Científicos alemanes han desenterrado los restos de un hombre que vivió alrededor del siglo XV y que llevaba una mano protésica con cuatro dedos inmóviles.
Escaneo de una mano protésica con cuatro dedos metálicos. Foto: Oficina Estatal de Preservación de Monumentos de Baviera
La Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera anunció el descubrimiento de un esqueleto medieval con una mano protésica de hierro durante excavaciones cerca de la Iglesia de San Jorge en Freising, Baviera, Alemania, informó Ancient Origins el 29 de octubre. El nuevo descubrimiento proporciona evidencia clara de tecnología médica y protésica antigua.
Los resultados de la datación por carbono muestran que el hombre tenía entre 30 y 50 años y vivió alrededor de 1450 y 1620. Durante este período en Europa, la tecnología de prótesis experimentó un auge, en parte debido a la necesidad de ayudar a los soldados heridos que regresaban de los conflictos.
El Dr. Walter Irlinger, de la Oficina Estatal de Conservación de Monumentos de Baviera, afirmó que la prótesis recién descubierta era realmente extraordinaria. «La mano protésica hueca de la izquierda tiene cuatro dedos. El índice, el corazón, el anular y el meñique se fabricaron individualmente con chapa metálica y son inmóviles. Los dedos protésicos están paralelos entre sí y ligeramente curvados», explicó Irlinger. Además, la prótesis está sujeta con correas.
Dentro de la prótesis metálica, los investigadores encontraron una tela similar a una gasa que podría haber servido para amortiguar la extremidad amputada. El hueso del pulgar se encontraba en el interior de la prótesis, lo que sugiere que el paciente conservó el pulgar tras la amputación.
El nuevo hallazgo es notable, pero no único. Hasta la fecha, los expertos han encontrado alrededor de 50 prótesis de finales de la Edad Media y principios de la Edad Moderna en Europa Central, desde versiones rudimentarias e inmóviles hasta versiones complejas con componentes mecánicos.
Uno de los descubrimientos más notables se produjo en 2018, cuando arqueólogos excavaron los restos de un guerrero medieval con un brazo amputado y cicatrizado hace tiempo en el cementerio longobardo de Verona. Cerca de allí, encontraron una hebilla de cinturón y un cuchillo, lo que sugiere que el guerrero podría haber usado el cuchillo como prótesis para reemplazar su mano.
El descubrimiento en Frisinga proporciona información valiosa sobre el uso y desarrollo de las prótesis en el siglo XV. La artesanía y la meticulosidad de la mano de hierro de Frisinga demuestran los avances médicos y la adaptabilidad de la época.
Thu Thao (según los orígenes antiguos )
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