El zinc es un oligoelemento esencial para el desarrollo infantil. Su deficiencia puede conllevar numerosos riesgos para la salud.
Con la función de sintetizar proteínas por mecanismo enzimático, la suplementación con zinc es una forma de promover el desarrollo físico de los niños así como mantener la actividad del sistema inmunológico, ayudando a los niños a mantenerse saludables y luchar contra patógenos peligrosos.
El zinc juega un papel importante en la prevención de enfermedades, ayudando a fortalecer el sistema inmunológico y en la producción de células, desde el embarazo hasta el desarrollo posterior del niño.
El zinc afecta la síntesis de proteínas en el cuerpo de los niños, promueve la división celular y ayuda a los niños a crecer más altos.
Además, el zinc también ayuda a mantener y proteger las células gustativas y olfativas. La deficiencia de zinc afecta el metabolismo de las células gustativas, causando anorexia debido a trastornos del gusto.
El zinc también contribuye al desarrollo y mantenimiento del funcionamiento eficaz del sistema inmunitario, necesario para proteger el organismo contra enfermedades y acelerar la cicatrización de heridas. La deficiencia de zinc reduce el desarrollo y la función de la mayoría de las células inmunitarias, incluyendo los linfocitos T y B.

Pérdida de apetito, poco apetito… son síntomas típicos cuando los niños carecen de zinc.
Causas de la deficiencia de zinc en niños
- Deficiencia: Bebés prematuros, de bajo peso al nacer, falta de zinc en el útero, suplementos de mala calidad, anorexia por infecciones, nutrición intravenosa prolongada...
- Por excreción rápida: Diarrea, sudoración profusa.
- Debido a la anemia: El zinc y el hierro tienen una distribución y un origen casi idénticos en los alimentos. Los factores que afectan la digestión y la absorción del hierro y el zinc también son similares.
- Debido a infecciones prolongadas o enfermedades congénitas relacionadas con la absorción y el metabolismo del zinc.
Signos de deficiencia de zinc
En los niños pequeños, la deficiencia de zinc no es tan difícil de reconocer, ya que afecta directamente a problemas de salud que las madres pueden detectar fácilmente. Signos comunes de deficiencia de zinc en niños:
- Anorexia, pérdida de apetito.
- No me gusta comer carne, pescado.
- Estreñimiento leve.
- El sueño no es profundo, a menudo doy vueltas en la cama durante la noche y me desperto muchas veces.
- El cabello débil y que se quiebra con facilidad suele sufrir enfermedades respiratorias como dolor de garganta, bronquitis o trastornos digestivos...
- Crecimiento lento tanto en altura como en peso.
A largo plazo, la deficiencia de zinc en niños puede causar desnutrición y un crecimiento lento. La deficiencia de zinc afecta negativamente su estatura, desarrollo físico, sistema nervioso e inmunitario. Además, si el cuerpo del niño no satisface sus necesidades de zinc, se produce retraso en el crecimiento, disminución de la función de la mayoría de las células inmunitarias y riesgo de enfermedades infecciosas.
Alimentos ricos en zinc
Para los niños menores de 6 meses, la única fuente de zinc es la leche materna. Sin embargo, la cantidad de zinc en la leche materna disminuirá gradualmente con el tiempo. Por lo tanto, las madres deben mantener la cantidad de zinc en la leche y complementar su dieta para evitar casos de deficiencia de zinc en los bebés.
Para los niños de 6 meses y mayores, los padres pueden complementar el zinc a sus hijos a través de los alimentos.
Complementar el zinc infantil a través de los alimentos en la dieta diaria es bastante sencillo para las familias. Para ello, los padres deben prestar atención a aumentar el consumo de alimentos ricos en zinc, en concreto:
Complemente el zinc para los niños a través de los alimentos en la dieta diaria.
- Ostras, camarones, cangrejos: Estos son los mariscos más ricos en zinc para satisfacer las necesidades de zinc de los niños. Además, estos mariscos también aportan al cuerpo del bebé suficientes proteínas, minerales esenciales y vitaminas.
- Frijoles: Los frijoles como los negros, los ejotes, los rojos y los blancos tienen un alto contenido de zinc. Además, son una fuente de fibra y hierro, lo cual es beneficioso para la alimentación infantil.
- Frutos secos: Los frutos secos en general y en especial 4 tipos de frutos secos: semillas de calabaza, anacardos, cacahuetes, semillas de chía ayudan a aportar una gran cantidad de zinc al organismo de los niños.
- Verduras: Las verduras con mayor contenido de fibra también son una fuente potencial de zinc. Las madres deberían añadir champiñones, brócoli y ajo a las comidas de sus hijos para asegurar que se cubran sus necesidades de zinc.
- Leche y productos lácteos: La leche y los productos lácteos son una fuente de calcio y también proporcionan una cantidad significativa de zinc para los niños.
- Para ayudar a los niños a absorber mejor el zinc, deben complementar la vitamina C con frutas frescas ricas en vitamina C natural, como naranjas, mandarinas, limones, pomelos, etc.
Nota, los niños con riesgo de deficiencia de zinc, como bebés prematuros, desnutrición fetal, bebés nacidos de madres con deficiencia de zinc, niños desnutridos... necesitan ser examinados y consultados por un pediatra o nutricionista para recibir una suplementación de zinc adecuada y oportuna.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/dau-hieu-thieu-kem-thuong-gap-o-tre-va-cac-thuc-pham-giau-kem-172241206225632101.htm
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