(Dan Tri) - Los siguientes rasgos de personalidad parecen inofensivos, pero si no se controlan bien, su hijo puede fácilmente volverse indeciso, falto de postura y solo "concentrarse" en complacer a los demás.
Buscar siempre maneras de complacer a los demás, incluso aceptando desventajas e inconvenientes propios, es señal de una persona complaciente. Las personas con esta personalidad tienden a priorizar las necesidades de los demás sobre las suyas.
Las personas complacientes a menudo no saben decir que no, por miedo a ofender a la otra persona y dañar la relación. Estas personas pueden ser agotadoras y perjudiciales para quienes presentan este rasgo de personalidad.
Si nota que su hijo tiene las siguientes características, los padres deben ayudarlo a realizar los cambios apropiados.
Él siempre está de acuerdo con la gente que lo rodea y parece ser muy tranquilo.
Las personas a quienes siempre les gusta complacer a los demás son fácilmente queridas pero traen muchos problemas (Ilustración: iStock).
En un grupo de amigos, cuando los miembros se reúnen para tomar decisiones, si su hijo siempre parece tranquilo, aceptando que otros elijan por él y no confiado en expresar sus propios deseos y opiniones, esa es la primera señal a reconocer.
Según la psicóloga estadounidense Joseé Muldrew, los niños que siempre están de acuerdo con las opiniones de los demás pueden hacer que los padres piensen que sus hijos son amables y tranquilos.
Sin embargo, este rasgo de personalidad tendrá la desventaja de que su hijo no expresará sus opiniones con seguridad, aunque esto pueda tener un impacto negativo en él. Poco a poco, su hijo ignorará fácilmente sus propias necesidades.
Lo que los padres deben enseñar a sus hijos: En las interacciones grupales, cuando cada miembro puede dar su opinión, debes alentar a tus hijos a expresar con confianza sus pensamientos y deseos.
Nunca pedí ayuda.
Complacer a los demás puede ser agotador y perjudicial (Ilustración: iStock).
Las personas complacientes suelen ser reacias a pedir ayuda. Este rasgo puede hacerle pensar que su hijo es independiente. Sin embargo, puede que no sea así; su hijo podría tener miedo de hablar, de convertirse en una carga para los demás.
Este rasgo psicológico puede provenir de las experiencias cotidianas del niño. Si los padres están demasiado ocupados y a menudo no pueden apoyar a su hijo a tiempo, este aprenderá gradualmente a olvidar su propia necesidad de apoyo.
El niño aprenderá a manejarse incluso cuando las cosas superen sus capacidades. Este rasgo psicológico puede persistir durante mucho tiempo, a medida que crece y se convierte en una persona reacia a pedir ayuda a los demás, incluso cuando la necesita con urgencia.
Lo que los padres deben enseñar a sus hijos: Si nota que su hijo tiene vergüenza de pedir ayuda, tome la iniciativa para ayudarlo a acostumbrarse. Por ejemplo, al salir a comer o al hacer la compra, deje que sea él quien se comunique con el camarero cuando necesite ayuda. Con estas sencillas experiencias, su hijo aprenderá gradualmente la forma correcta de pedir ayuda.
Además, en algunas tareas sencillas e interesantes, los padres deberían aconsejar a sus hijos que pidan ayuda a un familiar o amigo cercano, como planificar una fiesta de cumpleaños juntos o pensar en ideas y preparar regalos para familiares y amigos. A partir de estas experiencias, los niños se sentirán cada vez más cómodos ofreciendo ayuda.
Intento mantener las relaciones problemáticas.
Si nota que su hijo siempre está tratando de complacer a los demás, los padres deben ayudarlo a realizar los cambios apropiados (Ilustración: iStock).
Las personas complacientes suelen intentar mantener relaciones que están plagadas de posibles problemas. Incluso si la relación no es buena y causa muchos problemas e incomodidad, no soportan terminarla.
La sinceridad y la paciencia son para quienes las merecen. Si tu hijo da muestras de ceder constantemente e ignora constantemente cuando lo tratan mal en sus amistades u otras relaciones, debes ayudarlo a comprender el problema.
Las personas dispuestas a mantener relaciones con demasiados problemas a menudo no son lo suficientemente fuertes como para establecer límites. Aceptan soportar las malas actitudes y comportamientos que se les dirigen sin ninguna resistencia necesaria.
Lo que los padres deben enseñar a sus hijos: No todas las relaciones duran mucho tiempo después de empezar. Si tu hijo se siente mal estando con alguien, es señal de que necesita restablecer los límites en esa relación. Por ejemplo, la frecuencia de los encuentros, la forma de interactuar... Aunque las malas experiencias persistan, necesita aprender a terminar la relación.
[anuncio_2]
Fuente: https://dantri.com.vn/giao-duc/3-tinh-cach-tuong-tot-nhung-de-khien-con-tro-nen-ba-phai-thieu-chu-kien-20241227101705054.htm
Kommentar (0)