El Dr. Nguyen Dong Anh cree que todo funcionario diplomático debe poseer diversos factores en la nueva era. (Foto: NVCC) |
Esa es la opinión del Dr. Nguyen Dong Anh, Jefe Adjunto del Departamento de Comunicación y Cultura Extranjera, Academia Diplomática, Secretario de la Unión de Jóvenes del Ministerio de Asuntos Exteriores con The World y Vietnam Newspaper con motivo del 80 aniversario del establecimiento de la Diplomacia de Vietnam.
Fundamentos básicos en un estado “multivariado”
En el contexto de la impredecible situación internacional, ¿cuáles son los nuevos requisitos para el personal diplomático vietnamita?
El mundo actual opera en un estado multivariable: competencia estratégica entre grandes países, entrelazada con la fragmentación geoeconómica; conflictos locales prolongados; riesgos en la cadena de suministro, la energía y los alimentos; y desafíos no tradicionales como el cambio climático, las epidemias, la ciberseguridad, la desinformación, las noticias falsas y las malas noticias. En este contexto, las exigencias al personal diplomático vietnamita son cada vez mayores en términos de conocimientos, valores, capacidad profesional y adaptabilidad.
Ante todo, cada diplomático debe tener una postura política firme y ser firme en la defensa de los intereses nacionales. Los principios son inmutables, pero su implementación debe ser flexible y creativa, basándose en el derecho internacional, las relaciones amistosas y la cooperación para el desarrollo mutuo.
En segundo lugar, mejorar el pensamiento estratégico y la capacidad de ejecución: comprender las estructuras regionales y globales, captar la dinámica competitiva y cooperativa de los sujetos, pronosticando así escenarios, determinando el punto de apoyo de los intereses y el momento para tomar decisiones y asesoramiento adecuados.
En tercer lugar, fortalecer la capacidad multilateral e interdisciplinaria. La diplomacia actual no puede separarse de la economía, la ciencia, la tecnología, la cultura , el medio ambiente y las cuestiones de seguridad no tradicionales. Los diplomáticos necesitan pensar sistemáticamente, tener una visión global y ser capaces de analizar a fondo cada pilar cuando sea necesario.
En cuarto lugar , desarrollar capacidades de comunicación estratégica y diplomacia pública. En la era digital, nuestra imagen nacional, nuestra marca y nuestra capacidad para movilizar la participación y la empatía internacionales dependen en gran medida de cómo contemos la historia de Vietnam de forma auténtica, convincente, basada en datos y en la evidencia.
Por último , hay que ser perseverante, firme pero flexible, tener la capacidad de "responder rápidamente - recuperarse rápidamente - adaptarse de forma sostenible" a todas las fluctuaciones, tener la capacidad de aprender continuamente, realizar investigaciones científicas sin parar e innovar en los métodos de trabajo.
Oficiales diplomáticos y estudiantes de la Academia Diplomática se tomaron una foto de recuerdo con el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Bui Thanh Son. (Foto: Khanh Vy) |
En su opinión, ¿cuáles son los conocimientos y habilidades fundamentales que debe poseer un diplomático de nueva generación, además de la base política y de asuntos exteriores tradicional?
En mi opinión, un diplomático de nueva generación necesita poseer una base de conocimientos multidisciplinaria, constantemente actualizada: economía internacional, comercio - inversión, finanzas, cadena de suministro; derecho e instituciones internacionales; medios de comunicación internacionales, temas globales; ciencia - tecnología; especialmente cultura , sociedad, conocimiento profundo del país, la gente, la nacionalidad y los factores psicológicos sociales.
En segundo lugar, dotar a los estudiantes de un conjunto integrado de habilidades "duras y blandas": Negociación, negociación y construcción de consenso en contextos bilaterales y multilaterales; Análisis y pronóstico basados en evidencia, saber cómo usar datos, fuentes de conocimiento abierto y herramientas analíticas modernas; Escritura y habla estratégicas, como escribir de manera concisa, clara y precisa, presentaciones persuasivas, narración de políticas vívida y práctica; Gestión de crisis y gestión de la comunicación de crisis; habilidades digitales, trabajando en plataformas digitales, entendiendo las audiencias digitales, los algoritmos y la lógica de la distribución de información tanto en los canales tradicionales como en las redes sociales; Pensamiento de diseño e innovación, sin miedo a experimentar, aprendiendo rápidamente de errores controlados.
En tercer lugar, dominar al menos un idioma extranjero a nivel profesional y ser capaz de trabajar en un segundo idioma. En este contexto, un idioma extranjero no se refiere solo a la comunicación, sino también a la capacidad de comprender, analizar, razonar y negociar en un idioma extranjero.
En cuarto lugar, la capacidad de aprendizaje permanente y la gestión personal del conocimiento, sabiendo elegir fuentes fiables de información, construir un directorio , anotar y datar el conocimiento al servicio del trabajo.
Practique el pensamiento estratégico y los reflejos situacionales.
¿Cómo innovar en la formación actual del personal diplomático para responder no sólo a las exigencias profesionales, sino también capacitar su temple, su pensamiento estratégico y su capacidad de adaptación a situaciones inesperadas en el ámbito internacional?
La clave de la innovación formativa reside en pasar de impartir conocimientos a desarrollar las capacidades y cualidades de cada individuo. Para ello, la formación puede considerar algunas propuestas clave. En primer lugar , diseñar el programa según los estándares de capacidad de desarrollo. Pensamiento estratégico, análisis de políticas, negociación, comunicación estratégica, gestión de crisis e integridad en el servicio público.
