Según un anuncio del 23 de enero del Hospital de Niños de Filadelfia, Aissam Dam, una paciente de 11 años, escuchó por primera vez sonidos de la vida, como la voz de su padre, el sonido de los autos que pasaban y el sonido de las tijeras para cortar el pelo.
Aissam Dam nació con sordera profunda debido a un defecto genético extremadamente raro. Un gen defectuoso impedía la producción de otoferlina, una proteína que las células ciliadas del oído interno necesitan para convertir las vibraciones sonoras en señales químicas que se transmiten al cerebro.
Los defectos del gen otoferlina son muy raros y ocurren sólo en el 1-8% de los casos de pérdida auditiva congénita.
Aissam Dam fue operada el 4 de octubre de 2023. Los médicos le extirparon una parte del tímpano e inyectaron un virus inocuo, diseñado para introducir copias funcionales del gen Otoferlin en el líquido cóclea. Como resultado, las células ciliadas comenzaron a producir la proteína faltante y a funcionar con normalidad.
Casi cuatro meses después de recibir tratamiento en un oído, la audición de Aissam ha mejorado significativamente. Ahora tiene un diagnóstico de pérdida auditiva leve a moderada y, por primera vez en su vida, puede oír.
La terapia genética para la pérdida auditiva es algo en lo que los médicos y científicos han estado trabajando durante más de 20 años y finalmente han tenido éxito, dijo el cirujano John Germiller, director de investigación clínica en el Departamento de Otorrinolaringología del Hospital de Niños de Filadelfia.
“Aunque la terapia genética que realizamos en nuestro paciente tenía como objetivo corregir una anomalía en un gen muy raro, estos estudios pueden abrir futuras aplicaciones para algunos de los más de 150 otros genes que causan pérdida auditiva en niños”, dijo el Dr. John Germiller.
Minh Hoa (informado por Vietnam+, Saigón Giai Phong)
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)