Este es el caso de TTA (11 años, residente en An Giang ). Según su familia, tras correr 300 metros como parte de su ejercicio matutino, la niña comenzó a mostrar signos de fatiga. Al regresar a casa, A. se sintió aún más cansada, somnolienta, cianótica y con fiebre, y sus familiares la llevaron al hospital local.
Allí, los médicos observaron que el niño estaba letárgico, su SpO2 había bajado al 84% y no se le podía detectar el pulso ni la presión arterial. Lo intubaron, lo conectaron a un respirador y le administraron vasopresores y antibióticos.
Durante la reanimación, el niño sufrió un paro cardíaco. Tras aproximadamente un minuto de atención de emergencia, el corazón volvió a latir. Los resultados de laboratorio y de imagen mostraron que el niño presentaba edema pulmonar agudo, miocardiopatía dilatada e insuficiencia mitral.
Tras cuatro días de tratamiento sin mejoría, el niño fue trasladado al Hospital Infantil de Ciudad Ho Chi Minh. Según el Dr. Nguyen Minh Tien, subdirector del Hospital Infantil de Ciudad Ho Chi Minh, al momento del ingreso, el niño presentaba letargo, presión arterial baja, taquicardia y requería asistencia respiratoria.

Los niños reciben tratamiento intensivo en el Hospital Infantil de la Ciudad (Foto: Hospital).
Con base en los resultados de las pruebas y el ecocardiograma, así como en las manifestaciones clínicas, los médicos diagnosticaron al niño con miocarditis fulminante, shock cardiogénico, neumonía y edema pulmonar. El paciente continuó con ventilación mecánica, tratado con vasopresores, antibióticos, corrección electrolítica y del equilibrio ácido-base, y diuréticos.
Después de casi dos semanas de tratamiento, el niño mejoró gradualmente, se redujeron los medicamentos vasopresores y finalmente se suspendieron, la neumonía mejoró y se retiró el tubo endotraqueal.
Sin embargo, tras la desconexión gradual del respirador, el bebé A. experimentó dificultad para respirar y cianosis. Una radiografía de tórax reveló edema pulmonar agudo, por lo que fue reintubado y se le administraron vasopresores y diuréticos.
Con base en los resultados de las pruebas clínicas, los médicos detectaron una anomalía en las arterias coronarias del niño. En concreto, la arteria coronaria izquierda se originaba en el seno coronario derecho, en lugar del izquierdo, como es habitual. De inmediato, el equipo programó una cirugía cardíaca correctiva. Tras la cirugía, el niño se recuperó gradualmente, se le retiraron los drenajes y se le retiró el respirador con éxito.
Al compartir sus opiniones sobre este caso, el Dr. Tien enfatizó que se trata de un caso poco común en cardiología pediátrica. Las malformaciones de las arterias coronarias que se originan anormalmente en el seno contralateral de la aorta son anomalías poco frecuentes, que se presentan solo en aproximadamente el 0,1 % de la población. Esta afección es muy peligrosa y conlleva riesgo de muerte súbita cardíaca en niños y deportistas.
El Dr. Tien aconseja que, en el caso de los niños que de repente se quejan de fatiga durante el esfuerzo o se desmayan, los padres deben llevarlos a un centro médico con un especialista en cardiología para verificar si hay problemas en el corazón y las arterias coronarias con el fin de detectar anomalías tempranas en los vasos sanguíneos del corazón y recibir una intervención oportuna.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/be-gai-met-sau-khi-chay-the-duc-duoc-phat-hien-mac-benh-hiem-20251017141742157.htm






Kommentar (0)