Según las estadísticas, de cada 100 estudiantes que terminan la secundaria básica, tres años después, entre 60 y 65 se gradúan de la preparatoria, de los cuales entre 20 y 25 aprueban el examen de ingreso a la universidad. La formación profesional influye en entre el 75 % y el 80 % de los estudiantes después de la secundaria básica, lo que demuestra su importancia para los recursos humanos del país.
Estructura irrazonable
En los últimos años, se han implementado numerosas políticas y soluciones del Partido y del Estado en materia de orientación profesional, especialización y formación vocacional, tales como: la transferencia de la educación vocacional (GDNN) al Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales (MOLISA) para su gestión, con excepción de las escuelas pedagógicas de nivel intermedio y superior (CĐ); la exención de las tasas de matrícula para los estudiantes de formación profesional que finalizan la educación secundaria básica y pueden acceder a universidades; el Gobierno promulgó un marco para el sistema educativo nacional que regula las especializaciones posteriores a la educación secundaria básica y superior... gracias a lo cual ha aumentado la proporción de personas con formación técnica.
Aumentar los ingresos de las personas con conocimientos técnicos Para satisfacer las necesidades de recursos humanos para el desarrollo socioeconómico y la integración internacional, es necesario implementar simultáneamente las siguientes soluciones: Promover la importancia de la orientación vocacional y la formación profesional tanto para las personas como para la sociedad en su conjunto. Mejorar la calidad de la formación profesional, vinculándola a las necesidades de las empresas y la sociedad. Algunas escuelas especializadas pueden organizar exámenes de admisión para egresados de secundaria, y los estudiantes que aprueben el examen recibirán becas importantes. El Estado y las empresas deben contratar y aumentar los ingresos de personas con conocimientos técnicos. |
Si en 2014, por cada persona con un título universitario o superior, había 1,5 personas con un título inferior al universitario, en 2019, por cada persona con un título universitario, había 1,1 personas con un título inferior al universitario. Tras casi cinco años de la transferencia de la gestión de la formación profesional al Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales, el porcentaje de personas con un título universitario o superior aumentó un 2,4 %, mientras que el porcentaje de personas con un título inferior al universitario disminuyó un 0,4 %, lo que contradice las previsiones de la Dirección General de Formación Profesional del Ministerio de Trabajo, Inválidos y Asuntos Sociales realizadas en 2017. Lo preocupante es que nuestro país aún tiene más del 80 % de la población (mayor de 15 años) sin formación técnica, mientras que en países como Japón y Estados Unidos, este porcentaje es inferior al 20 %.
Restricciones a la formación profesional y la selección de cursos
La orientación vocacional, la especialización y la formación profesional en nuestro país siguen siendo puntos débiles. El objetivo de que el 30 % del alumnado de secundaria participara en la formación profesional se fijó para 2010, pero a fecha de 2020 aún está lejos de alcanzarse. Son muchas las razones que explican esta situación:
La sociedad aún otorga gran importancia a los títulos universitarios. Muchos padres desean que sus hijos obtengan un título universitario, o incluso superior, independientemente de sus capacidades, circunstancias y deseos. Tras la secundaria básica, la mayoría de los estudiantes accede a la educación secundaria superior, lo que ha provocado que algunos institutos reduzcan la nota media de admisión en menos de un punto, como ocurre en un colegio de la región montañosa de Thanh Hoa . En muchas localidades, este porcentaje supera el 80%. Ciudad Ho Chi Minh destaca por su buena orientación vocacional, pero los datos anuales muestran que el 70% de los estudiantes de secundaria básica ingresa en institutos públicos, el resto en institutos privados o centros de formación continua, se incorpora al mercado laboral y una proporción (menos del 30%) cursa formación profesional.
La escasez de estudiantes con buen rendimiento en la formación profesional ha afectado la calidad de la misma. La mayoría de los estudiantes que, a pesar de sus aspiraciones, no lograron aprobar el examen de ingreso a la escuela secundaria pública, con un rendimiento académico mediocre o bajo, ingresan a escuelas de formación profesional. Muchos de ellos no pueden compaginar la formación profesional con la educación general, lo que les genera frustración y abandono escolar. Los campos de alta tecnología exigen que los estudiantes tengan capacidad de razonamiento y cálculo, pero resulta difícil encontrar estudiantes que cumplan con estos requisitos.
Según la clasificación internacional de la educación, el nivel 4 (educación postsecundaria) presenta una gran diversidad en cuanto a formatos, programas y niveles de formación. En consecuencia, el modelo de escuela secundaria vocacional o técnica, adecuado para el nivel 4, que combina formación profesional y educación general, ha tenido éxito en muchos países. Sin embargo, en Vietnam, el nivel 4 se rige por la normativa de nivel intermedio. El modelo de escuela secundaria técnica se ha implementado a modo de prueba en varias ocasiones, pero aún no se ha logrado su puesta en práctica debido a problemas en el mecanismo de gestión y la disponibilidad de recursos.
El Gobierno ha detallado la normativa sobre la articulación entre los niveles educativos y las cualificaciones de formación en el sistema educativo nacional, pero aún no ha publicado la documentación legal completa sobre esta articulación.
La orientación vocacional para estudiantes sigue siendo un punto débil en la educación secundaria. Las escuelas se centran en preparar a los estudiantes para la universidad, lo que conlleva una enseñanza adicional desde la secundaria. El aumento de las plazas universitarias y la ampliación del proceso de admisión basado en el expediente académico hacen que el acceso a la universidad sea demasiado fácil; muchos estudiantes con bajas calificaciones en el examen de ingreso a la secundaria logran entrar. Si bien el número de personas con títulos universitarios va en aumento, también lo hace la tasa de desempleo entre quienes poseen títulos universitarios y de maestría.
Algunos responsables de la gestión educativa desconocen por completo la dinámica de la formación profesional, al considerar que el objetivo del 30% o 35% de estudiantes tras la educación secundaria optan por la formación profesional solo es aplicable a zonas desfavorecidas, mientras que en provincias o ciudades con educación de calidad, donde las familias pueden permitirse la universidad, este objetivo es menor. La idea de que la formación profesional se limita a los centros de formación profesional y no a la educación general conlleva que estudiantes de esta modalidad se incorporen al mercado laboral sin la cualificación técnica necesaria.
Fuente: https://thanhnien.vn/nguoi-dan-co-trinh-do-chuyen-mon-ky-thuat-con-thap-185991855.htm






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