En una reunión con funcionarios de defensa en Moscú, el presidente Vladimir Putin dijo que la Federación Rusa está observando con preocupación el desarrollo y posible despliegue de misiles estadounidenses de corto y mediano alcance. Según el líder de la Federación Rusa, hay motivos para preocuparse por las actividades de Estados Unidos en materia de creación y preparación para el despliegue en primera línea de sistemas de ataque terrestres de alta precisión con un alcance de hasta 5.500 kilómetros. Al mismo tiempo, Estados Unidos transfirió y desplegó estos sistemas de misiles en Europa así como en la región Asia-Pacífico, mientras que tales acciones estaban prohibidas por el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (Tratado INF).
Una de las principales razones de la escalada de tensiones entre Rusia y Occidente es la cuestión de la expansión de Estados Unidos y la OTAN en los países de Europa del Este y, especialmente, las relaciones de Ucrania con Occidente. Rusia ha advertido repetidamente que la adhesión de Ucrania a la OTAN cruzaría la "línea roja" de Moscú, ya que colocaría a la OTAN justo en la frontera de Rusia, amenazando su seguridad nacional. Fue este enfoque el que hizo que Putin sintiera que Occidente estaba empujando deliberadamente a Rusia a una situación insoportable.
Después de que Rusia lanzó su invasión de Ucrania en febrero de 2022, los países occidentales impusieron severas sanciones económicas a Rusia y proporcionaron apoyo militar y financiero a Ucrania. Estas acciones han dejado a Rusia sintiéndose aislada y han aumentado la sensación de que Occidente está tratando deliberadamente de contener y debilitar a Rusia. Putin cree que los países occidentales no sólo quieren reducir la influencia de Rusia en Europa, sino que también quieren derrocar al actual régimen político en Moscú. Putin también subrayó que si los países occidentales siguen realizando acciones provocadoras, Moscú no dudará en utilizar todas las medidas necesarias para proteger sus intereses, incluido el uso de la fuerza militar si es necesario. Putin ni siquiera ha descartado la posibilidad de utilizar armas nucleares en caso de percibir una amenaza directa a la supervivencia de Rusia.
El concepto de “líneas rojas” se ha convertido en un término importante en la política exterior de Putin. Éstos son los límites que Rusia ya no puede tolerar o que podrían dar lugar a una fuerte reacción si se cruzan. Estas “líneas rojas” incluyen no sólo cuestiones relacionadas con la seguridad nacional, sino también principios básicos en las relaciones internacionales que Rusia quiere proteger, como el respeto a la soberanía nacional y la no interferencia en los asuntos internos de otros países.
La creciente presión de la OTAN, especialmente los esfuerzos de Occidente para atraer a antiguos estados soviéticos como Ucrania y Georgia, ha hecho que Rusia sienta que su seguridad nacional está seriamente amenazada. El suministro de armas por parte de Occidente a Ucrania y su apoyo militar y financiero también han contribuido a acrecentar la sensación de aislamiento y de verse obligado a actuar. Las sanciones occidentales dirigidas a la economía rusa, especialmente en el sector energético, han causado grandes daños y aumentado las tensiones. Rusia ha expresado reiteradamente su oposición y ha considerado estas medidas como un acto de guerra económica destinado a debilitar al país.
Además de eso, las fuertes críticas de Occidente sobre las acciones militares de Rusia en Ucrania han hecho que Rusia se sienta humillada y falsamente acusada en el escenario internacional. El gobierno ruso ha criticado repetidamente el tratamiento que Occidente da a la cuestión de Ucrania, calificándolo de parcial e injusto.
A pesar de las fuertes acusaciones y declaraciones del presidente Putin sobre líneas rojas, Occidente, especialmente Estados Unidos y los países de la UE, todavía mantienen una política de apoyo a Ucrania. Estos países afirman que sólo están ejerciendo su derecho legítimo de ayudar a un Estado soberano agresor y que no cederán ante las amenazas de Rusia. Estas reacciones han aumentado aún más las tensiones entre Rusia y Occidente.
Por martes
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