Palabras clave: industria cultural, inteligencia artificial, transformación digital, creación de contenidos, preservación del patrimonio.
Resumen: El artículo analiza el profundo impacto de la tecnología digital y la inteligencia artificial (IA) en la industria cultural global. La explosión de tecnologías creativas como la IA generativa, la IA visual, las plataformas digitales y los espacios virtuales está reestructurando el proceso creativo, los métodos de distribución y los modelos de consumo cultural. Además de las oportunidades para promover la creatividad, ampliar el acceso y preservar el patrimonio, el artículo aclara los desafíos relacionados con los derechos de autor, la ética, la identificación de artistas y la desigualdad tecnológica. A partir de ahí, el autor propone directrices políticas y estrategias para el desarrollo cultural sostenible, garantizando la diversidad, la identidad y la humanidad en la era digital.
Palabras clave: industria cultural, inteligencia artificial, transformación digital, creación de contenidos, preservación del patrimonio.

Visitantes extranjeros utilizan el sistema de guía turística automática en el Museo de Mujeres de Vietnam - Foto: baotangphunu.org.vn
La industria cultural (CNVH) es uno de los sectores más afectados por la ola de transformación digital y el desarrollo de la IA. Según un informe de la UNESCO (2022), la industria cultural y creativa contribuye con aproximadamente el 3,1 % del PIB mundial y genera más de 30 millones de empleos. Sin embargo, desde la pandemia de COVID-19 y con el auge de tecnologías como ChatGPT, Midjourney, Stable Diffusion o las plataformas metaversas, esta industria está experimentando una rápida transformación sin precedentes.
La IA, que ya no es una mera herramienta de apoyo, ha participado directamente en el proceso de creación cultural, desde la composición musical, la pintura y la producción cinematográfica hasta la personalización de las experiencias de usuario. El problema no se limita a la tecnología, sino que también plantea desafíos en materia de derechos de autor, valor artístico, identidad creativa, el rol de los humanos y el equilibrio en el acceso y la propiedad del contenido.
En 2023, la canción Heart on My Sleeve, generada por IA y con voces que imitaban a Drake y The Weeknd, causó controversia mundial. A pesar de su gran popularidad en redes sociales, la canción fue eliminada de las plataformas oficiales por infracción de derechos de autor. Esto demuestra que las leyes de propiedad intelectual actuales, tanto a nivel mundial como nacional, no se han adaptado al desarrollo tecnológico.
1. Fundamento teórico y método de análisis de la transformación de la CNVH en el contexto de la tecnología digital y la inteligencia artificial
Theodor Adorno y Max Horkheimer, en su obra Dialéctica de la Ilustración (1), sentaron las bases del concepto de «industria cultural», criticando la producción en masa de productos culturales como una forma de estandarización, comercialización y condicionamiento social. En consecuencia, la cultura en la sociedad capitalista ya no es un medio de liberación, sino una herramienta para mantener el orden social y controlar la conciencia.
Aunque esta teoría nació en el contexto del dinero digital, todavía tiene un valor de referencia importante para analizar el papel de las plataformas de IA en la actualidad, donde los productos culturales digitales también son fácilmente homogeneizados por algoritmos y objetivos de lucro.
En "Convergence Culture: Where Old and New Media" (2), Jenkins introduce el concepto de "cultura participativa", enfatizando el rol activo del público en la creación y reproducción de contenido a través de plataformas digitales. En el entorno digital, las fronteras entre productores y consumidores se difuminan, creando comunidades creativas donde cada individuo puede ser tanto público como creador.
A medida que la IA se vuelve más accesible como herramienta de creación de contenido, esta teoría se expande: la IA no es solo una herramienta para creadores profesionales, sino también un "asistente creativo" para usuarios comunes. Sin embargo, esto también nos lleva a la pregunta: ¿quién es el verdadero autor, el usuario de la herramienta o el algoritmo?
Lawrence Lessig en su libro Código y otras leyes del ciberespacio sostiene que, en el mundo digital, “el código es ley”, lo que significa que la forma en que se programa el software controlará el comportamiento del usuario de manera similar a las leyes de la sociedad.
