¿Por qué el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular aumenta hacia el final del año?
En declaraciones al periódico Dan Tri , el Dr. Bui Pham Minh Man, del Hospital Universitario de Medicina y Farmacia de Ciudad Ho Chi Minh (instalación 3), explicó que el fin de año suele coincidir con un período de frío o fuertes fluctuaciones de temperatura. Numerosos estudios médicos han observado que, cuando baja la temperatura, los vasos sanguíneos periféricos tienden a contraerse para retener el calor, lo que provoca un aumento de la resistencia vascular y una presión arterial más alta.

Un paciente es hospitalizado tras sufrir un derrame cerebral en Hanoi (Foto: Manh Quan).
En personas que ya padecen hipertensión, dislipidemia o enfermedad cardiovascular, este cambio puede alterar el equilibrio hemodinámico y aumentar el riesgo de accidente cerebrovascular.
Además de las condiciones climáticas, los hábitos de vida de fin de año también juegan un papel importante.
"Esta es una época en la que muchas personas sufren estrés, no duermen lo suficiente, comen de forma irregular, consumen más alcohol y reducen su actividad física. Estos cambios dificultan el control de la presión arterial, aumentan los trastornos metabólicos y promueven la formación de coágulos sanguíneos", explicó el médico.
Otro factor que a menudo se pasa por alto es la interrupción del tratamiento. Muchos pacientes con hipertensión, diabetes o dislipidemia dejan de tomar su medicación arbitrariamente, se olvidan de tomarla o posponen citas de seguimiento debido a las apretadas agendas de fin de año. Esto provoca que los indicadores de salud se descontrolen precisamente durante los períodos de mayor riesgo.
La base de la prevención del accidente cerebrovascular
Según el Dr. Man, entre todos los factores de riesgo, la hipertensión se considera el más importante relacionado con el accidente cerebrovascular. Cabe destacar que la hipertensión a menudo se desarrolla de forma asintomática y no causa síntomas claros. Muchas personas solo descubren la enfermedad después de un evento cardiovascular o un accidente cerebrovascular.
Medirse la presión arterial regularmente con la técnica correcta y monitorear sus cambios a lo largo del tiempo es una medida sencilla pero muy valiosa. Los adultos, especialmente los mayores de 40 años o con afecciones subyacentes, deben mantener el hábito de medirse la presión arterial regularmente, especialmente durante el clima frío.
Cuando los pacientes experimentan presión arterial persistentemente alta o fluctuante, deben consultar con profesionales de la salud para obtener asesoramiento sobre ajustes en el estilo de vida o el tratamiento adecuado, en lugar de automedicarse.
Para las personas a quienes se les ha diagnosticado hipertensión, diabetes, dislipidemia o antecedentes de accidente cerebrovascular, la adherencia al tratamiento es crucial.
El fin de año no debería ser el momento de interrumpir la medicación ni de faltar a las citas de seguimiento. Los pacientes deben preparar proactivamente la medicación suficiente, tomarla según lo prescrito y comentar cualquier cambio inusual en su salud con su médico.
Mantenga un estilo de vida saludable durante este período sensible.
El Dr. Manh aconseja que la prevención de accidentes cerebrovasculares no requiere cambios extremos, sino más bien ajustes razonables y un mantenimiento constante.
La dieta debe centrarse en reducir el consumo de sal, limitar los alimentos procesados y salados, y aumentar el consumo de verduras, frutas, pescado y proteínas saludables. Reducir el consumo de sal tiene un impacto directo en el control de la presión arterial.
La actividad física debe mantenerse a un nivel adecuado a la condición física de cada persona. Caminar a paso ligero, hacer ejercicio ligero en casa u otras formas moderadas de ejercicio pueden mejorar la circulación y ayudar a controlar la presión arterial, la glucemia y los lípidos en sangre. En climas fríos, es necesario calentar bien y mantener el cuerpo caliente antes de hacer ejercicio.
Limitar el consumo de alcohol y no fumar son medidas importantes para proteger los vasos sanguíneos. El consumo excesivo de alcohol puede aumentar la presión arterial y causar trastornos del ritmo cardíaco, mientras que el tabaco daña las paredes de los vasos sanguíneos y promueve la aterosclerosis.
El sueño y la salud mental también requieren atención. La falta de sueño y el estrés prolongado pueden provocar fluctuaciones en la presión arterial y reducir la eficacia del tratamiento de afecciones subyacentes. Mantener un horario de sueño razonable, evitar trasnochar y organizar el trabajo de forma científica ayudará al cuerpo a recuperarse mejor.
Incluso con medidas preventivas, el riesgo de accidente cerebrovascular puede persistir. Por lo tanto, la detección temprana de los signos y el traslado del paciente a un centro médico capaz de tratar el accidente cerebrovascular lo antes posible es un factor crucial para determinar el pronóstico.
Los signos de advertencia comunes incluyen boca caída, debilidad o entumecimiento en un lado del cuerpo, dificultad repentina o habla arrastrada, visión borrosa, mareos, pérdida del equilibrio o dolores de cabeza intensos de origen desconocido.
Cuando aparezcan estos síntomas, llame a los servicios de emergencia o lleve al paciente al hospital inmediatamente, no espere y no aplique ningún remedio casero.
Fuente: https://dantri.com.vn/suc-khoe/bac-si-chi-ra-ly-do-dot-quy-thuong-tang-vao-cuoi-nam-20251215172139632.htm






Kommentar (0)