Los estudios muestran cada vez más que el aumento de las temperaturas debido al cambio climático está afectando negativamente a la salud humana.
Un nuevo estudio publicado en el Journal of Child Psychology and Psychiatry ha profundizado en el impacto del calor extremo en el desarrollo infantil y ha descubierto que los niños que están expuestos frecuentemente a altas temperaturas experimentan dificultades de aprendizaje.
Cada vez hay más evidencia científica que vincula las altas temperaturas con una mala salud física y mental. Por ejemplo, un estudio de 2021 reveló que el calor puede perjudicar la capacidad de aprendizaje de los adolescentes y generar un bajo rendimiento en los exámenes.
Los investigadores también observaron que las temperaturas superiores a 32 °C se asociaron con una reducción de casi el 10 % en la función cognitiva en adultos y un deterioro cognitivo acelerado.
Además, el cambio climático también tiene impactos indirectos al reducir el rendimiento de los cultivos cuando las temperaturas superan los 34°C, lo que afecta la nutrición infantil, un factor clave para el desarrollo.
Sin embargo, la evidencia sobre el impacto de las altas temperaturas ambientales en las habilidades fundamentales del desarrollo en la primera infancia sigue siendo limitada. Para esclarecer esta cuestión, el equipo de investigación analizó datos de 19.607 niños de 3 a 4 años en Georgia, Gambia, Madagascar, Malawi, Sierra Leona y Palestina entre 2017 y 2020.
Los datos de desarrollo de los niños se comparan con datos de temperatura de alta resolución del lugar donde viven.
Los resultados mostraron que los niños expuestos a temperaturas máximas promedio superiores a 32 °C tenían menos probabilidades de alcanzar los estándares de desarrollo en lectoescritura y aritmética. Este impacto fue más grave en los niños de hogares económicamente desfavorecidos, residentes en zonas urbanas o en lugares sin acceso a agua potable y saneamiento.
Los autores explican que las temperaturas excesivamente altas afectan el desarrollo cognitivo a través de múltiples mecanismos directos e indirectos, entre ellos la deshidratación, la activación del sistema de respuesta al estrés, la neuroinflamación, el daño neuronal por disipación inadecuada del calor y las alteraciones del sueño.
Al mismo tiempo, el clima cálido también hace que los niños reduzcan la actividad física, aumenten el comportamiento pasivo y limiten las oportunidades de interacción social al aire libre.
Los resultados de la investigación enfatizan la urgencia de desarrollar políticas e intervenciones para proteger el desarrollo de los niños – la futura generación – en el contexto del calentamiento global.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/nang-nong-cuc-doan-lam-giam-kha-nang-doc-viet-va-tinh-toan-o-tre-nho-post1082086.vnp










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