
El patrimonio vivo está transformando las economías rurales
A primera vista, el enoturismo evoca la idea de una cata de vinos. Pero el Informe Global de Enoturismo 2025 (que recopila datos de más de 1300 establecimientos en 47 países) demuestra que la esencia de este tipo de turismo reside más allá de la copa: los turistas no viajan para beber, sino para comprender.
Las rutas del vino ayudan a los visitantes a comprender que el suelo, el clima, los métodos de cultivo, la filosofía de producción y la historia centenaria de las regiones vitivinícolas conforman un patrimonio vivo que cada localidad se esfuerza por preservar. A partir de ahí, la elaboración del vino se convierte en un recurso para que las comunidades cuenten sobre sus propias vidas, su paciencia, su adaptación a la naturaleza y sus tradiciones que perduran ininterrumpidamente.
Según la encuesta, el 58% de los pequeños establecimientos y el 36% de los medianos participan en el enoturismo. Esto demuestra que el vino ofrece una fuente de ingresos turística a comunidades rurales que no cuentan con las condiciones para invertir en grandes infraestructuras. Un viñedo familiar, una bodega tradicional o un pequeño taller de producción también pueden convertirse en un destino, siempre que tengan una historia que contar a los visitantes.
Los turistas de hoy necesitan más que nunca profundizar en la cultura. Quieren conocer a los artesanos, aprender sobre el clima cambiante de cada temporada de uva, entender por qué algunos vinos provienen de la misma parcela y por qué su sabor cambia de un año a otro… Vienen a observar el proceso, a aprender sobre métodos de producción sostenibles y a experimentar el paisaje: elementos que no se encuentran en los espacios urbanos.
No es casualidad que los turistas de mediana edad representen una gran proporción de este tipo de turismo. Se trata de personas que tienden a vivir con calma, buscan el conocimiento y priorizan la calidad de las experiencias sobre la cantidad. Cabe destacar que la mayoría son turistas nacionales, lo que demuestra que el modelo no depende del mercado externo, sino que se desarrolla a partir de la necesidad de explorar el patrimonio de la población local.
Esto está en consonancia con la tendencia general que muchos países de todo el mundo han seguido durante décadas: desarrollar el turismo a partir de las propias necesidades de la gente y del creciente interés en el patrimonio cultural indígena.

En Francia, país considerado la cuna de la cultura del vino, las regiones de Champaña y Borgoña no solo producen vino, sino que también convierten todo su paisaje vitícola en una galería viviente. La UNESCO reconoció estas regiones como patrimonio cultural mundial en 2015, abriendo camino al desarrollo turístico basado en paisajes agrícolas, un modelo del que se benefician tanto las autoridades locales como las pequeñas comunidades.
El propietario de un viñedo orgánico en Alsacia afirmó que aproximadamente el 40% de sus productos se venden directamente a los turistas, sin intermediarios. Esto confirma que el atractivo del enoturismo reside en la experiencia que los turistas experimentan en el lugar de trabajo, no solo en los productos que traen a casa.
Se puede observar que el enoturismo no sólo revitaliza antiguas regiones agrícolas sino que también abre caminos de desarrollo económico para comunidades que anteriormente se han beneficiado poco de la ola de globalización.
Cuando los turistas eligen valores sostenibles
En una época de cambio climático complejo, las regiones vinícolas del mundo se están convirtiendo en los lugares donde más se siente el impacto de la naturaleza. Esto obliga a la industria vitivinícola a transformarse para sobrevivir y convertirse en un modelo de agricultura sostenible.
El informe Global Wine Tourism 2025 muestra que el 34 % de los establecimientos se han pasado a la agricultura ecológica y el 32 % se han desarrollado siguiendo un modelo sostenible. Estas cifras son significativas en un contexto donde los costes de conversión y los riesgos económicos siguen siendo elevados. Pero la razón no reside solo en la ética ambiental, sino también en las expectativas de los turistas.
Según la encuesta, el 43% de los viajeros afirmó que los criterios de sostenibilidad influyeron directamente en su elección de destino. Les interesaba cómo los viñedos trataban el agua, gestionaban el suelo, preservaban los ecosistemas, limitaban el uso de productos químicos o reducían las emisiones...

