Esto es el resultado de numerosos procesos inflamatorios complejos en el organismo. Entre ellos, las interleucinas (IL) desempeñan un papel fundamental. Se trata de pequeñas proteínas secretadas por las células inmunitarias, responsables de coordinar la respuesta inflamatoria, reparar el tejido dañado y afectar a otros órganos, según el sitio web de noticias médicas News Medical.
Interleucina: un arma de doble filo en el daño renal
Cada tipo de interleucina tiene un impacto diferente en la progresión de la IRA:
Algunas IL empeoran la enfermedad, como IL-1α, IL-1β, IL-12, IL-17A e IL-18. Promueven una inflamación excesiva, causando daño a las células renales, tejido cicatricial y propagación a otros órganos. La IL-8, por ejemplo, atrae más glóbulos blancos a la zona dañada, lo que causa una inflamación más grave y puede ser una señal de alerta de lesión renal aguda grave.
En cambio, algunas IL ayudan a proteger los riñones, como IL-2, IL-10, IL-13, IL-27 e IL-37. Estas moléculas calman la respuesta inflamatoria, protegiendo a las células renales de la muerte prematura. La IL-10, por ejemplo, actúa desencadenando una cascada de señalización que ayuda a suprimir la inflamación. La IL-15 y la IL-17E aumentan la supervivencia de las células renales y activan las células inmunitarias beneficiosas.
Algunas IL pueden ser tanto beneficiosas como perjudiciales, según la dosis, el momento de la administración o la magnitud del daño. Por ejemplo, la IL-6 puede ayudar a controlar la inflamación en algunos casos, pero también puede agravarla si se produce en exceso.
Aplicaciones terapéuticas: focalización de IL y nuevas tecnologías
Daño renal - ILUSTRACIÓN: IA
Actualmente, muchas terapias experimentales se centran en bloquear la IL dañina con anticuerpos específicos, como el fármaco Rilonacept para neutralizar la IL-1, o inhibidores de la IL-18 para reducir la inflamación y limitar la fibrosis renal.
Además, una nueva dirección terapéutica consiste en utilizar vesículas extracelulares (VE) para administrar IL beneficiosas en el lugar adecuado. Diversos ensayos han demostrado que las VE que contienen IL-10 pueden reducir el riesgo de que la lesión renal aguda se convierta en enfermedad renal crónica. La IL-37, presente en la membrana de los neutrófilos, también ha ayudado a mejorar la función renal, según News Medical.
Perspectivas futuras
Los científicos están estudiando más de cerca cómo los IL median la inflamación y la reparación renal. El objetivo es desarrollar terapias dirigidas que interfieran directamente con los IL dañinos o sus receptores para ayudar a los pacientes a recuperarse más rápido y evitar complicaciones crónicas. Al mismo tiempo, la tecnología EV combinada con IL abre una nueva vía de tratamiento prometedora, más segura y eficaz en el futuro.
Fuente: https://thanhnien.vn/lieu-phap-moi-dieu-tri-ton-thuong-than-cap-185250824140527617.htm
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