La exportación sostenible no consiste únicamente en llevar bienes a los mercados internacionales, sino también en garantizar factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG).
En el contexto de la integración económica global, la exportación no solo es un importante motor de crecimiento, sino también un indicador de la competitividad de las empresas vietnamitas en el ámbito internacional. Sin embargo, para alcanzar un mayor alcance y consolidarse, las empresas no solo deben centrarse en la cantidad o el precio, sino que deben adoptar una estrategia de exportación sostenible.
La exportación sostenible no se trata solo de aumentar la facturación, sino también de optimizar la cadena de suministro, garantizar estándares ecológicos, cumplir con las regulaciones internacionales y construir una marca con valor a largo plazo. En un contexto en el que los principales mercados imponen estándares ambientales, laborales y de responsabilidad social cada vez más estrictos, esto ya no es una opción, sino una condición indispensable para la supervivencia y el desarrollo de las empresas.
La exportación sostenible no se trata simplemente de aumentar la facturación. Foto: Xuan Toan |
Entonces, ¿qué deberían hacer las empresas vietnamitas para alcanzar el objetivo de la exportación sostenible? ¿Qué oportunidades y desafíos les esperan en este camino? Descúbralo en el siguiente artículo.
La exportación sostenible trae grandes beneficios
La exportación sostenible no se limita a llevar productos a los mercados internacionales, sino también a garantizar los factores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Esto incluye minimizar los impactos ambientales negativos, cumplir con la normativa laboral y demostrar responsabilidad con la comunidad, además de garantizar la transparencia y el cumplimiento del derecho internacional.
Los criterios importantes para las exportaciones sostenibles incluyen: En primer lugar, el medio ambiente, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, el uso de materiales reciclados y el ahorro energético. Por ejemplo, en virtud del Pacto Verde Europeo (UE), los productos importados a este mercado deben cumplir estrictas normas ambientales, que incluyen la reducción de emisiones y el uso de materiales sostenibles.
En segundo lugar, como sociedad, cumplir con la normativa laboral y demostrar responsabilidad con la comunidad. Los consumidores se preocupan cada vez más por la transparencia, la trazabilidad, la sostenibilidad y la responsabilidad social de las cadenas de producción.
En tercer lugar, la gobernanza garantiza la transparencia y el cumplimiento de las leyes internacionales. Varios países, como el Reino Unido, Australia, Francia y Alemania, han aprobado leyes que refuerzan los requisitos de diligencia debida para abordar los riesgos en la cadena de suministro y la sostenibilidad.
Según datos de la Oficina General de Estadística, el volumen de exportación de Vietnam aumentó de 96.910 millones de dólares en 2011 a 786.290 millones de dólares en 2024, lo que representa un incremento de 8,1 veces. Sin embargo, la expansión de la producción corre el riesgo de incrementar la presión contaminante debido a la explotación de numerosos recursos naturales. Avanzar hacia exportaciones sostenibles no solo ayuda a las empresas a cumplir con los estándares internacionales, sino que también genera prestigio y mejora la competitividad en el mercado global.
La exportación sostenible aporta grandes beneficios en términos de mercado, finanzas y marca, impulsando el desarrollo de las empresas a largo plazo. Los beneficios de la exportación sostenible se muestran en el siguiente gráfico:
El gráfico anterior muestra los beneficios de las exportaciones sostenibles: la expansión de los mercados (85 %) y el cumplimiento de los estándares ecológicos facilitan el acceso a mercados exigentes como la UE y EE. UU. Dado que estos mercados priorizan cada vez más los productos con certificación de sostenibilidad, se crean oportunidades para ampliar la cuota de mercado. El aumento del valor de marca (75 %) permite a las empresas ser muy valoradas por su responsabilidad social y ambiental, lo que les ayuda a forjar una reputación y a aumentar la confianza de clientes y socios. La optimización de los costes a largo plazo (65 %), el ahorro en costes mediante el uso de materiales renovables y la optimización energética ayudan a reducir los costes de producción a largo plazo. La inversión en energías renovables y la optimización de procesos ayudan a las empresas a ahorrar costes operativos a largo plazo. La atracción de inversiones (80 %) aumenta la probabilidad de que las empresas ecológicas reciban apoyo financiero y cooperación internacional. Los inversores están cada vez más interesados en empresas con estrategias sostenibles, lo que promueve los flujos de capital. La reducción de los riesgos de cumplimiento normativo ayuda a evitar las barreras comerciales y los aranceles ecológicos. La protección del medio ambiente reduce las emisiones, utiliza los recursos de forma sostenible y conserva la biodiversidad.
Identificación de desafíos y soluciones para las empresas vietnamitas
Las empresas vietnamitas se enfrentan a numerosos desafíos a la hora de aplicar los estándares ESG y las tecnologías verdes, como los altos costos iniciales de inversión, la implementación de soluciones tecnológicas verdes y la obtención de la certificación de sostenibilidad requieren un capital considerable. En particular, las pequeñas y medianas empresas (pymes) suelen tener dificultades para movilizar financiación para estos proyectos.
Según el Banco Mundial , las pymes vietnamitas enfrentan altos costos iniciales en materia de ESG, especialmente al invertir en tecnología, nuevos procesos y capacitación del personal. Con márgenes de beneficio reducidos, la implementación de ESG suele percibirse como una carga en lugar de una oportunidad.
