Después de las elecciones generales en las que ningún partido político obtuvo la mayoría, la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz (PML-N), liderada por el ex primer ministro Shehbaz Sharif, y el Partido Popular de Pakistán (PPP), del ex ministro de Asuntos Exteriores Bilawal Bhutto Zardari, han iniciado conversaciones formales para formar un gobierno.
Según las reglas, en caso de que ningún partido obtenga una mayoría mínima, el partido que obtenga el mayor número de escaños en la Asamblea Nacional puede formar un gobierno de coalición.
Según un comunicado publicado en la red social X en la noche del 11 de febrero, el presidente de la Liga Musulmana de Pakistán-Nawaz, Shehbaz Sharif, dijo que los partidos de las familias Sharif y Bhutto "han acordado en principio salvar al país de la inestabilidad política ".
El presidente del PML-N, Shehbaz Sharif, contactó con Maulana Fazlur Rehman, líder de Jamiat Ulema-e-Islam-F (JUI-F), para informarle sobre las conversaciones con el PPP e instó al líder del JUI-F a apoyar la formación de un gobierno de coalición. Maulana Fazl confirmó que respondería el 14 de febrero. Mientras tanto, el PML-N se reunió con el Movimiento Muttahida Qaumi (MQM) en Lahore y con el partido PML-Q el 12 de febrero en la capital, Islamabad.
La serie de actividades mencionadas anteriormente tuvo lugar después de que se anunciaran los resultados de las elecciones, que mostraban que los candidatos independientes obtuvieron 101 escaños, el partido PML-N del ex Primer Ministro Nawaz Sharif tuvo 75 escaños y el partido PPP del ex Ministro de Relaciones Exteriores Bilawal Bhutto Zardari tuvo 54 escaños, el partido MQM controló 17 escaños y el partido JUI-F recibió 4 escaños.
Se espera que el nuevo gobierno de Pakistán enfrente grandes desafíos, entre ellos el manejo de disturbios internos, una grave crisis económica y la migración ilegal.
El país de 241 millones de habitantes lucha por recuperarse de una crisis económica y combatir la violencia militante en un entorno político profundamente polarizado, según informó Reuters. La inflación se dispara a casi un 30%, ya que la rupia ha caído drásticamente en los últimos tres años y un enorme déficit en la balanza de pagos ha provocado la prohibición de importaciones, lo que ha obstaculizado significativamente el desarrollo industrial de Pakistán.
Chi Hanh
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