Modelo 70-20-10: 70% de aprendizaje mediante trabajo y proyectos reales, 20% mediante mentoría y coaching, 10% mediante clases formales. Se potenciará el aprendizaje mediante métodos de simulación, como la negociación de acuerdos, las ruedas de prensa urgentes, la gestión de crisis consulares y la respuesta a la desinformación. Se investigará, desarrollará y comunicará políticas exteriores, habilidades del personal, habilidades para la conducción de conferencias y seminarios, técnicas de redacción de telegramas y notas, protocolo, recepción, comunicación intercultural , habilidades de diplomacia digital, etc. Además, se promoverá la honestidad académica, se evitará la "perfeccionamiento" de los logros y se fomentarán iniciativas para mejorar el servicio público; se ofrecerán recompensas oportunas y se aplicará una disciplina estricta.
Una nueva generación de diplomáticos necesita poseer una base de conocimientos multidisciplinaria y en constante actualización. (Fuente: DAV) |
¿Puede compartir su opinión sobre el papel de la tecnología, la inteligencia artificial... en las actividades diplomáticas y cómo deberían integrarse estos factores en la formación del personal?
La tecnología y la IA no reemplazan a los diplomáticos, sino que son “amplificadores de capacidad” si los entendemos y los usamos correctamente.
La IA facilita el análisis y la previsión de datos: sintetiza fuentes de datos abiertas y estandarizadas, identifica tendencias, mapea redes temáticas y detecta anomalías. Esto ayuda a reducir el tiempo de procesamiento de la información y a asignar recursos para el pensamiento estratégico. Sin embargo, la IA no puede sustituir los juicios políticos, culturales y legales. Los programas de formación deben enfatizar la lectura atenta, la comprensión profunda y la toma de decisiones responsables, evitando la dependencia de la IA o de cualquier otra tecnología.
Al mismo tiempo, utilizar la IA para impulsar la diplomacia y la escucha digital: utilizar plataformas digitales para comunicar políticas y difundir la historia de Vietnam; monitorear la opinión pública, identificar y gestionar información falsa, fortalecer la resiliencia social frente a la manipulación de la información y prevenir noticias tóxicas, noticias falsas y noticias falsas. Es necesario incluir en la capacitación contenido sobre clasificación de la información, seguridad, privacidad, seguridad digital, procedimientos para el uso de herramientas digitales en el servicio público y gestión de riesgos tecnológicos.
Diseño del programa "Alfabetización en IA para diplomáticos": Comprensión de los principios, capacidades y limitaciones de la IA; ética y legalidad; habilidades para las tareas dentro del marco de procesos, verificación cruzada, seguimiento de estándares y rendición de cuentas. En particular, personalización del aprendizaje mediante tecnología: Sistema de gestión del aprendizaje, materiales de aprendizaje digitales , biblioteca situacional interactiva; mejorando así la eficiencia del autoaprendizaje y la formación continua.
El enfoque se centra en establecer una "zona segura" y procesos de negocio al aplicar la IA en el servicio público. Descentralización, autenticación de origen, verificación multifuente, aprobación multinivel y cifrado de datos sensibles para garantizar la seguridad, la eficiencia y la ética en el servicio público, evitando la dependencia de la IA o de cualquier plataforma tecnológica sobre la que no se tenga control total.
Dr. Nguyen Dong Anh y MC Khanh Vy, estudiante de posgrado de Comunicación Internacional de la Academia Diplomática. (Foto: Tuong Vy) |
Responsabilidad ante la nación
Además de conocimientos y habilidades, ¿cómo se debe nutrir la ética profesional y la responsabilidad hacia la nación en el equipaje de un joven diplomático?
La ética pública y la valentía política son la base de un diplomático. En cualquier circunstancia, los intereses nacionales son siempre la brújula y el faro que guía. Formar y capacitar al personal diplomático requiere cultivar simultáneamente tres niveles de valores.
En primer lugar, los valores fundamentales: lealtad, dedicación, integridad, disciplina, dar ejemplo, respetar el derecho internacional, valorar la paz, la cooperación y el desarrollo.
En segundo lugar, la capacidad ética: identificar y manejar los conflictos de intereses; decir la verdad y hacer lo correcto; asumir la responsabilidad de sus decisiones; saber rechazar todo aquello que vaya en contra de sus principios, incluso si trae beneficios a corto plazo.
En tercer lugar , la responsabilidad en la comunicación y el intercambio cultural en las plataformas digitales: hablar con cuidado; respetar los secretos de Estado; no dejar que la “vida digital” dañe la reputación de la organización; comportarse adecuadamente en las redes sociales.
Además, es necesario prestar atención a la salud mental y la resiliencia. El trabajo diplomático suele ser estresante, requiere mucha presión y es de alta intensidad. Construya una cultura organizacional basada en la apertura, el aprendizaje y la responsabilidad: fomente la crítica constructiva; aprenda de las generaciones anteriores; cree condiciones para que las nuevas generaciones experimenten, se atrevan a pensar, a actuar y a asumir responsabilidades; vincule la capacitación con el uso y la promoción basados en cualidades y habilidades reales.
Cuando las raíces de los valores son sólidas, combinadas con conocimientos, habilidades y tecnología modernas, podemos confiar en una generación de diplomáticos "a la vez rojos y profesionales": firmes, alertas, humanos, eficaces, listos para asumir misiones en la nueva era.
En resumen, la formación del personal diplomático en la nueva era implica un esfuerzo integral para estandarizar y modernizar ; preservar las raíces e innovar; desarrollar los recursos humanos y crear un ecosistema de conocimiento y tecnología. Es un camino continuo para cada personal diplomático actual estar a la altura de la gloriosa tradición de la industria y, al mismo tiempo, ser capaz de contribuir positivamente a la paz, la cooperación y el desarrollo del país y de la comunidad internacional.
Fuente: https://baoquocte.vn/cai-goc-cua-nha-ngoai-giao-the-he-moi-325594.html
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