Aplicados al contexto actual de la cultura, los algoritmos de IA, desde las recomendaciones de contenidos en YouTube y TikTok hasta los sistemas de filtrado de contenidos, no son sólo herramientas técnicas, sino que actúan como “arquitectos” del acceso, de las experiencias culturales y de las formas ocultas de censura.
Gillespie argumenta que los algoritmos no son solo herramientas neutrales, sino que tienen el poder de crear una realidad cultural. Cuando se utiliza la IA para recomendar, filtrar y clasificar contenido, también determina qué se ve y qué se excluye, influyendo así en los gustos, los patrones estéticos y las percepciones sociales.
En un contexto cultural fuertemente impulsado por sistemas de recomendación automatizados, la teoría de Gillespie ayuda a identificar las barreras invisibles creadas por la tecnología, particularmente para mantener la diversidad cultural y el acceso equitativo.
En La era del capitalismo de vigilancia, Zuboff advierte sobre el «capitalismo de vigilancia», donde los datos de comportamiento de los usuarios se explotan para manipular el comportamiento del consumidor. En la industria cultural, esto conduce a una sobreindividualización, exponiendo a los usuarios al mismo contenido, reforzando las «burbujas culturales» y empobreciendo el espacio creativo.
Zuboff nos ayuda a ver la relación entre la IA y el poder de los datos en la cultura global: quien controla los datos, controla la creación y difusión de la cultura.
Se realizó un análisis de contenido de documentos de política internacional (UNESCO, OMPI, UNCTAD), trabajos académicos, informes de la industria creativa y estudios de caso sobre aplicaciones de IA en el sector cultural. El contenido se clasificó por tema (creatividad, derechos de autor, ética, consumo, políticas), estableciendo así las principales dimensiones del impacto de la IA en la industria cultural.
La selección de casos específicos ayuda a identificar tendencias que están transformando el entorno creativo, institucionalizando los derechos de autor digitales y formando nuevos estándares éticos en la producción cultural.
Sintetizar la teoría y la práctica ayuda a vincular los marcos teóricos con manifestaciones concretas en la práctica: desde cómo la IA transforma la cadena de valor de los productos culturales hasta las emergentes disputas sobre derechos de autor y los cambios en las políticas globales. Esta síntesis multidimensional facilita la propuesta de directrices políticas que garanticen la innovación y protejan los intereses culturales de la comunidad.
2. Contexto global y movimientos de política cultural
Durante la última década, la explosión de la tecnología digital y la IA ha provocado una reestructuración integral del ecosistema cultural global. A escala global, grandes corporaciones tecnológicas como Google, Meta, Amazon, ByteDance y Tencent están desempeñando gradualmente el papel de "superentidades culturales", controlando el espacio creativo, los mercados de consumo y los sistemas transfronterizos de distribución de contenido digital.
Un estudio de la UNESCO (2021) reveló que más del 80 % del contenido digital es producido y distribuido por empresas con sede en menos de diez países, principalmente en América del Norte y Asia Oriental. Esto podría generar desequilibrios en el flujo global de información cultural, socavando la diversidad cultural, uno de los principios fundamentales de la Convención de la UNESCO de 2005 sobre la Protección y la Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales.
Además, la presencia de tecnologías de IA generativa como ChatGPT, Midjourney, DALL·E, Stable Diffusion... está creando una competencia directa con el personal creativo. Según un informe de PwC (2023), alrededor del 28 % de las empresas del sector de los medios de comunicación y el entretenimiento en Europa y EE. UU. han probado la IA para producir contenido y reemplazar a los equipos creativos tradicionales.
El caso de la canción generada por IA, Heart on My Sleeve, que imita a dos artistas famosos, Drake y The Weeknd (2023), ha obligado a Universal Music Group a intervenir legalmente. El caso plantea cuestiones complejas sobre los derechos de autor de voces, imágenes y estilos de interpretación, elementos que no están claramente definidos por la legislación actual en materia de derechos de autor en la era digital.
