La eyaculación frecuente afectará directamente a los genitales, la calidad del esperma, la salud física y mental y el placer.
El Dr. Tran Thai Hoa, del Centro de Salud Masculina, explicó que la eyaculación ocurre al tener relaciones sexuales, alcanzar el orgasmo o experimentar una gran estimulación y excitación sexual. Este es un fenómeno fisiológico natural. Normalmente, los hombres experimentan unas 5000 eyaculaciones a lo largo de su vida.
Según el Dr. Harry Fisch, jefe del departamento de urología del Hospital Presbiteriano de Nueva York (EE. UU.), la frecuencia sexual promedio varía según la edad. En concreto, las parejas de entre 20 y 30 años tienen relaciones sexuales unas tres veces por semana. Entre los 30 y los 50, tienen relaciones sexuales unas dos veces por semana. Las parejas mayores de 50 años tienen relaciones sexuales con menos frecuencia, solo una o dos veces al mes.
Con la frecuencia de relaciones sexuales antes mencionada, si el hombre está cansado, pierde la concentración, tiene dolores corporales o pierde peso, se considera un signo de eyaculación frecuente, según el Dr. Hoa.
La eyaculación regular puede aumentar la fertilidad, aliviar el estrés, ayudar a dormir mejor, aumentar la intimidad entre la pareja y mejorar la duración y la calidad de las relaciones sexuales. Sin embargo, la eyaculación frecuente puede afectar gravemente la salud.
Impacto en la calidad del esperma
El cuerpo es como una máquina: si se sobrecarga constantemente, se debilita. Por lo tanto, la eyaculación frecuente no le da tiempo suficiente para recuperarse. La calidad del semen disminuye, lo que provoca que sea acuoso o no contenga espermatozoides, lo que dificulta la concepción.
Efectos sobre la salud física
Tener relaciones sexuales consume mucha energía. Si se eyacula con demasiada frecuencia, el cuerpo estará constantemente activo, lo que puede provocar problemas de salud e incluso una menor esperanza de vida.
Efectos psicológicos y de placer
El abuso sexual y la eyaculación excesiva reducen gradualmente el placer y el interés sexual. Si se prolongan, los hombres presentarán síntomas como disfunción eréctil, incapacidad para eyacular o pérdida de control fisiológico.
Impacto directo sobre los genitales
Los genitales masculinos son muy sensibles. Por lo tanto, al estar sometidos a mucha fricción, esta zona es muy vulnerable a daños e infecciones. Pueden presentarse algunas enfermedades masculinas, como infecciones del tracto urinario y orquitis. Más grave aún, puede afectar la fertilidad si no se trata a tiempo.
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