La menopausia es una etapa fisiológica natural que marca la disminución gradual de la actividad endocrina de los ovarios. Muchas mujeres que entran en este período suelen experimentar una serie de cambios en su cuerpo, desde trastornos del sueño, sofocos y piel seca hasta trastornos del estado de ánimo. Lo que más incomoda a muchas mujeres es la reaparición del acné, a pesar de que ya han superado la edad del acné.
De hecho, el acné durante la menopausia no es infrecuente y está relacionado principalmente con los cambios hormonales y la función de la piel.
A continuación se presentan las razones más comunes por las que las mujeres son propensas al acné al entrar en la menopausia.
1. Disminución de estrógeno: el principal culpable que hace que la piel sea más sensible y propensa al acné.
El estrógeno es una hormona que ayuda a mantener el equilibrio de aceites en la piel, manteniéndola hidratada, elástica y saludable. Al entrar en la premenopausia y la menopausia, los niveles de estrógeno disminuyen drásticamente, lo que provoca cambios:
- Las glándulas sebáceas no funcionan correctamente.
- La piel se vuelve más seca pero, paradójicamente, más propensa a obstruirse.
- La capa protectora de la piel es fina y débil y se inflama con facilidad.
- La falta de estrógeno también hace que el andrógeno (hormona masculina) se vuelva relativamente dominante, lo que conduce a un aumento de la secreción de sebo, la formación de acné y la inflamación.
2. Desequilibrio entre estrógeno y andrógeno (testosterona)

El acné durante la menopausia no es infrecuente y está relacionado principalmente con cambios hormonales.
- El aumento de grasa en la zona T (frente, nariz, mentón) se debe a unas glándulas sebáceas hiperactivas, que pueden provocar fácilmente oleosidad, poros obstruidos, puntos negros y acné.
- Acné quístico grande y doloroso.
- El acné suele aparecer alrededor del mentón y la mandíbula, una característica del acné hormonal. Esta es también la razón por la que muchas mujeres comparten que el acné se concentra en la parte inferior del rostro.
3. El estrés y los trastornos del sueño agravan el acné.
La perimenopausia y la menopausia suelen ir acompañadas de sofocos, nerviosismo, ansiedad y dificultad para dormir. Cuando el estrés persiste, el cuerpo aumenta la producción de cortisol, una hormona que puede estimular la actividad de las glándulas sebáceas.
Cuando las glándulas sebáceas están hiperactivas, los poros pueden obstruirse fácilmente y formar acné inflamatorio. Este tipo de acné es persistente y difícil de tratar si no se controla el estrés.
4. El envejecimiento de la piel ralentiza el proceso de regeneración, lo que aumenta el riesgo de que se obstruyan los poros.
Después de los 40-50 años, el proceso de regeneración celular de la piel se ralentiza considerablemente. Un estrato córneo grueso y poco descamado, combinado con un exceso de grasa, puede causar fácilmente: puntos negros, puntos blancos y acné inflamatorio profundo.
Además, una disminución brusca del colágeno hace que los daños en la piel tarden más en sanar y deja fácilmente manchas oscuras y cicatrices después del acné.
5. Cambia tu estilo de vida y alimentación al entrar en la mediana edad.
Muchas mujeres que entran en la menopausia tienden a:
- Coma dulces o alimentos ricos en almidón para reducir el estrés.
- Movilidad limitada.
- No dormir lo suficiente
- Aumento de peso, acumulación de grasa abdominal.
Todos estos factores contribuyen a los trastornos metabólicos y hacen que la piel sea propensa al acné. En particular, los alimentos ricos en azúcar aumentan la insulina, un factor que estimula las glándulas sebáceas, lo que prolonga la duración y la propagación del acné.
6. Cosméticos que no son adecuados para tu piel
Al entrar en la menopausia, la piel se vuelve más seca, pero las glándulas sebáceas se vuelven más activas. Si las mujeres siguen usando cosméticos como cuando eran más jóvenes, es probable que experimenten problemas:
- La crema es demasiado espesa y provoca obstrucciones.
- El uso de altas concentraciones de productos antienvejecimiento provoca irritación.
- Los limpiadores faciales demasiado fuertes resecan la piel y hacen que ésta sobrecompense produciendo grasa.
- Los cambios fisiológicos requieren la elección de productos suaves, no comedogénicos y adecuados para pieles maduras.
7. Algunas enfermedades endocrinas y medicamentos para su tratamiento
Ciertas afecciones de salud pueden empeorar el acné durante la menopausia, entre ellas:
- Síndrome de ovario poliquístico (SOP).
- Trastornos de la tiroides.
- Síndrome metabólico.
- Uso incontrolado de corticosteroides o terapia hormonal.
En resumen: El acné durante la menopausia es una afección común y puede mejorarse por completo si se comprende correctamente la causa. Por lo tanto, si sufre de acné durante la menopausia, tenga en cuenta lo siguiente:
- Mantenga la piel suavemente limpia, elija un limpiador con un pH de 5,5 a 6.
- Complemento con estrógenos vegetales (brotes de soja, linaza, tofu...).
- Limite el azúcar, la leche animal y la comida rápida.
- Duerma lo suficiente, haga yoga o camine 30 minutos al día.
- Utilice cosméticos no comedogénicos.
El acné durante la menopausia no es peligroso, pero es una enfermedad de la piel que afecta considerablemente la estética y la psicología. El acné inflamatorio provoca aspereza en la piel, lo que genera timidez en la vida diaria y afecta la calidad de vida. Sin embargo, no se debe ser subjetivo, ya que el acné durante la menopausia también puede ser un indicador de algunas enfermedades endocrinas, como el síndrome de ovario poliquístico. Por lo tanto, se recomienda consultar a un dermatólogo si el acné inflamatorio dura más de 6 a 8 semanas.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/thu-phamgaymunothoikymankinh-169251207100451033.htm










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