El truco no es nuevo, pero cada vez es más sofisticado.
El fin de año marca la temporada de compras, y las redes sociales y las plataformas de comercio electrónico se llenan de eslóganes como "Rebajas impactantes", "70% de descuento" y "Oportunidad única en el año"... Muchos consumidores se dejan llevar por este frenesí de compras, creyendo encontrar una ganga excepcional. Pero ¿qué se esconde tras el brillo y el glamour de estos descuentos de etiqueta roja? En muchos casos, se trata simplemente de un "descuento falso", un truco que no es nuevo, pero que se está volviendo cada vez más sofisticado, diseñado para estafar a los clientes de forma legal pero poco ética.
En realidad, muchos consumidores están muy familiarizados con el truco de inflar los precios de los productos y luego etiquetarlos como con grandes descuentos. Una camisa normal que normalmente se vende por 300.000 VND podría costar 600.000 VND antes de un festival de compras, y luego inmediatamente etiquetarse con un "50% de descuento". Los compradores creen que se ahorran la mitad, pero en realidad no existe ningún descuento.
Cabe destacar que esta táctica no se limita a los pequeños comercios; incluso algunas marcas reconocidas se están involucrando. Retener clientes, alcanzar objetivos de ventas o realizar campañas de marketing lleva a muchas empresas a sacrificar la confianza del cliente por ganancias a corto plazo. Muchos compradores en línea han experimentado esto: ver un producto con un gran descuento, un diseño atractivo y numerosas reseñas de cinco estrellas, solo para descubrir que la calidad está muy por debajo de las expectativas al recibirlo. Estas versiones con grandes descuentos a veces no son productos originales, sino más bien restos de stock, productos defectuosos o incluso falsificaciones camufladas con imágenes atractivas y reseñas falsas.

Los eventos asociados con las rebajas del Black Friday han contribuido a estimular el gasto de los consumidores a finales de año. Foto: VGP/Thuy Linh
Una táctica más sofisticada consiste en dividir los paquetes de productos u omitir accesorios, lo que sigue engañando a los consumidores haciéndoles creer que están adquiriendo un artículo completamente funcional a un precio de ganga. Al recibir el producto, los clientes descubren que necesitan comprar accesorios adicionales o pagar un extra para que el producto funcione como se anuncia.
De hecho, la legislación vietnamita cuenta con regulaciones bastante claras sobre las actividades promocionales, especialmente en lo que respecta a los descuentos que no superan el 50% del precio de lista (salvo en algunos casos especiales). Sin embargo, la laguna legal reside en que el precio de lista puede modificarse arbitrariamente, siempre que la empresa lo anuncie públicamente antes del descuento. Por lo tanto, controlar la práctica de inflar artificialmente los precios antes de los descuentos está fuera del alcance de los organismos reguladores sin pruebas concretas ni un sistema de seguimiento de precios a largo plazo. A los consumidores, incluso si sospechan, les resulta difícil demostrar que las empresas incumplen. Estas regulaciones laxas, inadvertidamente, crean las condiciones para la creciente prevalencia de "descuentos falsos", distorsionando el mercado y generando competencia desleal.
El factor psicológico no puede ignorarse. Las personas se dejan llevar fácilmente por el miedo a perderse algo (FOMO) cuando ven descuentos atractivos. Un temporizador de cuenta regresiva, la frase "solo queda 1 artículo" o una lista de "las 10 personas que acaban de comprar este artículo" son técnicas de marketing sencillas que se dirigen eficazmente a los compradores. Cuando las emociones se imponen a la razón, los consumidores hacen clic fácilmente en el botón de compra sin verificar detenidamente la información. Esta prisa crea oportunidades para que prosperen tácticas de marketing poco éticas.
Los consumidores necesitan estar más atentos.
Los consumidores que son engañados algunas veces pueden perder solo una pequeña cantidad de dinero, pero el mayor impacto es la pérdida de confianza. Cuando los clientes dejan de confiar en los programas promocionales, las empresas que operan honestamente son las más afectadas. Un mercado donde los compradores desconfían constantemente hace que el comercio se estanque y sea ineficiente.
La confianza, uno de los activos más valiosos de una marca, se ve dañada no solo por la venta de productos falsificados o de baja calidad, sino también por prácticas engañosas como los precios inflados. A la larga, las empresas que incurren en prácticas deshonestas se ven abocadas a un callejón sin salida al perder la atención del cliente.
Para minimizar los riesgos y proteger sus derechos durante la temporada alta de compras, la Comisión Nacional de Competencia ha emitido recomendaciones a los consumidores.
Según la Comisión Nacional de la Competencia, los consumidores deberían usar herramientas de seguimiento de precios o consultar las reseñas de la comunidad para determinar si los descuentos son genuinos. Comparar precios en varias tiendas ayuda a los consumidores a realizar evaluaciones más precisas. Esta verificación ayuda a evitar que las empresas aumenten arbitrariamente los precios originales antes de ofrecer descuentos. Los consumidores deberían priorizar las compras en tiendas autorizadas, grandes plataformas de comercio electrónico o vendedores verificados. También deberían leer atentamente las políticas de devolución y cambio, las garantías, los cargos adicionales y los períodos de descuento para evitar comprar productos que no sean reembolsables debido a los descuentos. Evite comprar a vendedores independientes, vendedores sin información o aquellos con muchas reseñas negativas. Esto minimiza el riesgo de comprar productos falsificados, de baja calidad o sin verificar.
Según la Comisión Nacional de la Competencia, los consumidores deben conservar facturas, recibos de pago, capturas de pantalla de precios y programas promocionales al momento de la compra, y videos del proceso de desempaquetado como prueba en caso de disputa. Se recomienda precaución al encontrar productos con descuentos excesivos que superan los precios de mercado; condiciones inusuales; o información poco clara sobre el proveedor, la calidad y las certificaciones de seguridad. Estas señales suelen indicar prácticas fraudulentas de precios o el suministro de productos de baja calidad que perjudican a los consumidores. Por lo tanto, los consumidores deben tomar decisiones informadas al elegir productos.
Los descuentos falsos son un fenómeno preocupante en el mercado de consumo actual. No solo causan pérdidas económicas a los compradores, sino que también deterioran la calidad del entorno empresarial. Es hora de que los consumidores sean más perspicaces, las empresas más transparentes y los organismos reguladores tomen medidas más contundentes.
Los programas promocionales de fin de año ofrecen numerosos beneficios a los consumidores y estimulan el mercado. Sin embargo, el fenómeno de los "descuentos falsos", la manipulación de precios y las promociones engañosas está en aumento, lo que supone riesgos significativos si los consumidores no están adecuadamente informados. La Comisión Nacional de la Competencia recomienda a empresas y particulares que cumplan estrictamente con la normativa legal y eviten prácticas fraudulentas en las promociones, ya que estas acciones no solo afectan los derechos de los consumidores, sino que también distorsionan la competencia y erosionan la confianza del mercado. Al mismo tiempo, los consumidores deben verificar la información de forma proactiva, considerar cuidadosamente sus opciones y denunciar de inmediato cualquier comportamiento inusual para contribuir a la creación de un entorno de consumo seguro, transparente y justo.
Fuente: https://congthuong.vn/giam-gia-ao-chieu-tro-ban-moc-tui-nguoi-tieu-dung-433335.html






Kommentar (0)