República Dominicana, que comparte la isla La Española con Haití, dijo el lunes que su ministro de Defensa estaba recorriendo la construcción de una valla fronteriza, mientras que el presidente dominicano, Luis Abinader, descartó abrir campos de refugiados para haitianos.
Por otra parte, la vecina Bahamas anunció el retiro del personal de su embajada a Nueva Providencia, dejando solo al encargado de negocios y a dos agregados de seguridad. Mientras tanto, México recomendó a sus ciudadanos limitar sus viajes y abastecerse de agua, combustible y otros artículos esenciales.
La gente carga con sus pertenencias y huye de sus hogares mientras las autoridades haitianas declaran el estado de emergencia debido a la violencia en Puerto Príncipe. Foto: Reuters
Estados Unidos instó a sus ciudadanos a abandonar Haití "lo antes posible". Brasil instó a la comunidad internacional a implementar la resolución de la ONU para el envío de una fuerza multinacional a Haití. En un comunicado, el gobierno brasileño señaló que dirigió una misión de paz de la ONU en Haití entre 2004 y 2017.
Las pandillas han advertido a los residentes de los alrededores de la capital, Puerto Príncipe, que mantengan a los niños en casa, a pesar de que las autoridades haitianas estipulan que las escuelas permanecerán abiertas. Las autoridades del Aeropuerto Internacional de Puerto Príncipe informaron que hubo intensos tiroteos cerca del aeropuerto, incluso durante el día.
Más temprano el domingo, las autoridades haitianas declararon un estado de emergencia de 72 horas e impusieron un toque de queda nocturno después de que bandas armadas liberaran a miles de prisioneros y un líder de una banda pidiera el derrocamiento del primer ministro Ariel Henry.
La violencia estalló durante la ausencia de Henry. Se desconoce el paradero del primer ministro Henry tras un viaje a Kenia para firmar un acuerdo para que la nación africana lidere una fuerza internacional contra las pandillas en Haití.
En tan solo tres días de la semana pasada, aproximadamente 15.000 personas huyeron de la violencia en Puerto Príncipe, según la Organización Internacional para las Migraciones. Muchas de ellas provenían de campamentos improvisados en escuelas, hospitales y plazas donde habían sido evacuadas.
A principios de este año, las Naciones Unidas estimaron que unos 300.000 haitianos se habían visto obligados a huir de sus hogares, huyendo de asesinatos indiscriminados, violencia sexual, secuestros y saqueos mientras bandas fuertemente armadas luchaban por territorio y se enfrentaban con las autoridades.
Ngoc Anh (según Reuters)
[anuncio_2]
Fuente
Kommentar (0)