Hanoi: Las fuertes lluvias después de una serie de días calurosos son un tipo de clima tóxico que puede enfermar a las personas, especialmente a los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La semana pasada, el norte experimentó un calor generalizado, con temperaturas extremas en muchos lugares (superiores a 37 grados Celsius). Sin embargo, según el Centro Nacional de Pronóstico Hidrometeorológico, a partir del 23 de mayo, esta zona se verá afectada por una masa de aire frío que provocará lluvias, tormentas eléctricas y granizo en muchos lugares.
El doctor Dinh The Tien, del Departamento de Medicina Interna del Hospital General Duc Giang, explicó que este tipo de clima es perjudicial para todos, ya que facilita las enfermedades, especialmente gripes, resfriados y enfermedades respiratorias, ya que el cuerpo no se adapta a tiempo. El calor prolongado agota y cansa al cuerpo, obligándolo a irradiar calor continuamente. "Cuando hace frío o llueve, los vasos sanguíneos no tienen tiempo de contraerse, lo que puede provocar fácilmente pérdida de calor, resfriado y una rápida disminución de la fuerza física", explicó el doctor.
En días calurosos, la lluvia puede refrescar el clima, pero la alta humedad del aire, combinada con el calor del agua que se evapora del suelo, también es perjudicial para la salud. A mayor humedad, mayor vapor de agua, además de los numerosos microorganismos y bacterias presentes en el suelo que se descomponen, creando un olor fétido y desagradable. Las personas sensibles a las enfermedades respiratorias también son propensas a los resfriados debido a su mala adaptación.
El Dr. Bui Duc Ngot, del Departamento de Cirugía General del Hospital de Correos, compartió la misma opinión: cuando el cuerpo se calienta demasiado, la lluvia provoca un mal funcionamiento del sistema de termorregulación y dificulta la adaptación a tiempo. En casos leves, el cuerpo presenta cansancio y dolores, o en casos más graves, aumento de la presión arterial y la glucemia, y se presentan enfermedades respiratorias. Además, cuando el clima cambia repentinamente, la barrera protectora del cuerpo se debilita, haciéndolo más susceptible a bacterias y microorganismos.
Además, cuando llueve, se arrastran desechos como residuos domésticos, excrementos animales, etc., contaminando el agua y creando condiciones propicias para la proliferación de microorganismos y parásitos que causan enfermedades cutáneas como hongos, inflamación y sarna. Los síntomas iniciales son simples, como picazón, ampollas o pústulas y enrojecimiento de la piel. Cuando la herida se profundiza, la condición de la piel empeora, se inflama, duele y afecta gravemente la vida diaria.
Según el Dr. Ngọt, hay tres grupos que deben cuidar su salud cuando cambia el clima, entre ellos los niños de dos a cuatro años, ya que su termorregulación y su sistema inmunitario aún están debilitados. Las personas mayores, especialmente aquellas con enfermedades subyacentes, problemas cardiovasculares y respiratorios, también son susceptibles a sufrir un accidente cerebrovascular.
El tercer grupo son las personas con enfermedades inmunológicas, como enfermedades autoinmunes (asma, artritis reumatoide, alergias de diversos grados) o personas con inmunodeficiencia (recuperadas de una enfermedad, que toman inmunosupresores, VIH-SIDA).
La gente camina por el agua con sus motos averiadas hasta la mitad tras una fuerte lluvia en Ciudad Ho Chi Minh. Foto: Dinh Van
Los médicos advierten que, tras la lluvia, el cuerpo no solo queda pegajoso y empapado, sino que también corre el riesgo de infectarse con suciedad, bacterias y patógenos. Por lo tanto, al regresar a casa, es necesario limpiarse, secarse y calentarse para evitar resfriarse. Por ejemplo, beber agua con jengibre y miel, descansar, ponerse ropa limpia, no comer alimentos fríos ni ducharse inmediatamente después de regresar a casa.
Mantenga la higiene, báñese regularmente y cámbiese la ropa, especialmente la ropa interior. Limpie el entorno para prevenir enfermedades infecciosas. Cuelgue la ropa para que se seque y evite el moho.
Si presenta síntomas de resfriado, estornudos, dolor de cabeza, fatiga, hinchazón, diarrea, fiebre leve, extremidades débiles, sudoración, debe comunicarse con su médico para recibir tratamiento para evitar complicaciones más graves.
Además, es importante dormir lo suficiente y mantener el ánimo. Aumente el consumo de alimentos nutritivos, beba mucha agua, complemente con vitaminas y minerales, y verduras verdes para obtener energía. El ejercicio regular aumenta la resistencia, lo que ayuda a afrontar las inclemencias del tiempo.
Minh An
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