El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, llegó a El Cairo, Egipto, en su primera visita en más de una década, marcando un deshielo en las relaciones entre los dos rivales regionales.
| El presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi (derecha), saluda al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en el aeropuerto de El Cairo el 14 de febrero. (Fuente: The Nations) |
El 14 de febrero, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan llegó al aeropuerto de El Cairo, Egipto. El presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, lo recibió personalmente en el aeropuerto y luego lo condujo al cercano Palacio Al Ittihadya para pasar revista a la guardia de honor antes de mantener conversaciones.
Esta es la primera visita de Erdogan a Egipto en 11 años, un período en el que las dos potencias regionales han estado en gran medida enfrascadas en una serie de acaloradas disputas públicas sobre una variedad de temas, incluidas las afirmaciones de El Cairo de que Ankara interfiere en los asuntos internos de los países árabes y apoya a grupos militantes en la región.
Las tensiones entre Turquía y Egipto comenzaron en 2013 cuando el ejército egipcio, entonces liderado por El Sisi, derrocó al presidente Mohamed Morsi, un musulmán respaldado por Turquía. El Sisi fue elegido presidente al año siguiente. Tras la llegada de El Sisi a la presidencia, las relaciones continuaron deteriorándose. Ambos países retiraron a sus embajadores poco después y rebajaron sus relaciones diplomáticas en 2014.
Sin embargo, en 2021, ambas partes iniciaron negociaciones para normalizar sus relaciones, con reuniones periódicas de funcionarios de nivel medio de ambas partes para debatir la solución de los problemas pendientes. Este proceso recibió un fuerte impulso cuando El Sisi y Erdogan se reunieron por primera vez en el marco del Mundial de Doha, Catar, en 2022.
El restablecimiento total de las relaciones diplomáticas y la intención declarada de ambos países de seguir un camino de cooperación señalan un cambio significativo en el panorama geopolítico de la región.
Históricamente, Turquía y Egipto a menudo han apoyado a bandos opuestos en el conflicto en Libia, vecino de Egipto, durante la guerra civil que estalló tras la caída del líder libio Muammar Qaddafi en 2011.
Egipto también se ha opuesto frecuentemente a lo que percibe como una influencia excesiva de Turquía en Siria e Irak, y considera que los esfuerzos por promover los planes energéticos de El Cairo en el Mediterráneo oriental pueden dañar potencialmente los intereses de El Cairo.
Mientras tanto, tanto Egipto como Turquía poseen poderosos ejércitos capaces de ejercer una influencia significativa en toda la región. Además, Turquía es el único miembro de la OTAN con mayoría musulmana, mientras que Egipto es el país árabe más poblado y ejerce una influencia considerable en el mundo árabe e islámico.
Históricamente, la relación entre ambos países y sus pueblos ha estado entrelazada durante más de un milenio. Egipto se incorporó al Imperio Otomano en 1517 y mantuvo relaciones oficiales con Estambul hasta principios del siglo XX.
La visita de Erdogan a Egipto también se produce en un momento en que las relaciones económicas y los vínculos en muchas otras áreas, incluida la defensa, están creciendo entre los dos países.
El ministro de Asuntos Exteriores turco, Hakan Fidan, dijo a principios de este mes que Ankara había acordado suministrar drones a Egipto, el primer acuerdo de armas entre El Cairo y Ankara desde que los dos gobiernos acordaron elevar las relaciones diplomáticas al nivel de embajadores en julio de 2023 tras las conversaciones en curso para reanudar los lazos.
A pesar de los reveses políticos de los años anteriores, el comercio entre ambos países ha mostrado un crecimiento constante, alcanzando más de 10 mil millones de dólares en 2022.
Los observadores consideran que una visita del presidente de un estado miembro de la OTAN a un país árabe musulmán en medio de tensiones en Medio Oriente, en particular el actual estancamiento en la Franja de Gaza, es altamente significativa.
Tanto Erdogan como El Sisi han criticado duramente a Israel por el elevado número de muertos palestinos –más de 28.000 hasta ahora, en su mayoría civiles– en el territorio y la destrucción generalizada causada por el conflicto que estalló entre Israel y Hamás.
Antes de la llegada del presidente Erdogan a El Cairo, el presidente egipcio dijo en un comunicado que ambas partes discutirían "desafíos y cuestiones regionales", particularmente los esfuerzos para lograr un alto el fuego en Gaza y enviar ayuda humanitaria a los residentes de la Franja de Gaza.
En este contexto, muchos observadores creen que la visita a Egipto, después de más de una década de relaciones frías, no sólo podría ayudar a descongelar las relaciones entre Ankara y El Cairo, sino también ofrecer destellos de esperanza ante el estancamiento actual del conflicto entre Israel y el movimiento islámico Hamás en la Franja de Gaza.
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