El impacto a largo plazo de la inteligencia artificial (IA) es uno de los temas más debatidos en Silicon Valley.
El director ejecutivo de Nvidia, Jensen Huang, predice que todos los empleos se transformarán y que la semana laboral podría reducirse a cuatro días. Bill Gates incluso cree que pronto los humanos podrían dejar de ser necesarios para la mayoría de las cosas, mientras que Elon Musk cree que la mayoría de la gente no tendrá que trabajar en absoluto en menos de 20 años.
Si bien estas predicciones pueden parecer extremas, no solo son plausibles, sino también probables, según Geoffrey Hinton, informático británico conocido como el "padre de la IA". Hinton advierte que este cambio podría causar una profunda conmoción económica que dejaría a millones de trabajadores rezagados.
En una reciente discusión con el senador Bernie Sanders en la Universidad de Georgetown, el Sr. Hinton dijo que muchas personas creen que el mundo se enfrentará a un desempleo masivo causado por la IA.
Vender tecnologías de IA que puedan reemplazar empleos humanos a un costo mucho menor es una de las principales fuentes de ingresos para que las empresas tecnológicas recauden el billón de dólares que invierten en centros de datos y chips. Por eso, estas empresas apuestan firmemente a que la IA reemplazará a muchos trabajadores.
El Sr. Hinton se ha mostrado cada vez más abierto a denunciar lo que considera prioridades equivocadas de las grandes empresas tecnológicas. Recientemente declaró a la revista Fortune que la industria se rige más por las ganancias a corto plazo que por el progreso científico , lo que impulsa una tendencia a sustituir a los trabajadores por sistemas de inteligencia artificial más económicos.

Sus advertencias surgen en un momento en que el rápido crecimiento de la IA se enfrenta a nuevas críticas. Se espera que OpenAI, creador de la aplicación de IA ChatGPT, no sea rentable hasta al menos 2030 y podría necesitar más de 207 000 millones de dólares para impulsar su crecimiento, según estimaciones de HSBC.
Mientras tanto, en un informe publicado en octubre de 2025, basado en parte en las estimaciones de ChatGPT, el senador Bernie Sanders advirtió que casi 100 millones de empleos en Estados Unidos podrían ser reemplazados por la automatización. Los trabajadores de restaurantes de comida rápida, atención al cliente y trabajos manuales enfrentan algunos de los mayores riesgos, pero los puestos de contabilidad, desarrollo de software y enfermería también podrían sufrir recortes significativos.
Según el informe Future of Jobs 2023 del Foro Económico Mundial (WEF), muchas habilidades de los trabajadores se verán afectadas por las nuevas tecnologías en los próximos 5 años, de las cuales la IA es el factor principal.
La consultora de gestión McKinsey estima que hasta el 30 % de las horas laborales actuales podrían automatizarse para 2030, especialmente en empleos que implican tareas repetitivas y procesamiento de datos. Esto significa que puestos como la entrada de datos, la atención al cliente básica, la moderación de contenido e incluso el análisis intermedio de datos están en riesgo.
Las razones son claras: la IA es capaz de procesar enormes cantidades de datos a velocidades muy superiores a las de los humanos y es cada vez más sofisticada en la generación de texto, imágenes e incluso programación. Cuando las empresas se enfrentan a la presión de reducir costes, tiene sentido optar por la tecnología en lugar de por los humanos en áreas de bajo valor añadido.
De hecho, en los últimos dos años una serie de empresas tecnológicas estadounidenses han recortado personal en los departamentos administrativos, de atención al cliente y de comunicaciones, alegando que la IA puede realizar el trabajo de forma más efectiva.
Sin embargo, considerar la IA únicamente como un "reemplazo" ignora el valor a largo plazo que aporta a los recursos humanos. Además de eliminar empleos, la IA también crea nuevas oportunidades profesionales.
Según la firma auditora PwC, las industrias basadas en IA podrían contribuir con 15,7 billones de dólares adicionales (equivalente a un aumento del 14%) a la economía global para 2030, lo que significa que aparecerán millones de nuevos empleos en programación, análisis de datos, entrenamiento de modelos, gobernanza ética y cuestiones legales para la IA.
Desde una perspectiva empresarial, la IA ayuda a optimizar la productividad laboral. En lugar de dedicar horas a la introducción de datos o a la elaboración de informes periódicos, los empleados pueden centrarse en el análisis estratégico, la innovación de productos o una atención al cliente más exhaustiva.
Muchas grandes corporaciones, como Unilever o Siemens, han aplicado la IA en la contratación y la gestión de recursos humanos, lo que permite acortar el tiempo de procesamiento de documentos y, al mismo tiempo, ofrecer evaluaciones más objetivas. En el ámbito de la educación y la formación, la IA también facilita la personalización de los programas de aprendizaje, ayudando a los trabajadores a complementar rápidamente las habilidades necesarias para adaptarse al cambio.

Sin embargo, la aplicación de la IA también plantea numerosos desafíos. En primer lugar, existe el riesgo de una pérdida de empleos a gran escala. Un estudio del banco Goldman Sachs muestra que cerca de 300 millones de empleos a nivel mundial podrían verse afectados por la IA, especialmente en los sectores de servicios y oficinas. Esto no solo afecta los ingresos de millones de trabajadores, sino que también puede aumentar la desigualdad social. Quienes poseen altas cualificaciones y un rápido acceso a la tecnología se beneficiarán, mientras que el grupo de trabajadores no cualificados o de mayor edad corre el riesgo de quedar rezagado.
Otra consecuencia es la excesiva dependencia de la tecnología. Si las empresas solo se centran en reducir costes sustituyendo a los humanos por IA, podrían perder los elementos creativos, emocionales y humanos, valores que a las máquinas les resulta difícil reemplazar.
Además, el uso de IA también plantea problemas éticos y de privacidad. Los sistemas de IA aún pueden generar sesgos en las decisiones de contratación o las evaluaciones de desempeño si los datos de capacitación son incompletos o carecen de diversidad.
Del lado gubernamental, la presión es mayor para ajustar rápidamente las políticas laborales y educativas. La capacitación de millones de trabajadores no puede lograrse de la noche a la mañana, mientras que la velocidad del desarrollo de la IA supera con creces la capacidad de adaptación de muchos países. Sin una estrategia integral, la brecha de habilidades entre los grupos laborales se ampliará, creando una inestabilidad social impredecible.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/cha-de-cua-ai-canh-bao-ve-tinh-trang-that-nghiep-hang-loat-post1081205.vnp










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