La pérdida de apetito y la pérdida rápida de peso son signos particularmente preocupantes para las personas con diabetes. (Fuente: Pixabay) |
La diabetes es una enfermedad crónica en la que el cuerpo no puede regular los niveles de azúcar en sangre debido a una producción insuficiente de insulina o a la incapacidad de utilizar la insulina de manera eficaz.
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Por lo general, la diabetes es una enfermedad crónica y que dura toda la vida. Aunque no existe cura, la enfermedad se controla con medicamentos, dieta y ejercicio.
Si no se controla bien, la diabetes puede afectar fácilmente a casi todos los órganos del cuerpo, incluidos el hígado, los riñones e incluso la visión.
Aquí hay 5 señales de daño hepático debido a la diabetes.
Fatiga inusual
Sentirse cansado después de un largo día es normal. Sin embargo, si usted se siente constantemente agotado, este podría ser uno de los primeros signos de daño hepático.
Cuando el hígado está dañado, no puede filtrar eficazmente las toxinas de la sangre. Estas toxinas se acumulan en tu cuerpo y hacen que te sientas cansado todo el tiempo, incluso con un descanso adecuado.
En las personas con diabetes, la fatiga es aún más común porque el hígado está bajo una gran presión por el alto nivel de azúcar en sangre y la acumulación de grasa. Si nota fatiga persistente que no mejora después del descanso, podría ser una señal de que su hígado no está funcionando correctamente.
Piel y ojos amarillos
La ictericia es uno de los signos más evidentes de problemas hepáticos. Esta afección ocurre cuando la bilirrubina, un pigmento amarillo producido durante la descomposición de los glóbulos rojos, se acumula en el cuerpo.
En las personas sanas, el hígado procesa y elimina la bilirrubina. Pero cuando el hígado está dañado, no puede procesar la bilirrubina de manera efectiva, lo que produce ictericia (coloración amarillenta de la piel y del blanco de los ojos).
Las personas con diabetes deben consultar a un médico inmediatamente si observan ictericia, ya que podría ser un signo de disfunción hepática grave. Sin embargo, cabe señalar que la ictericia no sólo es causada por la diabetes, puede aparecer en personas sin diabetes, incluso en recién nacidos.
Dolor y distensión abdominal
El dolor o malestar en el lado derecho del abdomen, donde se encuentra el hígado, puede ser un signo de daño hepático. Cuando el hígado está inflamado o agrandado debido a acumulación de grasa o fibrosis, es posible que sienta un dolor sordo o agudo.
En etapas más graves, puede acumularse líquido en el abdomen, causando hinchazón o distensión abdominal. Esta condición se llama ascitis y es una señal de advertencia de daño hepático grave o cirrosis.
Si tiene diabetes y con frecuencia siente dolor en el abdomen derecho o nota una hinchazón inusual en su abdomen, debe hacerse una prueba de función hepática lo antes posible.
Orina oscura y heces pálidas
Los cambios en el color de la orina y las heces son señales de advertencia importantes de problemas hepáticos. Cuando el hígado está dañado, la bilirrubina, un pigmento amarillo producido durante la descomposición de los glóbulos rojos, se filtra a la sangre y se excreta en la orina, lo que hace que la orina parezca más oscura de lo normal, como marrón, naranja o ámbar.
Al mismo tiempo, el hígado puede producir menos bilis, que es lo que da a las heces su característico color marrón. Cuando los niveles de bilis disminuyen, las heces pueden volverse pálidas o arcillosas.
Ambos cambios son señales de que el hígado no está funcionando adecuadamente y deben ser evaluados médicamente tan pronto como se detecten.
Anorexia y pérdida de peso inexplicable
El daño hepático afecta la digestión y el metabolismo, provocando pérdida de apetito. Es posible que sienta náuseas o saciedad rápidamente, lo que le llevará a comer menos de lo habitual. Con el tiempo, esto puede provocar pérdida de peso inexplicable y debilidad muscular.
En las personas con diabetes, esto es especialmente preocupante, ya que una mala nutrición puede dificultar el control del azúcar en sangre y afectar negativamente la salud general.
La pérdida de peso puede ocurrir rápidamente, dejándote sintiéndote cansado, débil o incluso agotado incluso con una actividad ligera. También puede quedar sin aliento o jadear después de realizar tareas sencillas.
Si experimenta estos síntomas, debe consultar a un médico para que controle su función hepática y evalúe su estado nutricional lo antes posible.
Nota: ¡La información del artículo es sólo para referencia!
Fuente: https://baoquocte.vn/nhan-biet-5-dau-hieu-ton-thuong-gan-do-benh-tieu-duong-315808.html
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