El doloroso problema del matrimonio infantil en el sur de Asia

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Novias jóvenes con sus maridos. Foto: CHINADAILY

Debido a la carga financiera y el cierre de escuelas causados por la pandemia de COVID-19, muchas familias están optando por permitir que sus hijas se casen prematuramente. Según Noala Skinner, directora regional de UNICEF para Asia Meridional, Asia Meridional tiene la tasa más alta de matrimonio infantil del mundo . Esto es una auténtica tragedia.

El matrimonio precoz impide que las niñas reciban educación, lo que deja secuelas nefastas, como embarazos y partos precoces, que afectan la salud y la psicología de las jóvenes que aún no son capaces de criar hijos. Aún más preocupante es que los niños nacidos de madres de entre 15 y 18 años corren un alto riesgo de muerte y problemas de salud en el futuro, ya que sus madres no están lo suficientemente desarrolladas físicamente para quedar embarazadas.

Un nuevo estudio de UNICEF, basado en entrevistas y conversaciones con familias en 16 localidades de Bangladesh, India y Nepal, reveló que muchas familias creen que el matrimonio es la mejor opción para sus hijas durante la pandemia de COVID-19, cuando las oportunidades educativas son limitadas. La edad legal para contraer matrimonio en Nepal es de 20 años, en India, Sri Lanka y Bangladesh es de 18, y en Afganistán es de 16. En Pakistán también es de 16 años, excepto en la provincia de Sindh, donde la edad mínima es de 18 años. Esto se debe a la carga financiera durante la pandemia. El matrimonio infantil se convierte, por lo tanto, en una forma razonable de aliviar esta carga.

Según un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el 19% de las mujeres de entre 20 y 24 años en todo el mundo se casaron o vivían juntas antes de los 18 años. En el contexto de la pandemia de Covid-19, se estima que para 2030, hasta 13 millones de niñas se verán obligadas a convertirse en novias.

El matrimonio infantil es una violación de los derechos humanos que a menudo afecta a las niñas más vulnerables, pobres y marginadas. Además, atrapa a las niñas casadas y a sus familias en un ciclo de pobreza que puede perdurar durante generaciones. Erradicar el matrimonio infantil permitirá a las niñas completar su educación , posponer la maternidad, encontrar trabajo productivo y alcanzar su máximo potencial, además de generar miles de millones de dólares en ingresos y productividad. Por ello, el UNFPA insta al mundo, y en especial al sur de Asia, a erradicar el matrimonio infantil.

UNICEF ha propuesto diversas soluciones: implementar medidas de protección social para combatir la pobreza, proteger el derecho a la educación de todos los niños, niñas y adolescentes, garantizar un marco adecuado para la aplicación de la ley e intensificar los esfuerzos para mejorar las normas sociales. Promover la igualdad de género y asegurar el compromiso de la comunidad con los derechos de las niñas.

El Director Regional del UNFPA para Asia y el Pacífico, Bjorn Andersson, instó a una mayor colaboración y a mayores esfuerzos para empoderar a las niñas a comprender y reclamar sus derechos. Esto implica brindarles información precisa sobre salud sexual y reproductiva, oportunidades de educación y desarrollo de habilidades, y plataformas para participar en la acción comunitaria y social. Esta información y estas oportunidades pueden transformar vidas. Con conocimiento, las jóvenes vulnerables, incluidas las niñas, pueden abogar por sí mismas e incluso persuadir a sus familias para que cancelen o pospongan compromisos, y apoyar a las comunidades para que se unan y erradiquen prácticas arraigadas.

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