Es posible que la locura por la IA haya pasado su punto máximo.
La Inteligencia Artificial (IA) se considera la "nueva revolución industrial", con la expectativa de generar un auge de billones de dólares. Sin embargo, tras un período de auge especulativo e informes de ingresos récord, el mercado muestra claras señales de desaceleración.
Desde la caída de las principales acciones tecnológicas, la caída de los costos de las GPU hasta una serie de estudios que muestran que el 95% de los proyectos de IA aún no han traído beneficios financieros, todo está haciendo que los observadores se pregunten: ¿la IA ha pasado el "pico de la burbuja"?
IA: De la esperanza de una «nueva revolución industrial» a la dura realidad
En tan sólo dos años, la IA ha sido elevada al nivel de “nueva revolución industrial”, atrayendo una serie de enormes inversiones de corporaciones tecnológicas, fondos de capital de riesgo e incluso gobiernos .
Nvidia sigue registrando ingresos récord gracias a la creciente demanda de chips de IA, Microsoft y Google gastan decenas de miles de millones de dólares para expandir centros de datos, mientras que Meta apuesta su futuro a la IA como motor de crecimiento clave.
Sin embargo, esta euforia presenta un lado negativo. El mercado bursátil reacciona negativamente incluso cuando las empresas superan las expectativas, lo que sugiere que las expectativas de los inversores han sido demasiado altas.
Nvidia es un claro ejemplo: los ingresos se dispararon, pero las acciones cayeron después de las ganancias porque el mercado pensó que las perspectivas eran menos que estelares.
Las acciones "basadas en IA", como AMD y Super Micro, también se ajustaron drásticamente cuando las ganancias no fueron lo suficientemente atractivas, lo que indica que los inversores se estaban volviendo más cautelosos.
Enormes inversiones en infraestructura y la cuestión de la eficiencia real
Detrás del optimismo se esconden cifras de gasto desorbitadas. Microsoft planea invertir más de 80 000 millones de dólares en infraestructura de IA en el año fiscal 2025, una cifra equivalente al gasto en defensa de muchos países.
Google y Meta no se quedan atrás, anunciando constantemente planes para construir centros de datos de nueva generación. Esto demuestra que la confianza a largo plazo en la IA no ha disminuido, pero también plantea una pregunta difícil: ¿generarán estas enormes fuentes de financiación beneficios proporcionales?
De hecho, el coste de operar y construir infraestructura de IA pesa cada vez más sobre los márgenes de beneficio de las grandes empresas. Por ello, muchas empresas tecnológicas están recortando personal y reestructurándose simultáneamente para compensar los costes de inversión.
Existe una paradoja: la IA es vista como una herramienta de optimización de costos para las empresas, pero el desarrollo de la IA en sí está provocando que las corporaciones gasten más que nunca.
La IA se está "enfriando" gradualmente en el mercado
Los costos de las GPU son bajos y el suministro está menos estresado
Una de las señales más claras del enfriamiento del auge de la IA es el precio de los chips de IA. Hace apenas un año, el precio de alquilar un chip Nvidia H100 en la nube llegaba a los 8 dólares la hora, lo que dificultaba a muchas startups mantener sus modelos experimentales. Ahora, ese precio ha bajado a entre 2,80 y 3,50 dólares la hora.
La razón radica en que la oferta de hardware ha comenzado a estabilizarse, la competencia entre proveedores ha aumentado y las empresas se ven obligadas a optimizar el uso de la GPU en lugar de gastar como antes. Esto es tanto una señal positiva de la madurez del mercado como un reflejo de que la demanda ya no es tan alta como en el período pico de 2023-2024.
El 95% de los proyectos GenAI fracasan y la paradoja de la inversión
Un estudio del MIT sorprendió al público al demostrar que el 95 % de los proyectos piloto de IA Generativa no aportaron beneficios financieros claros. Muchas empresas implementan IA sin KPI específicos, lo que genera resultados que no se pueden medir ni integrar en los procesos de producción y de negocio. Esto no significa que la IA sea inútil, sino que revela una gran diferencia entre las expectativas y la realidad.
Al mismo tiempo, el mercado de capitales también refleja un desequilibrio alarmante. Solo en el primer trimestre de 2025, el sector de la IA atrajo 104 000 millones de dólares en capital riesgo, pero solo 36 000 millones de dólares en desinversiones. Esto significa que el flujo de caja sigue fluyendo como una cascada, mientras que la salida (IPO, fusiones y adquisiciones) es incierta. Esta situación es muy similar a las burbujas tecnológicas anteriores, donde el capital de inversión superó con creces el valor creado a corto plazo.
El mercado de la IA está saturado
Mientras Estados Unidos y Europa se centran en la competencia tecnológica, China se enfrenta al riesgo de "construir más de lo necesario". Se están desplegando una serie de centros de datos de IA según las directrices políticas, incluso sin inquilinos específicos.
Alibaba ha advertido sobre una "burbuja de infraestructura" a medida que la oferta supera la demanda. Este modelo de desarrollo "planificado" ayuda a China a recuperarse rápidamente en tecnología, pero también puede generar un costoso exceso de capacidad si la demanda real no crece con la suficiente rapidez.
Todas estas señales apuntan a un enfriamiento del entusiasmo por la IA. Pero no se trata de una burbuja puntocom a punto de estallar, como ocurrió en el año 2000. La gran diferencia radica en que existe una necesidad real de IA, la infraestructura digital global necesita modernizarse y las empresas siguen buscando maneras de utilizar la tecnología para impulsar la productividad.
Todo se reduce a la velocidad y la eficiencia. El mercado está entrando en una fase de "filtración", donde solo sobrevivirán las empresas con modelos de negocio sostenibles y un claro retorno de la inversión (ROI). Las startups ostentosas y sin fundamentos desaparecerán gradualmente, mientras que la IA seguirá evolucionando, pero a un ritmo más realista.
La IA ya no es una fiebre que lo desafía todo, sino que se está convirtiendo gradualmente en una industria madura donde cada gasto se examina minuciosamente. Inversores, empresas y gobiernos han superado la etapa de ensoñación y se han adentrado en el problema más complejo: cómo convertir esta tecnología en valor real.
Fuente: https://tuoitre.vn/ai-bong-bong-sap-vo-hay-buoc-vao-giai-doan-truong-thanh-20250903103854784.htm
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