Ante los rápidos cambios tecnológicos, organizaciones internacionales como la UNESCO, la OMPI, la UNCTAD y la OCDE han comenzado a proporcionar recomendaciones y marcos de políticas para gestionar el desarrollo de la cultura digital.
La UNESCO, como agencia de las Naciones Unidas para la cultura, ha publicado varios informes que advierten sobre los desequilibrios en el acceso y la creación de contenidos. El informe Reshaping Policies for Creativity (2022) destaca: «Si bien la tecnología crea nuevos espacios creativos, sin el apoyo político adecuado, la IA y los algoritmos pueden reforzar el dominio de unos pocos ecosistemas culturales, debilitando las identidades locales».
La UNESCO llama a los países a desarrollar políticas digitales inclusivas, priorizar el desarrollo de la capacidad creativa nacional y establecer regulaciones para aumentar la transparencia de las plataformas de IA en la distribución de contenidos.
La OMPI está promoviendo actualmente un proceso de consulta global para actualizar las leyes de derechos de autor, que pone énfasis en tres desafíos principales: los derechos de autor de los productos generados por IA; los derechos sobre los datos utilizados para entrenar a la IA; y los derechos morales en el entorno digital.
En el Diálogo de la OMPI sobre PI e IA (septiembre de 2023), muchos países expresaron su preocupación por el uso de herramientas de IA de obras culturales sin la autorización de los titulares de derechos. La pregunta clave que se planteó fue: ¿Puede la IA ser autora? De no serlo, ¿quién es el propietario de los productos creados por la IA?
La OCDE ha publicado los Principios para una IA responsable, un conjunto de recomendaciones de carácter global que enfatizan que la IA debe ser “transparente, responsable, centrada en el ser humano y socialmente justa”.
En el ámbito de la cultura, esto significa establecer estándares éticos para el uso de IA en la creación y distribución de contenidos, incluyendo: transparencia en el origen del contenido, lucha contra la manipulación emocional, protección de grupos vulnerables y apoyo a los pequeños creadores.
La Unión Europea (UE) es pionera en la creación de un marco legal para la IA y la cultura. La Ley de IA de la UE (2024) clasifica los sistemas de IA según sus niveles de riesgo y exige que los sistemas de IA generadores de contenido divulguen el uso de datos de entrenamiento y etiqueten el contenido generado por IA.
Además, la UE sigue promoviendo el programa Europa Creativa para brindar apoyo financiero a los creadores locales, especialmente a aquellos que operan fuera del gran ecosistema tecnológico.
En EE. UU., las políticas siguen estando en gran medida impulsadas por el mercado, pero existen fuertes movimientos en el ámbito legal. La Oficina de Derechos de Autor de EE. UU. ha celebrado audiencias para recabar la opinión de la comunidad creativa sobre la IA y los derechos de autor.
A partir de 2024, EE. UU. no reconoce a la IA como autor legal de ninguna obra, y los productos creados completamente por IA (sin intervención creativa humana) no están protegidos por derechos de autor.
China ha emitido una normativa denominada "Directrices para el contenido sintético generado por IA", que exige que los productos de IA estén claramente etiquetados y no distorsionen la verdad. El gobierno también ha invertido considerablemente en plataformas nacionales de innovación como Baidu ERNIE e iFlyTek para promover la soberanía tecnológica y cultural.
3. El impacto de la inteligencia artificial en la cadena de valor industrial global
La cadena de valor cultural tradicional comprende las siguientes etapas: creación, producción, distribución, consumo, almacenamiento y preservación. En el contexto del rápido desarrollo de la IA, cada eslabón de esta cadena se está reestructurando profundamente, lo que genera tanto oportunidades como riesgos para el ecosistema cultural global.
La IA ha penetrado profundamente en la etapa creativa, considerada el alma de CNVH. Modelos de IA de contenido como GPT-4, Claude, Midjourney, DALL·E 3, Stable Diffusion y Suno.ai pueden generar texto, imágenes, música y animaciones con gran detalle y velocidad instantánea.
