La hematuria es la presencia de sangre en la orina. Entre las causas de la hematuria se incluyen infecciones del tracto urinario, cálculos renales o cálculos vesicales. Además, la glomerulonefritis también puede causar esta afección.
La glomerulonefritis suele estar causada por bacterias, diabetes, hipertensión arterial o ciertas enfermedades autoinmunes. Los glomérulos son responsables de filtrar la sangre y eliminar los desechos a través de la orina. Por lo tanto, son una parte muy importante del riñón, según el sitio web de salud Healthline (EE. UU.).
La glomerulonefritis es una enfermedad grave que puede provocar insuficiencia renal.
Si no se trata, la glomerulonefritis puede provocar insuficiencia renal, llegando incluso a requerir un trasplante de riñón. Uno de los signos más comunes de la glomerulonefritis es la presencia de sangre en la orina. La sangre se mezcla con la orina, dándole un color rosado o marrón. En ocasiones, la cantidad de sangre que se pierde es tan pequeña que no se puede detectar a simple vista y solo se puede observar con un microscopio.
Sin embargo, la presencia de sangre en la orina no siempre es un signo de glomerulonefritis. Para ayudar a los pacientes a reconocer el riesgo, además de la presencia de sangre en la orina, la glomerulonefritis también puede presentar los siguientes síntomas:
orina espumosa
La glomerulonefritis a menudo provoca que se filtren proteínas en la orina, lo que hace que ésta se vuelva espumosa o burbujeante.
Edema corporal
La glomerulonefritis altera la función renal, lo que provoca retención de líquidos. Esto puede causar hinchazón en la cara, las piernas o el abdomen.
Hipertensión
La glomerulonefritis provoca la retención de sal y agua en el cuerpo, lo que resulta en un aumento de la presión arterial. Un estudio publicado en la revista Hypertension Research reveló que aproximadamente el 70 % de los pacientes con glomerulonefritis padecen hipertensión. La presión arterial excesivamente alta puede dañar los vasos sanguíneos de los riñones, lo que puede provocar un daño renal más grave.
Fatiga corporal, micción poco frecuente.
Cuando la función renal disminuye, las toxinas se acumulan en la sangre, lo que provoca fatiga extrema. Además, los pacientes pueden experimentar disminución de la micción. Esto se debe a que la función de filtrado de los glomérulos se ve afectada, lo que reduce la cantidad de orina excretada.
Los síntomas de glomerulonefritis mencionados anteriormente pueden aparecer repentinamente o desarrollarse de forma asintomática con el tiempo. Por lo tanto, para proteger los riñones, todas las personas necesitan chequeos médicos regulares, especialmente aquellas con alto riesgo, según Healthline .
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Fuente: https://thanhnien.vn/tieu-ra-mau-dau-hieu-canh-bao-benh-gi-185250227134605679.htm






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