El oftalmólogo (Hospital Infantil Thanh Hoa ) examina los ojos de los niños.
No es difícil ver niños usando gafas en todas las familias y aulas. Incluso muchos niños de tan solo 5 o 6 años tienen que usar gafas gruesas. Al compartir esta situación, muchos padres comentaron que controlar el uso de dispositivos inteligentes por parte de sus hijos es extremadamente difícil. Además, la falta de luz natural en los entornos residenciales también provoca un aumento en la tasa de niños con miopía.
La Sra. Hoang Thi Trang, del barrio de Hac Thanh, comentó: “Mi hijo tiene astigmatismo desde los 6 años. Fui subjetiva y no lo llevé al médico a tiempo, así que cuando descubrí que era bastante miope y tenía astigmatismo, pensé que solo debía limitarle el tiempo que pasaba viendo televisión y el teléfono, pero en realidad, estudiar mucho y no tener tiempo para actividades al aire libre no mejoró su vista. La familia estaba muy preocupada porque aún era pequeño y tenía que usar gafas”.
El Dr. Hoang Hoa Quynh, Jefe del Departamento de Oftalmología del Hospital Infantil Thanh Hoa, comentó: «La creciente tendencia de errores refractivos en niños en los últimos años es alarmante, incluso comparable a una epidemia». La Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que para 2050, alrededor del 50% de la población mundial será miope, la mayoría de la cual comenzará en la edad escolar. En muchos países del este de Asia, como China, Corea y Singapur, la tasa de miopía en estudiantes de secundaria ha alcanzado el 70-80%. En Vietnam, la tasa de niños miopes también está aumentando rápidamente, especialmente en las zonas urbanas. Aún más preocupante es que los niños comienzan a tener miopía a una edad cada vez más temprana, solo entre los 5 y los 7 años, y la gravedad aumenta gradualmente a medida que avanzan en la escuela».
Los errores refractivos comunes en niños incluyen miopía, hipermetropía, astigmatismo y ambliopía; de los cuales la miopía es el más común. Se ha determinado que la causa es una combinación de factores genéticos y un estilo de vida moderno. Si los padres son miopes o astigmáticos, el riesgo de que sus hijos presenten errores refractivos es mayor. Los bebés prematuros tienen mayor riesgo. Además, entornos de aprendizaje y de vida poco razonables, como leer y escribir durante largos períodos, sentarse en una posición incorrecta, una distancia demasiado corta, la falta de luz y el uso excesivo de dispositivos electrónicos, hacen que los ojos tengan que adaptarse continuamente, cansándose y debilitándose con facilidad. El hábito de poca actividad al aire libre y la falta de nutrición (vitaminas A, C, E, zinc, Omega-3) también aumentan el riesgo.
Las consecuencias de los niños con errores refractivos que no se detectan ni tratan a tiempo son muy preocupantes. Por ejemplo, se sientan cerca de la pizarra, entrecierran los ojos, se inclinan al leer y se quejan de fatiga ocular, dolores de cabeza y pérdida de concentración, lo que conlleva un deterioro del aprendizaje. Si no se interviene con prontitud, corren el riesgo de sufrir ambliopía, estrabismo y pérdida prolongada de la visión. Más grave aún, la miopía severa puede provocar complicaciones peligrosas como degeneración de la retina, desprendimiento de retina e incluso ceguera en la edad adulta.
Para la prevención, el Dr. Hoang Hoa Quynh recomienda que los padres guíen a sus hijos a seguir el principio 20-20-20: después de cada 20 minutos de estudio o uso de la pantalla, deben descansar la vista durante 20 segundos y mirar a unos 6 metros de distancia para relajarse. Los niños deben mantener una distancia segura al leer (30-35 cm), sentarse al menos a 2 m de la pizarra y a 50-60 cm de la pantalla del ordenador. Una postura correcta al sentarse, una iluminación adecuada y, sobre todo, limitar el uso de dispositivos electrónicos en niños menores de 5 años son principios importantes.
Además, los niños necesitan aumentar sus actividades al aire libre al menos 1,5 a 2 horas al día, una medida que, según numerosos estudios, ayuda a limitar la progresión de la miopía. También es fundamental una dieta completa, complementada con alimentos ricos en vitaminas y minerales (zanahorias, calabaza, verduras de hoja verde oscuro, salmón, huevos, leche y fruta fresca). Es fundamental que todas las familias lleven a sus hijos a revisiones oculares regulares desde los 3 a 4 años y revisen su visión cada 6 a 12 meses para una detección temprana y un tratamiento oportuno, especialmente en niños con factores de riesgo.
Cuidar la salud ocular infantil no es solo responsabilidad del sector salud, sino también de toda la sociedad. Las familias deben cuidar y acompañar a los niños en sus estudios y actividades; crear un entorno de aprendizaje con suficiente luz; y establecer un horario razonable y con criterio para el estudio y el ejercicio. Las escuelas deben prestar atención a las condiciones de iluminación, a los pupitres y sillas estándar, y a organizar más actividades físicas al aire libre. Los sectores educativo y sanitario deben coordinarse estrechamente para detectar, detectar tempranamente e intervenir con prontitud en los niños con errores refractivos.
Unos ojos brillantes y sanos no solo ayudan a los niños a aprender bien, sino que también sientan las bases para un desarrollo integral, la confianza y la creatividad. La creciente incidencia de errores de refracción en niños es una fuerte señal de alerta. Una acción temprana, coordinada y decisiva es la única manera de proteger la luz de la infancia y alimentar los sueños y aspiraciones de las generaciones futuras.
Artículo y fotos: Quynh Chi
Fuente: https://baothanhhoa.vn/bao-ve-anh-sang-tuoi-tho-nuoi-duong-uoc-mo-nbsp-khat-vong-cho-the-he-tuong-lai-260494.htm
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