En música, Suno.ai permite a los usuarios componer canciones con solo unas pocas líneas de descripción, desde música clásica hasta rap moderno. En pintura, Midjourney ayuda a crear gráficos de calidad casi profesional, al estilo de Van Gogh o Cyberpunk. En literatura, ChatGPT ha colaborado con la edición de libros, la redacción de textos para revistas e incluso poesía en varios idiomas.
La IA ya no es solo una herramienta auxiliar, sino que se está convirtiendo gradualmente en un "coautor". Esto obliga al mundo académico y político a reexaminar la cuestión de la originalidad, la creatividad y el papel de los humanos en el arte. Muchos investigadores, como Marcus du Sautoy, advierten: "Si la creatividad es el resultado de algoritmos, ¿sigue siendo el arte una expresión profundamente humana?" (3).
Durante el proceso de producción, la IA ayuda a reducir significativamente los costos y el tiempo a través de: edición de video con IA, con herramientas como Runway, Pika Labs; doblaje y traducción automáticos (Papercup, ElevenLabs pueden simular voces famosas en muchos idiomas); diseño de maquetación, carteles, tráilers (Canva AI, Adobe Firefly AI admite incluso unidades pequeñas en diseño profesional).
BuzzFeed Media anunció que para 2023 utilizará IA para crear una serie de cuestionarios y artículos basados en el modelo de "contenido hiperpersonalizado", lo que reducirá el coste de producción de contenido en un 40 %. Sin embargo, esto también aumenta la homogeneización del contenido cuando los productos culturales se crean según un modelo predeterminado, lo que reduce la creatividad y las diferencias culturales locales.
Los algoritmos de IA son los nuevos guardianes del sistema de distribución de contenido. En plataformas como YouTube, TikTok, Spotify, Netflix... los algoritmos deciden en gran medida lo que ven los usuarios en función de su comportamiento, datos personales e interacciones en la red.
Según MIT Technology Review, más del 70 % del contenido al que acceden los usuarios en YouTube es recomendado por algoritmos. Esto plantea dos problemas principales: uno es el efecto de cámara de eco: los usuarios solo acceden a contenido que refuerza sus opiniones personales, lo que aumenta la polarización cultural y cognitiva; y el otro es el sesgo algorítmico: el contenido no occidental, menos popular o en lenguas minoritarias puede quedar excluido del ecosistema de visualización.
En respuesta, la UE exige a las principales plataformas digitales que revelen públicamente cómo funcionan sus algoritmos de distribución de contenidos, a través de la Ley de Servicios Digitales.
Los consumidores culturales de hoy ya no acceden a los contenidos de forma colectiva (viendo películas en el cine, escuchando música en cafés...) sino que pasan a un consumo personalizado, en cualquier momento, en cualquier lugar y con cualquier dispositivo.
Los asistentes de recomendación cultural como Netflix o Spotify cuentan con sistemas de IA que analizan el comportamiento del usuario para sugerir películas, libros y música. Los usuarios pueden "solicitar" un cuento infantil escrito específicamente para el personaje de su hijo (aplicación de narración con IA). La realidad virtual, combinada con la IA, crea "museos virtuales" donde los espectadores son "guiados" por personajes de IA que parecen personas reales.
El Museo del Louvre se ha asociado con la startup francesa Touch para recrear una visita guiada de Leonardo da Vinci con una guía de inteligencia artificial basada en la voz real del historiador. Sin embargo, esto también socava la «experiencia cultural colectiva», piedra angular del arte y la tradición.
La IA se está aplicando para preservar y recrear el patrimonio cultural tangible e intangible. Por ejemplo, la IA restaura arquitectura antigua: Notre Dame (París) fue digitalizada en 3D mediante IA tras el incendio de 2019; recrea voces famosas: Project Revoice ayuda a recuperar la voz del activista Stephen Hawking; preserva las lenguas indígenas: Google AI facilita el archivo, la traducción y el entrenamiento de modelos lingüísticos para lenguas minoritarias como el quechua, el ainu y el maorí... Sin embargo, la intervención de la IA en el patrimonio también genera controversia sobre su autenticidad. Algunos afirman: «La IA puede reconstruir lo que se ha perdido, pero ¿sigue siendo memoria real?».
