El 13 de septiembre, el gobierno de Estados Unidos tomó una nueva decisión de aumentar los aranceles a los vehículos eléctricos y a ciertos otros bienes importados de China.
| La industria estadounidense reacciona a los nuevos aranceles sobre los productos chinos. (Fuente: Reuters) |
Esta decisión marca el final de un proceso de revisión que duró más de dos años respecto a los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump.
En concreto, el impuesto de Pekín sobre los vehículos eléctricos se cuadruplicará hasta el 100%, y el impuesto sobre las baterías de iones de litio aumentará del 7,5% al 25%. Los impuestos sobre los productos de aluminio y acero también aumentarán del 0% actual al 25%, pasando del 7,5% el 27 de septiembre.
En una declaración del 13 de septiembre, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, afirmó que la política arancelaria antes mencionada refleja el compromiso del presidente Joe Biden y la vicepresidenta Kamala Harris de apoyar a los trabajadores y las empresas de la economía más grande del mundo.
Anteriormente, en mayo de 2024, la administración del presidente Joe Biden anunció estos aranceles con la intención de implementarlos a partir del 1 de agosto de 2024.
Sin embargo, esta decisión se pospuso porque el Representante Comercial de Estados Unidos (USTR) declaró que estudiar la opinión pública y los comentarios estaba tomando más tiempo del previsto.
En una entrevista con Reuters , Lael Brainard, la principal asesora económica de la Casa Blanca, dijo que la nueva decisión arancelaria se tomó para garantizar que la industria de vehículos eléctricos de Washington pueda diversificarse y no depender de la cadena de suministro dominante de Beijing.
La Sra. Brainard afirmó: "Es necesaria una política arancelaria tan estricta y específica".
La decisión provocó inmediatamente críticas dentro de la industria nacional estadounidense.
Algunos sostienen que aumentar los aranceles perturbaría las cadenas de suministro, incluidas las de productos que utilizan gran cantidad de semiconductores (chips), y no impediría eficazmente la transferencia de tecnología a China.
Jason Oxman, presidente del Consejo de Tecnología de la Información de Estados Unidos, se quejó de que desde la implementación de duras políticas fiscales, el daño total sufrido por las empresas y los consumidores estadounidenses se ha estimado en 221.000 millones de dólares.
"Una vez más, la Casa Blanca recurre a aranceles crudos e ineficaces y no proporciona el apoyo necesario a la comunidad empresarial nacional", afirmó.
La decisión de la Casa Blanca de imponer aranceles más altos se produce cuando la carrera electoral estadounidense entra en sus etapas finales.
Ambos candidatos presidenciales, la vicepresidenta Kamala Harris y Donald Trump, buscan ganar el apoyo de los votantes en estados considerados "sedes" de la actividad industrial, como la fabricación de automóviles y acero.
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Fuente: https://baoquocte.vn/bau-cu-my-vao-giai-doan-nuoc-rut-washington-tung-don-moi-voi-trung-quoc-doanh-nghiep-cong-nghe-day-song-286293.html










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