El cáncer de estómago tiende a ser más joven - Foto ilustrativa
No subestime las úlceras gástricas y duodenales
Según la Dra. Can Thi Thu Hang, del Hospital Bach Mai, en el proceso de tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales, además de tomar medicamentos, una dieta razonable juega un papel extremadamente importante, ayudando a los pacientes a recuperarse rápidamente, reducir los síntomas y prevenir la recurrencia.
Las personas con úlceras gástricas y duodenales a menudo presentan síntomas como dolor epigástrico, hinchazón, acidez de estómago, náuseas, pérdida de apetito, miedo a comer debido al dolor, lo que provoca falta de apetito y pérdida de peso.
Las causas de la enfermedad son muy diversas, entre ellas el tabaquismo, el consumo de alcohol, los hábitos alimentarios irregulares, el estrés prolongado, la infección por HP, los virus... Con estas características, el cambio de estilo de vida y el ajuste de la dieta juegan un papel tan importante como la toma de medicamentos.
Según el Dr. Hang, el objetivo del régimen nutricional en el tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales es prevenir la hipersecreción de ácido gástrico, ayudar a calmar las úlceras, promover la regeneración de la mucosa y proporcionar los nutrientes adecuados para que el cuerpo se recupere rápidamente.
Nutrición adecuada para el tratamiento de las úlceras gástricas y duodenales
El Dr. Hang afirma claramente que se necesita suficiente energía para mantener el estado nutricional y restaurar la condición física, dependiendo del índice de masa corporal (IMC).
Si el IMC es inferior a 18,5, el paciente necesita alrededor de 30-35 kcal/kg/día; para las personas con un IMC de 18,5 a 22,9, la necesidad es de 25-30 kcal/kg/día; y si el IMC es de 25 o superior, el nivel energético debe ser inferior a 25 kcal/kg/día.
La ingesta de proteínas también debe ajustarse según cada etapa. Durante la fase aguda, se debe administrar a los pacientes de 1,1 a 1,2 g de proteína por kg de peso corporal al día.
Al entrar en la fase de recuperación, esta cantidad aumenta a 1,3-1,5 g/kg/día. Los carbohidratos deben representar entre el 50 % y el 60 % de la energía total; sin embargo, se debe limitar el consumo de disacáridos para evitar la fermentación intestinal.
Las grasas deben representar menos del 30% de la energía dietética, priorizando las grasas insaturadas de los aceites vegetales y minimizando las grasas saturadas.
Además, la suplementación con micronutrientes como vitaminas A, C, B12, ácido fólico, hierro, zinc, selenio y fibra es necesaria para favorecer la cicatrización del revestimiento estomacal y fortalecer el sistema inmunitario. También se recomiendan los probióticos, especialmente los lactobacilos, para ayudar a mejorar el sistema digestivo.
En la dieta diaria, los pacientes deben elegir alimentos fáciles de digerir, blandos, bien cocidos y fáciles de preparar. El almidón debe provenir de arroz, gachas, pan o tubérculos bien cocidos. Las proteínas deben provenir de carne magra, pescado magro, camarones, huevos y tofu, cocidos al vapor, hervidos o ligeramente estofados para facilitar su absorción.
Las verduras y frutas deben ser variadas, priorizando las verduras tiernas y de fácil digestión como el repollo, el brócoli, la zanahoria y la calabaza porque contienen muchas vitaminas que ayudan a cicatrizar las úlceras.
La grasa debe complementarse con aceites vegetales como el aceite de soja, el aceite de sésamo y el aceite de canola.
Por el contrario, los pacientes deben limitar los alimentos procesados como embutidos, salami, jamón, fiambres; alimentos duros, fibrosos y duros como carnes con tendones, cartílagos, verduras viejas o frutas verdes crudas.
Las especias picantes como el ajo, el chile, el vinagre, la pimienta y los alimentos encurtidos como pepinillos y cebollas también deben limitarse tanto como sea posible, especialmente durante la etapa de progresión de la úlcera.
También deben evitarse algunas frutas ácidas como el tamarindo, la carambola, la ciruela verde, el mango verde, la guayaba verde y el plátano verde, así como frutas encurtidas como el albaricoque seco y el tamarindo encurtido. Además, las bebidas carbonatadas, el café y el té fuerte no son buenos para el estómago.
En particular, las personas con úlceras gástricas y duodenales deben evitar por completo el alcohol, la cerveza y el tabaco, ya que son los principales factores que dañan la mucosa y agravan la úlcera. Los alimentos deben consumirse inmediatamente después de su preparación, a una temperatura de entre 40 y 50 grados Celsius para facilitar su digestión y evitar la irritación de la mucosa.
Las comidas deben dividirse en 4-6 tomas al día, evitando el exceso de hambre o de saciedad. Además, los pacientes deben mantener un estilo de vida saludable, descansar regularmente, evitar el estrés y realizar actividades físicas adecuadas a su condición física.
Los pacientes deben crear proactivamente un menú científico, escuchar los consejos de los expertos médicos y no seguir una dieta arbitraria basada en las emociones. Comer bien es una "medicina natural" que ayuda al estómago a sanar rápidamente y a recuperar su salud, recomienda el Dr. Hang.
Fuente: https://tuoitre.vn/cach-tri-viem-loet-da-day-ta-trang-qua-bua-an-20250719193419571.htm
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