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Foto: Midjourney

El Concurso de IA de Vietnam 2025 fue testigo de cómo una generación de jóvenes vietnamitas se adentraba en la era de la inteligencia artificial no solo con pensamiento técnico, sino también con el deseo de mejorar la vida, la educación , la cultura y los valores humanos. Si bien las temporadas anteriores se centraban en demostraciones técnicas, este año los proyectos que superaron la ronda clasificatoria en línea mostraron un cambio claro: para los jóvenes, la IA no es solo tecnología, sino una forma de responder a preguntas muy comunes de la sociedad actual.

Lo más destacado de esta temporada es el auge de proyectos que combinan armoniosamente tecnología y personas, ingeniería y emoción, ambición creativa y conciencia ética. Proyectos como la lámpara de estudio con IA integrada, que puede escuchar a los estudiantes y cuidar su postura al sentarse y la salud ocular, demuestran una tendencia importante: la IA se está incorporando gradualmente a los objetos más familiares, cuidando cada pequeño comportamiento humano con sofisticación y comprensión. La forma en que el equipo de desarrollo de productos combina hardware, sensores y reconocimiento de voz para crear un "amigo de la escuela" muestra una clara visión de futuro: la tecnología solo es valiosa cuando mejora la vida.

Al mismo tiempo, muchos equipos se centraron en problemas sociales más amplios, como la salud y la nutrición. El proyecto de aplicación de nutrición inteligente, aunque explotaba un tema popular, atrajo la atención por la forma en que el equipo creó una experiencia de usuario superior y la capacidad de personalizar las comidas diarias mediante IA. Lo destacable no es el uso de API ni algoritmos complejos, sino la mentalidad de "poner la tecnología al alcance de todos". Una aplicación pequeña, pero que abre un gran futuro: donde cada persona puede gestionar su propia salud con datos e inteligencia artificial.

En el ámbito educativo, el espíritu innovador es aún más evidente. El proyecto AI Tutor, una plataforma que sintetiza todos los conocimientos generales, no solo es técnicamente audaz, sino que también requiere un profundo conocimiento del programa educativo nacional. Cuando los jóvenes deciden resolver este enorme problema educativo, buscan no solo un producto tecnológico, sino un ecosistema de aprendizaje donde la IA desempeñe un papel de apoyo, personalice, monitoree el progreso e inspire. El desafío de los datos y el perfeccionamiento de los modelos según los libros de texto no los desanima; al contrario, marca una generación preparada para afrontar los problemas más complejos y generar el mayor impacto.

Este espíritu también se refleja en el grupo dedicado a la robótica, un campo que requiere un profundo conocimiento de los algoritmos de control y el pensamiento técnico. El chatbot de programación de robots, creado por un equipo, ha convertido el contenido básico en una experiencia de aprendizaje accesible para estudiantes de secundaria, profesores e incluso entusiastas de la tecnología. Cuando la IA puede explicar código, simular algoritmos o cómo escribirlos en tan solo unos segundos, la línea entre "principiante" y "experimentado" se difumina, allanando el camino para que una generación de robots vietnamitas se incorpore con confianza al panorama internacional.

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Foto: VLAB

Pero lo que hace verdaderamente especial al Concurso de IA de Vietnam 2025 es la intersección de la tecnología y la emoción. En la categoría de Parque Cinematográfico, muchos concursantes optaron por contar historias muy humanas: recuerdos, amor, arrepentimiento, el deseo de superar la adversidad o el orgullo por la historia nacional.

Hay un equipo que recrea un mundo virtual que preserva hermosos recuerdos del pasado para recordar que la IA puede evocar el pasado, pero nunca podrá reemplazar la autenticidad del presente. Hay un equipo que narra la trayectoria de un prodigio del fútbol, ​​de la pobreza a la leyenda: una historia que no solo refleja la perseverancia, sino que también muestra la capacidad de la IA para crear cortometrajes emotivos y filosóficos. Hay un grupo que recrea la imagen de las heroínas vietnamitas, para que la historia ya no se quede en las páginas de los libros, sino que cobre vida ante los ojos de las nuevas generaciones gracias a las nuevas tecnologías.

En general, los proyectos de este año reflejan un cambio importante: la IA ya no es solo una cuestión técnica, sino un espacio creativo donde los jóvenes vietnamitas exploran los valores que desean aportar a la sociedad. Desde la salud, la educación y la cultura hasta historias inspiradoras, están construyendo piezas multidimensionales del futuro de la IA en Vietnam.

Y es esta diversidad –desde una lámpara de estudio auditiva, una aplicación de nutrición inteligente, una plataforma de tutoría de IA, un chatbot de programación de robots, hasta películas emotivas que recrean la historia– la que afirma un mensaje consistente: cada proyecto, sin importar cuán pequeño o grande sea, contribuye a impulsar la IA vietnamita un paso adelante.

El Concurso de IA de Vietnam 2025 no solo busca los mejores productos. Busca el espíritu creativo, el afán de innovación y la responsabilidad ética en la aplicación de la inteligencia artificial.

Y a través de los proyectos que han llegado a la siguiente ronda, se puede decir que está surgiendo una nueva generación, una generación joven que sabe soñar en grande, pensar diferente y lo más importante: ¡utilizar la IA para cambiar el mundo de la manera más humana!

Nguyen Quynh Ngoc

Fuente: https://vietnamnet.vn/vietnam-ai-contest-2025-no-luc-dua-ai-tu-cong-nghe-thanh-gia-tri-nhan-van-2469214.html