El partido entre la selección femenina de Vietnam y Filipinas en la segunda ronda del Grupo B de los 33º Juegos del Sudeste Asiático en la noche del 8 de diciembre terminó de la manera más dolorosa.
El gol encajado en el minuto 90+4 del tiempo extra no solo hizo que Vietnam perdiera puntos valiosos, sino que también dejó momentos desgarradores en los rostros de las chicas de rojo, especialmente de Thanh Nha, la jugadora más destacada del partido, pero que vio con impotencia cómo la victoria se le escapaba.

Desde los primeros minutos, Thanh Nha demostró por qué se la conoce como el "tornado lateral" de la selección femenina vietnamita. Su velocidad, agilidad y constantes avances obligaron constantemente a la defensa filipina a replegarse.


A lo largo del partido, Thanh Nha prácticamente no dejó de correr, presionar, luchar y crear numerosas situaciones de ataque peligrosas. Cada ataque de la selección femenina vietnamita llevaba, en mayor o menor medida, la marca de la jugadora número 19.

Ya sea que el entrenador la coloque en la banda izquierda o derecha, Thanh Nha siempre mantiene su forma y cumple con creces su rol. Su capacidad para acelerar, cambiar de dirección rápidamente y mantener un buen equilibrio le permite crear constantes avances.

Cada vez que tenía el balón en la banda, Thanh Nha hacía esperar al público algo inesperado, desde giros decisivos hasta peligrosas subidas y centros. Se convirtió en la estrella del equipo vietnamita durante todo el partido.

Frente a una defensa filipina alta, fuerte y competitiva, Thanh Nha demostró confianza y un estilo de juego que no temía los choques. En numerosas ocasiones, aprovechó su velocidad para adelantarse a sus oponentes o controló el balón con destreza para escapar de la persecución de defensas con un físico superior.

Thanh Nha también mostró iniciativa en el ataque al buscar continuamente oportunidades para disparar hacia la portería rival.


Aunque todo el equipo jugó con gran esfuerzo para encontrar el gol, la cruel realidad llegó en el minuto 90+4 del tiempo extra, cuando la selección femenina filipina marcó el gol decisivo, obligando a la selección femenina vietnamita a aceptar la derrota.

Cuando sonó el pitido final, no hubo ni un suspiro ni un grito de decepción. Thanh Nha se quedó inmóvil unos segundos, como si no pudiera creer lo que acababa de suceder.
Inclinó la cabeza y caminó lentamente hacia la zona de entrenamiento. Sin decir palabra, Thanh Nha se sentó en el suelo, con la mirada vacía.

El sudor aún no se había secado en su rostro, pero la tristeza ya había cubierto sus ojos, siempre llenos de energía.
Fuente: https://dantri.com.vn/the-thao/thanh-nha-lang-nguoi-sau-tran-thua-nghiet-nga-cua-tuyen-nu-viet-nam-20251209011634608.htm










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