Si todos los proyectos energéticos llegan a buen término, se espera que casi 100.000 millones de metros cúbicos de gas ruso lleguen a China cada año a partir de 2030, lo que contribuirá a "calentar" la relación estratégica entre ambas partes.
El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, y el primer ministro chino, Li Qiang. (Fuente: China Daily) |
La 28ª reunión regular entre los primeros ministros chino y ruso en Beijing, que se celebra en vísperas del 75º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas (1949-2024) y del lanzamiento del Año Cultural China-Rusia, es una oportunidad para que las dos partes fortalezcan la relación estratégica que se define como "ilimitada".
Al entrar en la sala de reuniones, el primer ministro chino, Li Qiang, y su homólogo ruso, Mijaíl Mishustin, tenían motivos para ser optimistas. A pesar de las dificultades de la economía mundial, la cooperación chino-rusa se ha desarrollado de forma constante. En 2023, el volumen comercial bilateral superará los 200 000 millones de dólares por primera vez en la historia.
Cabe destacar que más del 90% del comercio chino-ruso se realiza en yuanes chinos y rublos rusos, lo que ayuda a evitar el impacto negativo de las sanciones occidentales contra Rusia, así como la confrontación entre Estados Unidos y China.
Con este impulso favorable, se abren muchas nuevas oportunidades. Sin embargo, la energía es un área estratégica donde ambas partes desean ampliar su cooperación. Actualmente, Rusia es el principal proveedor de petróleo de China, el segundo de carbón y el tercero de gas natural licuado.
A través del gasoducto Poder de Siberia, Rusia pretende suministrar 38.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año a China en 2025, contribuyendo a la seguridad energética de tres provincias del noreste de China, la región Beijing-Tianjin-Hebei y el delta del río Yangtze.
El próximo proyecto es la construcción del gasoducto Poder de Siberia 2, que atravesará Mongolia hasta China. Cuando entre en funcionamiento en 2030, se espera que transporte 50 000 millones de metros cúbicos de gas al año, el equivalente al gasoducto Nord Stream 1, que conecta Rusia con Alemania y que actualmente está fuera de servicio.
Si todos los proyectos energéticos llegan a buen término, se espera que casi 100.000 millones de metros cúbicos de gas ruso lleguen a China cada año a partir de 2030, lo que contribuirá a "calentar" la relación estratégica entre ambas partes.
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