4. Desafíos e implicaciones políticas para el desarrollo actual de la CNVH
La IA y la transformación digital están transformando todo el ecosistema global de TI. Además del enorme potencial de productividad, eficiencia e innovación, esta ola tecnológica también plantea numerosos desafíos nuevos en términos de derecho, ética, sociedad e identidad cultural. Por lo tanto, es urgente definir políticas, instituciones de gobernanza y estrategias de desarrollo de TI en la era de la IA.
Una de las cuestiones más importantes es la siguiente: ¿Quién es el propietario de las obras generadas por IA? Si una pintura nace de Midjourney o una canción es creada por Suno.ai, ¿es la persona que "introdujo el comando" el autor? ¿O es el producto del desarrollador del algoritmo?
En 2023, la Oficina de Propiedad Intelectual del Reino Unido anunció que dejaría de reconocer los derechos de autor de las obras creadas íntegramente por máquinas sin intervención humana significativa. De igual manera, la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos (USCO) se negó a proteger el cómic Zarya of the Dawn porque sus imágenes fueron creadas a partir de Midjourney.
Además, muchos artistas han demandado a empresas de IA por usar sus datos para entrenamiento sin permiso. Por ejemplo, Getty Images demandó a Stability AI por "entrenar su modelo Stable Diffusion con millones de imágenes con derechos de autor".
Por lo tanto, se necesita un marco legal nacional e internacional que defina claramente el papel de los humanos en la cadena de creación de contenido de IA. Al mismo tiempo, es necesario garantizar la transparencia de las fuentes de datos para los modelos de entrenamiento y crear un mecanismo justo de reparto de beneficios entre la tecnología y los artistas.
Según el informe 2023 del Foro Económico Mundial, el grupo de ocupaciones más vulnerables al reemplazo de IA en el campo creativo incluye: editores, periodistas, redactores de contenido, músicos de fondo, ilustradores, actores de voz, etc.
El desarrollo de la IA de síntesis multimedia puede reemplazar a todo el equipo de producción de video, desde el guionista y el director hasta la posproducción. Esto genera preocupación por el desempleo a gran escala en la industria creativa.
Por ejemplo, durante la huelga de 2023 del Sindicato de Guionistas y Actores de Hollywood (WGA/SAG-AFTRA), una de las demandas fue restringir que la IA utilice imágenes y voces de artistas sin permiso.
Por lo tanto, el Estado necesita una política para capacitar y mejorar las habilidades digitales de la fuerza laboral creativa. Al mismo tiempo, establecer una ética de la IA en el sector de las artes y los medios de comunicación, garantizando que la IA apoye, y no reemplace, a los humanos.
La IA ahora es capaz de crear contenido falso extremadamente sofisticado, especialmente vídeos deepfake, voces artificiales e imágenes falsas que distorsionan la historia, la cultura o la información política. Esto provoca una crisis de confianza en los medios de comunicación y las obras culturales, así como la rápida propagación de desinformación en las plataformas digitales. Un ejemplo típico: durante la campaña presidencial estadounidense de 2024, se difundieron una serie de clips de audio falsos de la voz de Joe Biden para orientar a la opinión pública, aunque posteriormente se verificó que fueron creados por IA.
Además, los algoritmos de recomendación de las plataformas digitales (TikTok, YouTube, etc.) también pueden polarizar las opiniones, promoviendo una cultura de consumo digital rápida, superficial y adictiva. Por lo tanto, se necesita un mecanismo transparente de revisión por pares de IA que verifique la veracidad mediante IA. Al mismo tiempo, se debe establecer un sistema para etiquetar el contenido generado por IA, como el que se está probando en Europa. Además, es necesario aplicar las leyes de responsabilidad de las plataformas a las redes sociales.
