Sin embargo, según la última evaluación del BCE, esta nueva herramienta de pago no hará tambalear los cimientos del sistema bancario europeo, que se ha fortalecido tras años de reformas.
En un informe publicado el 10 de octubre, el BCE afirmó que la emisión de un euro digital, con un límite máximo de tenencia previsto de unos 3.000 euros por persona, no supondría un riesgo significativo para la liquidez o la rentabilidad de los bancos comerciales en el área de la moneda común.
El estudio, encargado por el Parlamento Europeo, tuvo como objetivo evaluar el impacto potencial de las monedas digitales en el sistema financiero. El BCE consideró dos escenarios: el «normal», donde el euro digital solo funciona como medio de pago, y el «escapar a la seguridad», donde la gente se apresura a retirar su dinero durante una crisis.
Los resultados muestran que, en el escenario base, el impacto es muy limitado. Los ratios de liquidez de los bancos se mantienen por encima del nivel prescrito, y solo nueve bancos registraron una ligera disminución. El impacto en los beneficios también es bajo, con una caída de la rentabilidad sobre el capital de entre el 0,1 % y el 0,2 %.
Según el BCE, el euro digital será una forma de «dinero digital» seguro, gratuito y accesible para todos los ciudadanos europeos, incluso sin conexión a internet. Este paso busca proteger la soberanía monetaria de la eurozona frente a la competencia de las empresas de tecnología financiera y las criptomonedas de emisión privada.
Algunos bancos privados, especialmente en Francia, están preocupados por la posibilidad de retiros masivos por parte de los clientes cuando se introduzca el euro digital, pero el BCE dice que es poco probable que esto cause una perturbación importante.
El escenario hipotético muestra que, incluso durante la crisis, el importe total de las retiradas se mantendría dentro de límites seguros: alrededor de 156 000 millones de euros si el límite de efectivo es de 500 euros por persona, y un máximo de 699 000 millones de euros si el límite es de 3000 euros por persona. Esto equivale al 2,2 % de los activos bancarios totales o al 8,2 % de los depósitos totales, una cifra muy inferior a la de crisis anteriores: 20,9 % en Chipre en 2013, 25,9 % en Grecia en 2015 o 6,4 % en Bélgica en 2023.
El BCE también señaló que podrían producirse retiros a gran escala incluso sin un euro digital, debido a la tendencia de los flujos de capital hacia activos digitales estables (stablecoins) vinculados a monedas extranjeras como el dólar estadounidense.
Por ello, el BCE considera que el euro digital es una medida para reforzar la confianza en la moneda común, prevenir el riesgo de “dolarización digital” y garantizar el papel central del euro en el sistema financiero global.
Según Piero Cipollone, miembro del Comité Ejecutivo del BCE, si la Unión Europea (UE) completa el marco jurídico a finales de 2026, el euro digital podría lanzarse oficialmente a mediados de 2029.
Desde 2023, el BCE ha comenzado a probar la infraestructura tecnológica, mientras que la UE continúa perfeccionando la regulación para garantizar la transparencia, la seguridad y la equidad en su uso.
Se espera que el euro digital se convierta en un símbolo de una Europa moderna, segura y sostenible, donde la tecnología financiera se desarrolle junto con la estabilidad del sistema bancario tradicional.
La preparación para el lanzamiento del euro digital representa el paso proactivo de Europa en la carrera global por las finanzas digitales. El BCE afirma que esta nueva moneda no pretende sustituir al sistema bancario actual, sino ser una herramienta de apoyo que contribuye a aumentar la confianza y a proteger la posición del euro en la era digital, donde la seguridad, la estabilidad y la soberanía monetaria son primordiales.
Fuente: https://vtv.vn/dong-euro-ky-thuat-so-khong-de-doa-he-thong-ngan-hang-chau-au-100251013144818021.htm
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