Numerosos estudios han demostrado que comer verduras o alimentos ricos en fibra antes de comer arroz o almidón blanco es una estrategia eficaz para bajar de peso. Además, esta forma de comer también controla el aumento repentino de azúcar en sangre después de las comidas, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).

Comer verduras primero y arroz después ayudará a reducir los picos de azúcar en sangre después de las comidas.
FOTO: AI
Las verduras tienen baja densidad energética, pero un alto contenido de agua y fibra. Ayudan a llenar el estómago sin aportar muchas calorías. La fibra ayuda a ralentizar la digestión, prolongando la sensación de saciedad y reduciendo el apetito general durante la comida.
Numerosos estudios han demostrado que comer verduras antes de ingerir alimentos ricos en almidón durante las comidas ayuda a reducir las fluctuaciones de azúcar en sangre después de comer. Por ejemplo, quienes comen verduras primero y luego arroz tendrán niveles significativamente más bajos de azúcar en sangre e insulina después de la comida que quienes comen arroz primero y luego verduras. Dado que el aumento de insulina favorece la acumulación de grasa, este efecto de las verduras ayuda a controlar el aumento de peso.
En un estudio publicado en el Asia Pacific Journal of Clinical Nutrition (APJCN), científicos japoneses descubrieron que las personas con diabetes tipo 2 que comieron primero verduras y luego almidón tuvieron un mejor control del azúcar en sangre HbA1C que el grupo que comió primero almidón.
Otro beneficio para perder grasa al comer verduras primero es que ayuda a reducir la cantidad de comida consumida. Esto se debe a que comer más verduras ayuda a sentirse más lleno antes.
Una investigación publicada en la revista Frontiers in Pediatrics reveló que cuando las personas comen ensalada o sopa de verduras a primera hora de la mañana, tienden a comer menos del plato principal. Esto reduce la cantidad total de calorías consumidas en una comida. Este hábito ayuda a perder grasa a largo plazo y de forma sostenible.
Además de los efectos fisiológicos, comenzar una comida con verduras también genera un efecto psicológico-conductual positivo. En concreto, los comensales sentirán que están eligiendo alimentos saludables, lo que les hará tender a comer menos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que un adulto consuma al menos 400 gramos de verduras y frutas al día. Esta cantidad de vegetales no solo controla el peso, sino que también ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes, según Healthline .
Fuente: https://thanhnien.vn/giam-can-vi-sao-nen-an-rau-truoc-an-com-sau-185250911125452124.htm






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