La IA global se entrena principalmente con datos en inglés y occidental, lo que conlleva el riesgo de asimilar contenido según los estándares de las culturas dominantes. Mientras tanto, muchas culturas indígenas, lenguas minoritarias y creencias tradicionales no se han digitalizado o cuentan con datos de entrenamiento limitados. Esto conlleva el riesgo de que las culturas locales desaparezcan del espacio digital. Los productos culturales creados por la IA se distorsionan debido a la falta de comprensión contextual, como las aplicaciones de IA que traducen canciones populares tay al inglés, pero omiten los rituales y símbolos locales, lo que da lugar a productos culturalmente distorsionados.
Esto requiere inversión en la digitalización y estandarización de datos culturales étnicos para introducirlos en el sistema de IA; al mismo tiempo, centrarse en el desarrollo de pequeños modelos lingüísticos para las lenguas minoritarias; y construir criterios éticos y estándares de IA en la preservación cultural.
5. Conclusión
La industria cultural se encuentra en un punto de inflexión crucial en su historia de desarrollo, ante la ola de transformación digital y el fuerte auge de la IA. La aparición de modelos de IA generativa como ChatGPT, Midjourney, Sora o Suno está transformando profundamente la forma en que las personas crean, consumen y preservan los valores culturales. Si bien muchos países y organizaciones internacionales se esfuerzan por crear instituciones de gestión adecuadas, aún existe una gran brecha en las políticas y estrategias para el desarrollo de la industria cultural en la era de la IA, especialmente en los países en desarrollo.
Vietnam, un país con una rica identidad cultural y en plena transformación digital, necesita construir una estrategia sostenible para el desarrollo de su cultura digital. Esta estrategia combina armoniosamente la innovación tecnológica y la preservación cultural, aprovechando los recursos de la IA y protegiendo los derechos legítimos de las personas en el ecosistema creativo.
En términos de políticas, se debe dar prioridad al perfeccionamiento del marco jurídico relacionado con los derechos de autor y la IA; al mismo tiempo, invertir en la digitalización de los datos sobre el patrimonio cultural y las lenguas indígenas; construir un sistema educativo para formar fuerzas creativas digitales con habilidades digitales y pensamiento innovador; y promover el desarrollo de modelos nacionales de IA asociados con la identidad cultural nacional.
El futuro de la cultura depende no solo de la tecnología, sino también de cómo las personas la utilizan para servir a la comunidad y preservar los valores culturales. La IA puede ser un "pincel nuevo" para los artistas, una "pluma nueva" para escritores y artistas, pero son las personas con conocimientos, emociones y responsabilidades quienes forjan la identidad cultural de la época.
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1. Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialéctica de la Ilustración, Ámsterdam, 1947.
2. Henry Jenkins, Cultura de convergencia: dónde convergen los viejos y los nuevos medios, NYU Press, Nueva York, 2006.
3. Marcus du Sautoy, El código de la creatividad: cómo la IA está aprendiendo a escribir, pintar y pensar, Harper Collins UK, 2020.
Referencias
1. Mai Hai Oanh, Globalización cultural y el modelo de desarrollo cultural vietnamita contemporáneo, tapchicongsan.org.vn, 11 de noviembre de 2021.
2. Truong Vui, Desarrollo de las industrias culturales creativas de Vietnam en la era digital, baodantoc.vn, 23 de agosto de 2023.
Fecha de recepción del artículo por el Consejo Editorial: 25 de septiembre de 2025; Fecha de revisión, evaluación y corrección: 10 de octubre de 2025; Fecha de aprobación: 21 de octubre de 2025.
Dra. Ha Thuy Mai
Revista de Literatura y Artes No. 624, noviembre de 2025
Fuente: https://baotanghochiminh.vn/cong-nghiep-van-hoa-toan-cau-trong-ky-nguyen-so-va-tri-tue-nhan-tao-co-hoi-thach-thuc-va-hanh-dong-chinh-sach.htm






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