Además, las empresas vietnamitas suelen desconocer las regulaciones internacionales. Muchas empresas no comprenden plenamente los estándares ESG ni los requisitos de importación de los mercados internacionales. Una encuesta de PwC muestra que el 66 % de las empresas vietnamitas aún no han integrado los criterios ESG en sus estrategias comerciales o están apenas comenzando. La principal razón es la falta de herramientas de apoyo eficaces para gestionar y supervisar los datos ESG.
Con márgenes estrechos, la implementación de ESG a menudo se considera una carga más que una oportunidad para las empresas vietnamitas. |
Además, la cadena de suministro no está optimizada, y garantizar que cumpla con los estándares de sostenibilidad es un gran desafío. Muchas empresas no pueden controlar toda su cadena de suministro, lo que provoca que las materias primas, la producción y el transporte no cumplan con los estándares de sostenibilidad.
Según un estudio de Sustainalytics de 2023, solo el 30% de las empresas vietnamitas tienen informes ESG completos, mientras que el 70% restante no informa o solo proporciona información fragmentada que no cumple con los estándares internacionales.
Sobre todo, existe competencia con empresas extranjeras. Estas empresas suelen tener ventajas tecnológicas y experiencia en la aplicación de estándares ESG. Esto genera una gran presión competitiva para las empresas vietnamitas. Según el informe de PwC de 2024, el 93 % de las empresas que cotizan en bolsa se comprometen con los criterios ESG, cifra superior a la media vietnamita del 80 %. De estas, el número de empresas que implementan ESG de forma integral aún es limitado.
Soluciones propuestas para que las empresas vietnamitas avancen hacia exportaciones sostenibles: En primer lugar, se debe crear conciencia y desarrollar estrategias a largo plazo para las exportaciones sostenibles. Según el Departamento General de Aduanas, el volumen de exportación de Vietnam alcanzó los 405.530 millones de dólares en 2024, pero barreras ambientales como el CBAM (Mecanismo de Ajuste en Frontera de las Emisiones de Carbono de la UE) podrían afectar al 40 % de las exportaciones a la UE a partir de 2026. El estudio de PwC sobre criterios ESG muestra que el 73 % de los inversores globales tienden a elegir empresas que cumplen con los criterios ESG. Sin embargo, solo el 30 % de las empresas vietnamitas cuentan con un plan ESG claro.
En segundo lugar, mejorar los productos según estándares ecológicos. Según Nielsen, el 81 % de los consumidores está dispuesto a pagar más por productos ecológicos. Las empresas pueden aprovechar materiales reciclados como envases de papel (lo que reduce el coste del plástico en un 30 %) o tejidos orgánicos (que reducen las emisiones de CO2 en un 50 % en comparación con el algodón tradicional). La tecnología de ahorro energético en fábricas que funcionan con energía solar, como Vinamilk , ha ahorrado un 20 % en electricidad, lo que supone una reducción de 15 000 toneladas de CO2 al año.
En tercer lugar, cumplir con las regulaciones y obtener la certificación internacional. La certificación de sostenibilidad de las empresas con FSC (certificación forestal sostenible) puede aumentar el precio de venta de los productos entre un 15 y un 20 %. Las exportaciones textiles con GOTS (norma global para productos textiles fabricados con fibras orgánicas) facilitan el acceso al mercado de la UE, donde se prevé que el valor de mercado de los textiles orgánicos alcance los 12 700 millones de dólares estadounidenses para 2028. El programa gubernamental de apoyo a las exportaciones ecológicas ha invertido 30 000 billones de dongs en proyectos ecológicos y ayuda a las empresas a acceder al mercado de la UE.
En cuarto lugar, invertir en cadenas de suministro sostenibles. Proveedores con estándares empresariales como VinFast han reducido las emisiones de sus cadenas de suministro en un 60 % al trabajar con proveedores con certificación ESG. Según el Banco Mundial, optimizar y mejorar la logística puede reducir los costos de transporte entre un 10 % y un 15 %, lo que ayuda a las empresas vietnamitas a aumentar su competitividad exportadora.
En quinto lugar, la aplicación de la tecnología y la transformación digital. Blockchain en la cadena de suministro: un estudio de IBM demuestra que puede reducir entre un 30 % y un 50 % los costes de gestión de la cadena de suministro y contribuir a la transparencia del origen de los productos. En cuanto a la IA y el IoT, las fábricas que utilizan IA para optimizar la producción pueden reducir el desperdicio de materias primas en un 30 % y aumentar la productividad en un 20 %.
Sexto, cooperación internacional y expansión del mercado. Gracias al EVFTA, las exportaciones agrícolas a la UE aumentarán un 17 % en 2023. Con el CPTPP, los impuestos de importación en Canadá y Japón se reducirán del 15 % al 0 %, lo que ayudará a los textiles vietnamitas a ampliar su cuota de mercado. En cuanto al apoyo a las empresas exportadoras, el programa de apoyo empresarial de USAID ha ayudado a más de 300 empresas vietnamitas a acceder al mercado estadounidense en los últimos tres años.
Avanzar hacia exportaciones sostenibles no sólo ayuda a las empresas a cumplir con los estándares internacionales, sino que también construye reputación y mejora la competitividad en el mercado global. |
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Fuente: https://congthuong.vn/xuat-khau-ben-vung-chia-khoa-de-doanh-nghiep-viet-vuon-xa-373973.html
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