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Los disturbios ocurridos en Francia en los últimos días han mostrado signos de alivio, pero están planteando muchos problemas para el gobierno y los organizadores, en el contexto de que París está a sólo un año de albergar el evento deportivo más grande del mundo: los Juegos Olímpicos de Verano de París 2024.
“Los turistas han cancelado masivamente sus reservas para este verano y para los próximos Juegos Olímpicos”, declaró Thierry Marx, presidente de la Asociación de la Industria y el Comercio Hotelero, a la emisora de radio francesa RMC.
Mascota de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París 2024 |
Según la prensa francesa, las imágenes de violencia difundidas por el mundo no sólo hicieron quedar mal a Francia y causaron una pérdida de ingresos por turismo, sino que también despertaron muchas preocupaciones sobre cuestiones de seguridad para los Juegos Olímpicos, un evento deportivo que regresa a la capital francesa después de 100 años.
De hecho, la seguridad de los Juegos Olímpicos de 2024 ha sido una preocupación importante para los organizadores del evento desde el principio. El gobierno y el Comité Organizador de París 2024 han elaborado numerosos planes de seguridad teniendo en cuenta la inestabilidad causada por la situación social en Francia, desde las violentas protestas del movimiento de los chalecos amarillos en 2019 hasta el movimiento contra la reforma de las pensiones desde principios de este año.
Se han desatado disturbios en toda Francia tras la muerte de Nahel, de 17 años, lo que plantea interrogantes: ¿Es adecuada la seguridad en las instalaciones olímpicas? ¿Podrá Francia atender a los 15 millones de visitantes que se prevé que visiten los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024?
Aunque ninguna instalación o estructura olímpica ha sufrido daños en los últimos días de violencia, esto no disminuye la preocupación de los organizadores. Muchos proyectos de infraestructura olímpica se ubican en barrios que aún se consideran vulnerables.
La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Casstéra, confirmó a los medios franceses el 3 de julio que el gobierno ha tomado medidas para reforzar la seguridad de las infraestructuras que sirven a los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Para evitar efectos adversos, el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, aseguró que los turistas no tendrán miedo de venir a París y cree que el "ambiente social" se calmará.
El líder de la capital francesa afirmó que París está haciendo grandes esfuerzos para que los riesgos de seguridad sean sólo un tema secundario, la ciudad siempre está cooperando estrechamente con el departamento de policía para investigar y desarrollar planes para garantizar la máxima seguridad para los Juegos Olímpicos de París 2024.
Según los observadores, a pesar de estas declaraciones tan confiadas, está claro que la gestión de incidentes de seguridad con grandes multitudes sigue siendo un punto débil de las fuerzas de seguridad francesas, así como de los organizadores de eventos.
Esto incluyó enfrentamientos entre fanáticos y policías afuera del estadio Stade de France durante la final de la Liga de Campeones de la UEFA en mayo de 2022.
Desde ahora y hasta el día de apertura de los Juegos Olímpicos, Francia acogerá un gran acontecimiento deportivo, que puede considerarse una auténtica prueba de sus capacidades en materia de seguridad: la Copa del Mundo de Rugby, que tendrá lugar del 8 de septiembre al 28 de octubre.
Sin embargo, por muy perfectos que sean los planes de protección de la seguridad, son solo medidas finales que nadie quiere implementar. La preocupación del gobierno francés en este momento es cómo lograr un clima social pacífico para el país hexagonal.
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