Razones para comer jengibre en invierno
Con su sabor picante y sus numerosos beneficios para la salud, el jengibre es delicioso y nutritivo, y su versatilidad permite añadirlo a numerosos platos. Sus beneficios para la salud se deben principalmente a sus antioxidantes, propiedades antiinflamatorias y a los compuestos que contiene. Su aroma único proviene de sus aceites naturales, el más importante de los cuales es el gingerol.
Estudios demuestran que el jengibre tiene excelentes propiedades antiinflamatorias, antivirales y antibacterianas. Estimula el sistema inmunitario para que se proteja mejor contra virus como la gripe o la bronquitis durante la temporada de resfriados.
En la medicina oriental, el jengibre fresco, también llamado Sinh Khuong, tiene un sabor picante y propiedades cálidas. Tiene el efecto de disipar el resfriado, eliminar la flema y se usa a menudo para tratar resfriados y estimular la digestión. El médico Vu Quoc Trung (Asociación de Medicina Oriental de Hanói ) afirmó que la raíz de jengibre tiene efectos medicinales gracias a sus aceites esenciales, almidón y propiedades picantes. El jengibre tiene el efecto de calentar, restaurar la vitalidad y prevenir el resfriado... gracias a sus maravillosos usos, hasta el 70% de las recetas de medicina oriental contienen jengibre.
Además, el jengibre fresco también se utiliza como un ingrediente valioso en el procesamiento de medicamentos, reduciendo los efectos secundarios, aumentando el calor y aumentando el efecto analgésico de algunas medicinas orientales.
Los compuestos del jengibre ayudan a diluir la flema, reducir la tos y suavizar la garganta. También reduce los dolores musculares, lo cual es muy útil en días de clima cambiante.
Gracias a sus potentes efectos antiinflamatorios, el jengibre puede ayudar a aliviar el dolor en personas con osteoartritis o reumatismo en climas húmedos. Consumir jengibre también ayuda a reducir las náuseas, estimular la digestión, reducir la hinchazón y la indigestión.
Según una investigación de los Institutos Nacionales de Salud de EE. UU., el jengibre contiene diversos compuestos fenólicos bioactivos, como gingeroles, gingerenona A, zingerona, shogaoles, paradoles y quercetina. Además, el jengibre también contiene diversos compuestos terpénicos, como β-bisaboleno, α-curcumeno, zingibereno, α-farneseno y β-sesquifelandreno. También contiene polisacáridos, lípidos, ácidos orgánicos y fibra cruda. Todos estos compuestos activos convierten al jengibre en un potente antioxidante y antiinflamatorio.
Numerosos estudios han demostrado que el gingerol reduce el riesgo de infecciones bacterianas y virales. En concreto, se ha comprobado su alta eficacia contra las bacterias orales asociadas con la gingivitis y la periodontitis, así como contra las infecciones por el virus respiratorio sincitial. Por estas razones, el jengibre se utiliza a menudo para mejorar la digestión, reducir las náuseas y ayudar a combatir la gripe y el resfriado común.
Cómo elegir jengibre fresco y aromático para garantizar la seguridad alimentaria
Normalmente, la superficie del jengibre es relativamente rugosa, no lisa ni brillante. Al raspar un poco la piel con los dedos, si se observa una clara diferencia de color entre la piel y la pulpa, se trata de un jengibre aromático y picante. Por el contrario, si el color de la pulpa y el del jengibre son similares, este jengibre será menos picante y aromático.
Con jengibre fresco y delicioso, al raspar suavemente la piel, percibirás un aroma intenso y cálido muy característico. Si al rasparla solo percibes un ligero aroma picante, el jengibre estará menos picante y menos delicioso. Además, evita comprar jengibre con un olor extraño, ya que podría estar en mal estado.
Para elegir jengibre fresco y delicioso, evite comprar raíces grandes con piel brillante, limpia y suave. Por el contrario, compre raíces pequeñas con piel áspera pero firme al tacto, ya que son frescas, aromáticas y picantes.
Al igual que el ajo, cuando el jengibre germina, suele estar marchito, deshidratado y con un sabor y una calidad mucho peores. Por lo tanto, para evitar consumir jengibre en mal estado, no compre jengibre magullado o germinado, sino que elija jengibre con aspecto firme, con la piel intacta y, al romperse, aún fresco y con poca agua.
Cómo utilizar el jengibre de forma más eficaz en invierno
El jengibre se encuentra comúnmente fresco, seco, molido y en jugo. Consumirlo crudo es la mejor manera de maximizar sus beneficios para la salud. El jengibre crudo tiene un sabor más intenso y contiene más antioxidantes.
Para elegir un jengibre fresco y delicioso, al comprarlo, elija uno viejo y pequeño, con piel áspera pero firme al tacto. Raspe ligeramente la piel con los dedos. Si observa una clara diferencia de color entre la piel y la pulpa, y percibe un aroma picante, se trata de jengibre fresco y delicioso con un alto contenido de aceite esencial.
El jengibre debe lavarse para eliminar la suciedad y la arena, envolverse bien y guardarse en el refrigerador. Además, el jengibre fresco se puede conservar durante mucho tiempo colocándolo en una maceta con arena, enterrándolo en ella y dejándolo en un lugar fresco.
La forma más sencilla es usar jengibre fresco como especia en platos cotidianos. Se puede añadir a sopas, salteados, guisos... para realzar el sabor del plato, a la vez que calienta el estómago y facilita la digestión.
Otra forma popular de usarlo es preparar té de jengibre. Beber té de jengibre estimula la digestión, reduce las náuseas y es una forma eficaz de reducir el estrés y la fatiga causados por los síntomas incómodos de la gripe, el resfriado o los dolores corporales.
Puedes preparar fácilmente té de jengibre en casa moliendo jengibre y vertiéndolo en agua hirviendo durante 10 minutos. Puedes añadir un poco de azúcar para que sea más fácil de beber. También puedes comprar té de jengibre envasado en tiendas.
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Fuente: https://kinhtedothi.vn/cach-chon-su-dung-hieu-qua-bao-dam-an-toan-thuc-pham-trong-mua-dong.html
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