
El Ministro de Seguridad Pública, Luong Tam Quang, firma la Convención de las Naciones Unidas contra la Ciberdelincuencia. (Foto: Thuy Nguyen)
Nunca antes había sido tan difusa la línea entre "proteger la seguridad" y "garantizar la libertad". El ciberespacio, donde las personas se conectan, se comunican y crean, se está convirtiendo gradualmente en un nuevo "espacio vital" para la humanidad, pero también en un "campo de batalla" de conflictos invisibles por la información, los datos y el control.
Por lo tanto, la Convención de Hanoi no es sólo un documento jurídico internacional, sino también un poderoso mensaje sobre los derechos humanos , la ética y el orden digital global, que refleja la aspiración de construir un ciberespacio seguro, humano y justo, donde la tecnología sirva a las personas y no las domine.
La base del orden digital
La ciberseguridad no se trata sólo de proteger dispositivos, sistemas o datos digitales; en términos más generales, se trata de proteger la soberanía nacional, la seguridad económica, la identidad cultural y la identidad humana en el entorno digital.
En el contexto de la rápida transformación digital, todos los aspectos de la vida —desde la administración pública, la economía , la educación, la sanidad hasta los medios de comunicación— dependen de la tecnología. Por lo tanto, la ciberseguridad se ha convertido en un escudo que protege el orden, la estabilidad y el desarrollo sostenible de la nación en el espacio digital.
Al reflexionar sobre la ciberseguridad y los derechos humanos en la era digital, la Convención de Hanói no solo recuerda un hito legal, sino también una declaración de Vietnam al mundo sobre su enfoque humano, proactivo y responsable en la gobernanza del ciberespacio. En un contexto donde la tecnología expande los derechos humanos, pero al mismo tiempo los vuelve más frágiles que nunca, la Convención de Hanói surge como un paso inevitable, con el objetivo de establecer un nuevo orden digital basado en los principios del respeto a los derechos humanos, la soberanía digital y la seguridad común de la comunidad internacional.
La Convención de Hanói, con su espíritu de cooperación internacional en el ciberespacio, ha contribuido a la creación de un nuevo conjunto de normas internacionales para la protección de datos, la seguridad de la información y la lucha contra la ciberdelincuencia transnacional. La Convención afirma la responsabilidad compartida de las naciones, las organizaciones internacionales, las empresas tecnológicas y los usuarios por igual en la construcción de un ciberespacio seguro, transparente y centrado en las personas.
Específicamente, la Convención de Hanoi enfatiza tres pilares fundamentales: (i) Seguridad de datos y autenticación de la información: Todos los sistemas y organizaciones son responsables de garantizar la integridad y seguridad de la información personal, previniendo el uso indebido de los datos con fines comerciales o políticos. (ii) Prevención y control de delitos cibernéticos transnacionales: Promover la cooperación internacional en la investigación, el enjuiciamiento y el intercambio de inteligencia cibernética para abordar eficazmente las violaciones transfronterizas. (iii) Responsabilidad de los actores tecnológicos y los gobiernos: Establecer el principio de “doble responsabilidad”, tanto promover la innovación como garantizar que los derechos e intereses legítimos de los ciudadanos en el ciberespacio no se vean perjudicados.
En particular, la política del Partido es: Promover la transformación digital, garantizando al mismo tiempo la seguridad, es una necesidad objetiva para que Vietnam logre avances en la nueva era. Los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido establecen claramente: Debemos adaptarnos proactivamente a la Cuarta Revolución Industrial, construir una economía y una sociedad digitales, garantizando al mismo tiempo la ciberseguridad como requisito previo para la soberanía digital nacional.
La ciberseguridad es la base del orden digital, donde la tecnología no solo sirve al desarrollo, sino también a la humanidad, los derechos humanos y la estabilidad social. Por lo tanto, garantizar la ciberseguridad no es una barrera para la libertad, sino una condición para que esta se ejerza de forma segura, responsable y sostenible.
Derechos humanos: el estándar central de la transformación digital.
En los últimos años, las violaciones de la privacidad, la vigilancia excesiva y el mal uso de la tecnología de reconocimiento facial y del análisis de datos del comportamiento de los usuarios se han convertido en problemas globales.
El desarrollo de la inteligencia artificial (IA) y de los algoritmos de recomendación de contenido ha creado la capacidad de influir en el pensamiento, las creencias e incluso las emociones de los usuarios.
El espacio en línea, que alguna vez se esperaba que fuera un entorno de libertad e igualdad, se está convirtiendo en un "espejo que refleja" tanto el lado brillante como el oscuro de la humanidad, donde un solo comentario malicioso o pieza de desinformación puede destruir el honor, la dignidad y la vida de una persona.
