Por qué valores vives?", mediante el uso de herramientas científicas de evaluación vocacional.
Por ejemplo, el test de Holland ayuda a identificar grupos profesionales en función de los intereses y los entornos laborales preferidos, o el test MBTI ayuda a identificar tipos de personalidad y, por lo tanto, a elegir un entorno laboral adecuado.
O bien, el test de los Cinco Grandes (OCEAN) ayuda a evaluar en profundidad las características psicológicas personales, mientras que el test del Eneagrama ayuda a analizar la motivación interna y los valores personales.
Además de las pruebas de opción múltiple, también necesitamos consultar información multidimensional, escuchando opiniones no solo de padres y profesores, sino también de orientadores profesionales, exalumnos y personas que trabajan en el sector.
También es necesario investigar el mercado laboral actual y pronosticar el futuro a través de informes de la industria o datos de plataformas de reclutamiento.
Y si es posible, intente adquirir experiencia práctica visitando empresas, participando en actividades de experiencia laboral, prácticas a corto plazo o sesiones informativas impartidas por expertos del sector.
Las familias, las escuelas y la sociedad deben unir fuerzas para ayudar a los niños a abrirse camino en sus futuras carreras, y no crear involuntariamente barreras invisibles. Los padres deben acompañar, escuchar y respetar las decisiones de sus hijos, sin ejercer presión alguna.
Los docentes y las escuelas, además de integrar la formación profesional en las asignaturas, necesitan organizar diversas formas de orientación profesional, como visitas a empresas, la creación de vínculos para foros de antiguos alumnos, seminarios con expertos en orientación profesional, etc.
Es necesario difundir historias de éxito en todos los ámbitos y en todos los niveles de formación universitaria.
Fuente: https://tuoitre.vn/tuyen-dung-nhieu-nhung-that-nghiep-tang-do-chon-nghe-theo-mot-nganh-giau-moi-hoc-20250728150758078.htm






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