Muchos padres tienen la costumbre de encender la luz de noche al acostar a sus hijos sin darse cuenta de estos efectos.
Según las investigaciones, dejar las luces encendidas demasiado brillantes durante el sueño no sólo afecta a la calidad del sueño de los niños sino que también supone muchos otros riesgos para el desarrollo físico y mental.
1. Provoca dificultad para dormir, no sueño profundo.
La luz puede reducir la capacidad del cuerpo para producir melatonina, una hormona importante que facilita el sueño. Por lo tanto, los niños que duermen en un ambiente muy iluminado tienen más probabilidades de tener dificultades para conciliar el sueño, dormir inquieto o despertarse con frecuencia en mitad de la noche. Especialmente en los bebés, el sueño desempeña un papel fundamental en el desarrollo cerebral y físico, por lo que las alteraciones del sueño pueden tener efectos a largo plazo.
2. Debilita el sistema inmunológico
Pocas personas saben que dormir en un ambiente con demasiada luz puede reducir la capacidad del niño para producir anticuerpos contra los virus. Mientras tanto, si un niño duerme en completa oscuridad, el cuerpo estimula automáticamente la producción de anticuerpos, lo que ayuda al sistema inmunitario a funcionar con mayor eficacia.
Para garantizar la seguridad y la comodidad, los padres pueden utilizar una luz de noche con luz suave o encender la luz solo cuando necesiten cuidar a su bebé por la noche.
3. Afecta la vista
Estudios han demostrado que los niños a partir de los 2 años que duermen habitualmente bajo luz eléctrica tienen un riesgo de miopía de hasta un 34 %. Con la edad, esta tasa puede aumentar hasta un 55 % si no se modifica el hábito de dormir bajo luz.
La razón es que la luz afecta el ritmo biológico, provocando que los ojos se ajusten continuamente incluso mientras dormimos, aumentando el riesgo de enfermedades oculares.
4. Mayor riesgo de obesidad
Dormir en un ambiente luminoso durante la noche puede alterar tu reloj biológico, lo que puede afectar tu metabolismo y aumentar tu riesgo de sufrir obesidad, diabetes o problemas cardíacos.
Un estudio de la Universidad de Ohio (EE.UU.) ha demostrado que la exposición a la luz mientras dormimos puede cambiar los niveles de azúcar en sangre y afectar al equilibrio energético del cuerpo.
5. La inhibición de la melatonina aumenta el riesgo de pubertad precoz.
La exposición a la luz durante la noche puede reducir en un 50% la producción de melatonina, una hormona que regula los ritmos circadianos, apoya el sistema inmunológico y protege al cuerpo contra muchos problemas de salud.
La melatonina también está estrechamente relacionada con el desarrollo de las gónadas. Cuando esta hormona se reduce, los niños corren el riesgo de una pubertad precoz, lo que afecta el proceso natural de desarrollo del cuerpo.
¿Qué hacer para mejorar la calidad del sueño?
Para ayudar a que su hijo tenga un sueño de calidad, es mejor crear un entorno de sueño tranquilo, evitar luces brillantes y utilizar luces nocturnas de baja intensidad solo cuando sea absolutamente necesario.
Para ayudar a los niños a dormir bien y mantenerse saludables, los padres necesitan crear un ambiente ideal para dormir manteniendo un espacio tranquilo, oscuro y fresco.
Limite el uso de luces nocturnas con luz intensa; en su lugar, puede optar por un tipo de luz suave, amarilla o roja para no afectar la producción de melatonina. Al mismo tiempo, los padres deben establecer un horario de sueño adecuado y ayudar a los niños a acostarse y despertarse a la misma hora todos los días, creando hábitos de sueño saludables.
Para garantizar la comodidad, la cama del niño debe estar limpia y ventilada, y el colchón y las almohadas deben ser lo suficientemente suaves como para soportar el cuerpo. Además, la temperatura ambiente también es muy importante; lo ideal es mantenerla entre 24 y 26 °C, evitando que el aire acondicionado le dé directamente al niño.
Además, los padres deben controlar el ruido, evitar los sonidos fuertes de la televisión, el teléfono o la calle, y pueden usar una máquina de ruido blanco para ayudar a los niños a dormir mejor. Si los niños se asustan fácilmente o le temen a la oscuridad, pueden colocar un objeto familiar, como un osito de peluche o una manta suave, junto a ellos para crear una sensación de seguridad.
Antes de acostarse, los niños no deben comer demasiado, especialmente alimentos con azúcar o cafeína. En su lugar, pueden tomar un vaso de leche tibia para conciliar el sueño con facilidad.
Mantener un entorno ideal para dormir no sólo ayuda a los niños a dormir más profundamente, sino que también favorece su desarrollo físico y mental general.
Thuy Linh (Síntesis)
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/bat-den-hay-tat-den-khi-di-ngu-se-tot-hon-cho-tre-nghien-cuu-khien-nhieu-nguoi-phai-thay-doi-suy-nghi-172250301080239101.htm
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