Cada año, aproximadamente 180.000 personas en todo el mundo mueren a causa de meningitis fúngica. La principal causa de meningitis fúngica es Cryptococcus neoformans (C. neoformans), un hongo que puede infectar el cerebro humano.
El único fármaco antifúngico disponible actualmente para tratar esta enfermedad es la anfotericina B. Si bien la anfotericina B posee una actividad bactericida eficaz contra C. neoformans, el tratamiento de la meningitis causada por este hongo aún presenta una alta tasa de fracaso y infecciones recurrentes sin una causa clara. Mediante investigaciones, investigadores del Instituto de Microbiología de la Academia China de Ciencias han determinado que la glucosa en el cerebro puede contrarrestar la resistencia a los antifúngicos que posee C. neoformans gracias a una proteína llamada Mig1.
Estudios han demostrado que, en ratones, Mig1 inhibe la síntesis de ergosterol, un componente de las membranas celulares fúngicas y diana de la anfotericina B. Además, Mig1 promueve la producción de inositolfosforilceramida, otro componente de las membranas celulares fúngicas que compite con la anfotericina B por el ergosterol, lo que limita el efecto del fármaco. El uso de un inhibidor de la inositolfosforilceramida en combinación con anfotericina B mejora la eficacia del tratamiento contra la meningitis criptocócica en ratones.
MINH CHAU
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