Se acerca la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2025. |
La FIFA soñó alguna vez con un Mundial de Clubes de una escala similar a la del Mundial nacional: 32 equipos, un estadio de primera categoría que reuniera a las marcas más prestigiosas del fútbol mundial . Sin embargo, con el balón a punto de rodar en Estados Unidos, ese sueño se enfrenta a una preocupación muy común: las gradas vacías.
Gran torneo, ambiente pequeño
63 partidos en un mes: una cifra impresionante para cualquier liga. Pero para los estadounidenses, que ya tienen la NBA, la NFL, la MLB y la MLS para satisfacer sus ansias deportivas semanales, una liga de fútbol desconocida, desconectada y sin tradición, tendrá dificultades para ganar impulso.
Es improbable que incluso el partido inaugural entre el Inter Miami, con la participación de Lionel Messi, y el Al Ahly (Egipto), que se disputará en el Hard Rock Stadium, con capacidad para casi 64.000 espectadores, alcance el aforo completo. Diversas fuentes afirman que la FIFA está trabajando entre bastidores para garantizar un estadio lleno, a pesar de que la venta de entradas no ha cumplido las expectativas.
Incluso, según la revelación del periodista Diego Monroig (ESPN Argentina), sólo dos clubes, Real Madrid y Boca Juniors, agotaron las entradas para los tres partidos de la fase de grupos, una clara señal de que la reputación global no significa atractivo universal a nivel local.
El Real Madrid es una marca muy fuerte. Cuenta con una plantilla de estrellas de talla mundial como Bellingham, Vinicius, Valverde... y, por supuesto, una enorme afición que abarca desde Europa hasta América. El agotamiento de las entradas del Real Madrid no sorprende. Pero aún más destacable es la impresionante presencia de Boca Juniors.
Las estrellas del Manchester City están en Estados Unidos, preparándose para asistir a la Copa Mundial de Clubes de la FIFA. |
El club argentino no cuenta con muchos jugadores conocidos fuera de Sudamérica. Pero Boca es un ícono cultural, un ícono del fútbol callejero, un nombre que evoca fuertes emociones en la comunidad latina de Estados Unidos, especialmente en Miami, donde jugarán sus dos primeros partidos.
El éxito de venta de entradas de Boca Juniors es testimonio de un poder blando que el fútbol europeo a veces olvida: la identidad. Cuando los aficionados se sienten parte de un club, no necesitan un título de la Champions League para sentirse queridos.
La FIFA y el problema de la confianza
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, ha asegurado a los medios que los estadios, especialmente para el partido inaugural, estarán abarrotados. «Tendremos gradas llenas, un ambiente festivo», declaró. Pero ¿es cierto o una ilusión?
La FIFA ha apostado fuerte por el Mundial de Clubes, no solo por los derechos televisivos o los ingresos publicitarios, sino también por un objetivo estratégico: expandir la influencia del fútbol en el mercado estadounidense de cara al Mundial de 2026. Pero si los estadounidenses no están interesados y la mayoría de los partidos se juegan con butacas vacías, el mensaje podría ser contraproducente.
El hecho de que solo dos de 32 equipos hayan vendido todas sus entradas es una llamada de atención. El torneo no puede sobrevivir con solo unos pocos nombres. Y si los partidos restantes son aburridos, el valor de la marca se verá erosionado, llegando incluso a ser contraproducente para la visión de "globalización" de la FIFA.
¿Puede el Mundial de Clubes convertirse en el torneo que haga famosa a la FIFA? |
El Mundial de Clubes, como su nombre indica, debería ser un escenario para los clubes, no solo los europeos. Pero con la mayoría de los aficionados centrados en unos pocos gigantes conocidos, y los representantes de África, Asia, la CONCACAF y Sudamérica (excepto Boca) completamente eclipsados, el "gran escenario" se está desequilibrando.
Recuerden, el Mundial no es un éxito solo por Brasil, Alemania o Francia. Es un evento global porque une a aficionados desde Japón hasta Senegal, desde México hasta Irán. El actual Mundial de Clubes se tambalea en el mismo modelo que sigue: una fachada grandiosa, pero un interior vacío, sin verdadera emoción ni presencia comunitaria.
La FIFA necesita ir al grano. En lugar de centrarse en la cantidad de equipos, partidos o la escala organizativa, quizás lo más importante sea inspirar la pasión por el fútbol a nivel local, a través de historias, jugadores icónicos y conexiones comunitarias. Un estadio lleno de 10.000 apasionados vale más que un estadio lleno de 60.000 personas con poca o ninguna aclamación.
Si el Mundial de Clubes 2025 fracasa en cuanto a ambiente, no será una cuestión de comunicación ni marketing; será un recordatorio para la FIFA de que el fútbol no se trata solo de grandes nombres, sino de emoción, conexión y confianza. Estos tres elementos, lamentablemente, siguen siendo muy escasos en el camino para convertir el Mundial de Clubes en «el segundo Mundial».
Fuente: https://znews.vn/fifa-doi-mat-thuc-te-phu-phang-post1560507.html
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