Al comprender las necesidades de los turistas, algunos países han identificado la sostenibilidad como un criterio fundamental para la creación de productos turísticos. En la región italiana de la Toscana, muchos tours combinan visitas turísticas con estancias en antiguos castillos ubicados entre viñedos, donde los turistas pueden recorrer antiguas zonas agrícolas, aprender sobre los métodos tradicionales de cultivo de la vid y degustar vinos como Merah, Terre di Vico o Castello di Vicarello. El espacio geológico y agrícola se conserva prácticamente intacto, convirtiendo el lugar en una escuela abierta sobre agricultura sostenible y la historia de la agricultura mediterránea.
Mientras tanto, Moldavia, un país poco mencionado en el mapa turístico europeo, demuestra que el tamaño reducido no es un obstáculo. La bodega Milestii Mici posee una red subterránea de bodegas de 200 km de longitud, con una profundidad de hasta 80 m, registrada en el Libro Guinness de los Récords con más de dos millones de botellas de vino. Los tours aquí llevan a los visitantes a visitar grandes fábricas, establecimientos familiares e incluso la bodega de la capital, Chisináu. Este modelo demuestra el potencial de los países emergentes para vincular la agricultura local con productos turísticos de alta gama.
Sin embargo, el informe también señala desafíos en las operaciones de enoturismo, como la falta de personal, las fluctuaciones económicas, los gustos cambiantes y las limitaciones en los horarios de funcionamiento, lo que dificulta que muchos establecimientos amplíen su escala de recepción de huéspedes.
La tecnología, que se espera sea una herramienta de apoyo, aún está infrautilizada: solo el 11% de los establecimientos han implementado experiencias en línea y el 6% ha creado recorridos virtuales. Esto se debe no solo a la falta de recursos, sino también a la naturaleza del sector: el valor reside en la presencia física y el contacto, algo que la tecnología no puede reemplazar.
Sin embargo, esta brecha abre espacio para el desarrollo futuro. Dado que se prevé un fuerte crecimiento del turismo cultural y agrícola, las herramientas digitales, las plataformas de educación en línea o los sistemas de reserva multipunto pueden ayudar a los pequeños establecimientos a llegar a los clientes sin perder su identidad.

La tierra árida produce vinos famosos.
El hilo conductor del análisis del Informe de Enoturismo 2025 es que el enoturismo se está alejando de su imagen de consumo de bebidas alcohólicas hacia un modelo con mayor valor social y cultural. No es la copa de vino, sino la historia que hay detrás de ella lo que cobra importancia.
En este contexto, el enoturismo se convierte en un ejemplo perfecto de cómo un sector agrícola tradicional puede abrirse a nuevas oportunidades respetando el patrimonio, preservando los paisajes y convirtiendo el conocimiento indígena en activos turísticos. Esto explica por qué el modelo está en perfecta sintonía con el objetivo del desarrollo sostenible y, en muchos países, se considera un puente entre las comunidades locales y los turistas, entre el pasado y el presente.
Se puede decir que la participación de la Universidad de Geisenheim (Alemania), ONU Turismo, la OIV, la red Great Wine Capitals y WineTourism.com en el proceso de elaboración del Informe Enoturismo 2025 demuestra que se trata de un campo económico, un área de investigación interdisciplinaria que está recibiendo atención internacional.
En un futuro próximo, a medida que los turistas sigan priorizando la localidad, el conocimiento y las experiencias lentas, es probable que el enoturismo se convierta en uno de los modelos de turismo cultural-agrícola más típicos de la nueva década.
Fuente: https://baovanhoa.vn/du-lich/du-lich-ruou-vang-danh-thuc-di-san-nong-nghiep-toan-cau-186627.html










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