Si comes menos pero aún no puedes perder grasa, podría deberse a una o más de las siguientes razones:
Comer menos, pero sin déficit calórico
Uno de los mayores errores que dificultan la pérdida de grasa, incluso a dieta, es no prestar atención a la calidad de la comida. Es cierto que las personas comen menos, pero eligen los alimentos equivocados, lo que hace que los platos que consumen, aunque sean pequeños en volumen, sean altos en calorías. A menudo contienen mucha azúcar y grasa, como el chocolate con leche o las bebidas azucaradas, según el sitio web Eating Well (EE. UU.).

No dormir lo suficiente puede dificultar la pérdida de peso incluso cuando se está a dieta.
FOTO: AI
El principio general para perder peso o grasa es tener un déficit calórico. Además, comer menos y carecer de proteínas provocará pérdida de masa muscular. La pérdida de masa muscular ralentiza el metabolismo, lo que hace que el cuerpo consuma menos energía y dificulta la pérdida de grasa.
Para solucionar esto, quienes desean bajar de peso deberían controlar su consumo de calorías mediante un diario de comidas o una aplicación de conteo de calorías. Aumentar la ingesta de proteínas a aproximadamente 1,2-2 gramos por kg de peso corporal y elegir alimentos ricos en fibra.
Las dietas extremas ralentizan el metabolismo
Hacer dieta es efectivo para reducir grasa. Sin embargo, muchas personas descubren que, tras un período de dieta, la pérdida de grasa se ralentiza. Suelen responder reduciendo más calorías y haciendo más ejercicio. Sin embargo, esto puede ser un error.
La Clínica Mayo, una organización médica sin fines de lucro en EE. UU., afirma que al bajar de peso, el cuerpo pierde simultáneamente músculo y grasa, lo que reduce el metabolismo. Debido a que el metabolismo disminuye, el cuerpo puede caer fácilmente en un estado de estancamiento.
La solución es evitar reducir demasiado las calorías, simplemente crear un déficit moderado. Ocasionalmente, conviene tener un día de alimentación normal para estabilizar las hormonas, mantener el metabolismo y ayudar al cuerpo a recuperarse. Además, incorporar entrenamiento de fuerza para mantener la masa muscular. Esta es una buena manera de estabilizar el metabolismo.
No dormir lo suficiente
Un factor importante, pero a menudo ignorado, es el sueño, el estrés y las hormonas. La falta de sueño aumenta el cortisol, una hormona que hace que el cuerpo almacene grasa, especialmente en la zona abdominal.
Dormir mal o insuficientemente altera el equilibrio entre la hormona de la saciedad, la leptina, y la hormona del hambre, la grelina, lo que nos lleva a comer en exceso. El estrés crónico también causa niveles crónicamente altos de cortisol, lo que provoca resistencia a la insulina y una menor capacidad para quemar grasa. Además, algunos trastornos endocrinos, como el hipotiroidismo o el síndrome de ovario poliquístico, también ralentizan el metabolismo.
Para mejorar, se recomienda dormir de 7 a 9 horas cada noche, mantener un horario de sueño regular y practicar técnicas para reducir el estrés, como la meditación, la respiración profunda o caminar al aire libre. Si sospecha que tiene un trastorno hormonal, consulte a su médico para obtener un diagnóstico adecuado, según Eating Well .
Fuente: https://thanhnien.vn/3-ly-do-thuong-gap-khien-an-it-van-khong-giam-mo-185251021140840527.htm
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