Los excrementos de pingüino podrían estar haciendo que los cielos antárticos sean más nublados y ayudando a mitigar los efectos del cambio climático en la región.
Las emisiones de los excrementos de estas aves proporcionan ingredientes químicos clave para la formación de "semillas" de nubes: las diminutas partículas alrededor de las cuales se condensan las nubes.
Así lo afirma un estudio publicado el 22 de mayo en el Journal of Communications Earth & Environment.
El ingrediente principal que la caca de pingüino aporta a este proceso es el amoníaco.
Estudios anteriores han descubierto que el amoníaco atmosférico puede combinarse con el ácido sulfúrico emitido por el fitoplancton marino para formar partículas diminutas llamadas núcleos de condensación de nubes: las "semillas" de las nubes.
Estas nubes pueden ayudar a enfriar el planeta al reflejar más luz solar hacia el espacio.
Los científicos están muy interesados en comprender los factores que determinan el clima y la cobertura de nubes en el Océano Austral y la Antártida, factores que pueden tener un fuerte impacto en el clima global.
Cerca de la estación Marambio, en la Península Antártica, la nieve y el suelo se cubren periódicamente con excrementos de una colonia reproductora cercana de pingüinos Adelia.
Matthew Boyer, científico atmosférico de la Universidad de Helsinki, y sus colegas querían evaluar cómo este “fertilizante natural” podría afectar la formación de nubes en la región.
Los investigadores midieron las concentraciones de amoníaco, dimetilamina y otros gases en la Península Antártica del 10 de enero al 20 de marzo de 2023, para comprender mejor cómo los diferentes gases contribuyen a la formación de nubes en la región.
Observaron concentraciones de amoníaco de hasta 13,5 partes por mil millones, 1.000 veces más altas que las concentraciones en zonas sin pingüinos.
Luego, utilizando mediciones realizadas durante un solo día, observaron cómo la concentración de estas diminutas partículas de aerosol cambiaba a medida que cambiaba la dirección del viento.
Los resultados mostraron que los vientos que soplaban desde la dirección de la colonia de pingüinos trajeron un aumento en las concentraciones de aerosoles (y un poco de neblina).
En general, el equipo descubrió que la contribución de los pingüinos a la "mezcla química" atmosférica aumentó la tasa de formación de partículas hasta 10.000 veces en la región.
Sorprendentemente, este efecto persiste incluso después de que las aves hayan abandonado el área para comenzar su migración anual.
La cantidad de excrementos de pájaros "fertilizó" tanto el suelo que un mes después de que los pingüinos se fueran, la cantidad de amoníaco emitida todavía era 100 veces mayor que las mediciones de referencia.
Fuente: https://www.vietnamplus.vn/bat-ngo-phan-chim-canh-cut-co-the-giup-chong-bien-doi-khi-hau-post1040391.vnp
Kommentar (0)