El Libro Blanco de Defensa francés de los últimos años siempre ha considerado a África como la región de segunda importancia estratégica para Francia, después de Europa. Por lo tanto, mantener buenas relaciones y proteger el papel de Francia en las relaciones con los países africanos siempre ha sido una de las principales prioridades de política exterior del gobierno del presidente E. Macron.
Con el objetivo de renovar las relaciones con África y construir una asociación equilibrada que beneficie al continente, el ministro de Asuntos Exteriores francés, Stéphane Séjourné, realiza un viaje a tres países: Kenia, Ruanda y Costa de Marfil. Esta es la primera visita del ministro de Asuntos Exteriores Sejourné a África como jefe de la diplomacia francesa, en un contexto de decadencia de la influencia de Francia en el continente.
Durante su primera visita a Kenia, el Sr. Sejourné expresó el deseo de Francia de construir una asociación equilibrada y colaborar con la región para alcanzar objetivos comunes en materia de clima, biodiversidad, economía e industria moderna. El Sr. Sejourné también reafirmó la neutralidad de Francia, el diálogo con todas las partes y la no injerencia en la política interna de los países. El número de empresas francesas que operan en Kenia casi se ha triplicado, pasando de 50 a 140 en una década. Sin embargo, el comercio bilateral sigue estando desequilibrado y ambas partes buscan soluciones para este problema.
Después de Kenia, en Ruanda, el Sr. Séjourné asistirá a las conmemoraciones del 30.º aniversario del genocidio de 1994 que mató a 800.000 personas, la mayoría de ellas miembros de la minoría étnica tutsi. En Costa de Marfil, se espera que ambas partes discutan una agenda transformadora, la inversión en importantes proyectos de infraestructura y, posiblemente, el futuro de Port-Bouët, una de las cinco bases francesas en Costa de Marfil.
Según los observadores, los nuevos compromisos del Gobierno francés demuestran que París está tomando medidas para convencer a los países africanos de que crean en un futuro de cooperación verdaderamente igualitario y beneficioso, eliminando así los prejuicios sobre la política del "África Francesa" que se ha mantenido vigente durante décadas. Esta es la premisa para que Francia recupere gradualmente su papel y posición en el continente africano.
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