
Imagen que muestra a un usuario de un teléfono inteligente con inteligencia artificial
Asistente de inteligencia artificial en el teléfono inteligente
Las nuevas líneas telefónicas, desde el Galaxy AI de Samsung hasta el Google Pixel con Gemini, o el próximo Apple Intelligence en el iPhone, están poniendo la IA en el centro de la experiencia del usuario.
Ahora, en lugar de buscar y abrir cada aplicación, los usuarios solo necesitan decir o escribir: "Resumir este documento", "Encuentra fotos tomadas con Lan en Da Lat", "Escribe un saludo de cumpleaños ingenioso"... y el teléfono inteligente lo entenderá y lo ejecutará inmediatamente.
Ya no se trata de asistentes virtuales básicos como Siri o el Asistente de Google, sino de IA para smartphones : una nueva capa de inteligencia capaz de procesar el lenguaje natural, comprender el contexto, personalizar y tomar decisiones. Esto hace que la experiencia de uso del teléfono sea mucho más flexible y natural.
Junto con esto, está surgiendo una tendencia: la "IU cero" (interfaz oculta ). La interfaz de usuario ya no es una serie de iconos de aplicaciones, sino un diálogo entre humanos y máquinas. Los usuarios no necesitan saber qué aplicación usar, solo necesitan saber qué necesitan.
Sin embargo, la IA de los smartphones no ha sustituido por completo a las aplicaciones. Aún necesita depender de ellas para realizar algunas funciones: enviar correos, guardar calendarios, buscar fotos...
La diferencia es que los usuarios ya no interactúan directamente con la aplicación, sino que interactúan a través de la IA, una capa intermedia inteligente.
De la conveniencia a la preocupación
El auge de los smartphones con IA ha traído consigo sus propias controversias. La primera es la privacidad.
A medida que la IA se vuelve más inteligente, necesita más datos, y estos provienen de los usuarios. Imágenes, historial de navegación, ubicación, llamadas e incluso patrones de voz pueden usarse para entrenar modelos de IA.
Aunque las empresas están promoviendo el modelo de "IA en el dispositivo" (IA procesada internamente, sin enviar datos a la nube), todavía es difícil para los usuarios controlarlo por completo.
El siguiente problema es el control y la precisión . Al depender demasiado de la IA , los usuarios pueden perder gradualmente la capacidad de operar, buscar o comprender el sistema, al igual que olvidamos cómo consultar un mapa cuando tenemos Google Maps. Además, la IA puede malinterpretar comandos, devolver resultados incorrectos o ser objeto de abuso si cae en las manos equivocadas.
Los desarrolladores de aplicaciones se enfrentan al reto de adaptarse. Las interfaces atractivas y las funciones avanzadas ya no son los únicos factores.
En cambio, las aplicaciones deben poder interactuar bien con la IA , a través de API abiertas, datos estructurados y la capacidad de integrarse en el ecosistema de IA de cada proveedor.
En definitiva, el escenario es el siguiente: si los usuarios solo interactúan con una única IA —por ejemplo, Gemini, Siri o Galaxy AI—, ¿seguirá siendo diverso el futuro del ecosistema de aplicaciones móviles? ¿O entraremos en una era en la que «la IA elige las aplicaciones por nosotros» y los desarrolladores se ven obligados a «complacer a la IA» en lugar de a los usuarios?
La inteligencia artificial de los teléfonos inteligentes no es sólo una tendencia tecnológica, es un paso adelante en la forma en que los humanos interactúan con las máquinas .
A medida que las aplicaciones se vuelven invisibles y cada acción se convierte en una conversación, estamos presenciando el mayor cambio desde la llegada de los teléfonos inteligentes: del tacto a la comprensión.
Y tal vez en un futuro cercano ya no “usaremos” teléfonos, sino que hablaremos con IA.
Fuente: https://tuoitre.vn/smartphone-ai-tro-ly-thong-minh-dang-thay-the-ung-dung-2025060410333081.htm










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