Aún más alarmante es que fenómenos como las noticias falsas, el discurso de odio y el ciberacoso han violado gravemente los derechos humanos, especialmente los de grupos vulnerables como mujeres, niños, personas con discapacidad y minorías étnicas. En el entorno digital, las víctimas suelen carecer de mecanismos eficaces de autoprotección, mientras que las plataformas tecnológicas priorizan las ganancias comerciales y el tráfico sobre la responsabilidad social.
Esta situación exige un marco legal global y estándares éticos en el ciberespacio. Esta filosofía humanista coincide plenamente con la visión del presidente Ho Chi Minh, quien siempre priorizó a las personas en todas sus políticas.
Desde el inicio de la fundación de la nación, el presidente Ho Chi Minh afirmó: «Una nación independiente cuyo pueblo no disfrute de libertad y felicidad carece de sentido». Siempre consideró los derechos humanos un valor sagrado, la base de todas las instituciones políticas y jurídicas.
La primera constitución en la historia de nuestra nación, redactada por él como jefe del comité de redacción, fue adoptada por la Asamblea Nacional el 9 de noviembre de 1946, la cual estipuló que: Garantizar las libertades democráticas del pueblo es uno de los principios fundamentales de la Constitución.
Esa ideología ha guiado los procesos constitucionales, legislativos y de gobernanza de la nación durante casi 80 años. Hoy, ese espíritu se mantiene y se exalta en la Convención de Hanói, donde Vietnam, junto con la comunidad internacional, afirma una nueva verdad en la era digital: la protección de la ciberseguridad debe ir de la mano con la protección de los derechos humanos.
Así, al analizar la ideología de Ho Chi Minh y el espíritu de la Convención de Hanói hoy, podemos ver una unidad en la perspectiva del desarrollo humano —para la humanidad— y por la humanidad. Los derechos humanos en la era digital solo pueden garantizarse cuando la tecnología se rige por la ética, el derecho y la compasión. Solo entonces la transformación digital tendrá un verdadero significado humanístico, y el ciberespacio se convertirá en un entorno para el desarrollo humano, no en un lugar donde los seres humanos se conviertan en productos de la tecnología.
Creando nuevos valores en el ciberespacio.
En el vibrante auge de la era digital, Vietnam se ha consolidado no solo como una nación en plena integración, sino también como creadora de nuevos valores en la gobernanza de la ciberseguridad. Desde la promulgación de la Ley de Ciberseguridad en 2018 y la Ley de Protección de Datos Personales en 2024, hasta la implementación de la Estrategia Nacional de Transformación Digital hasta 2030, con visión a 2045, Vietnam está construyendo gradualmente un marco legal unificado, moderno y humano para garantizar la seguridad nacional y los derechos humanos en el entorno digital.
La garantía de los derechos humanos siempre está vinculada a los intereses nacionales, basándose en el principio: la seguridad es condición para la libertad, y la libertad es la medida de la seguridad. Reconociendo el papel de los derechos humanos en la revolución vietnamita y heredando la ideología de derechos humanos del presidente Ho Chi Minh, nuestro Partido siempre ha afirmado: todo es para el pueblo, todo es para la libertad, la felicidad y el desarrollo pleno e integral de cada individuo en una relación armoniosa entre el individuo y la comunidad, entre la sociedad y la naturaleza.
Esta perspectiva es filosóficamente humanista y refleja las realidades prácticas del desarrollo sostenible en la era tecnológica. La política del Partido es: Promover la transformación digital, garantizando al mismo tiempo la seguridad, es una necesidad objetiva para que Vietnam avance en la nueva era, demostrando una profunda comprensión de que la verdadera libertad es imposible en un ciberespacio lleno de riesgos, caos y anarquía.
En materia de construcción y perfeccionamiento de instituciones y leyes, el Partido y el Estado han emitido continuamente directrices y políticas encaminadas a promover la democracia socialista y garantizar el ejercicio del derecho del pueblo al autogobierno.
Los derechos humanos, los derechos fundamentales y las obligaciones de los ciudadanos están más claramente definidos en la Constitución de 2013 y se especifican con más detalle en los documentos legales, desde la Ley de Acceso a la Información, la Ley de la Infancia, la Ley de Igualdad de Género, hasta las nuevas regulaciones sobre protección de datos personales y ciberseguridad, en consonancia con los requisitos de desarrollo de la era digital y los compromisos internacionales de Vietnam.
En este proceso, Vietnam no solo protege sus propios intereses, sino que también contribuye responsablemente al orden cibernético global. La propuesta y promoción de Vietnam de la "Convención de Hanói" sobre ciberseguridad y derechos humanos constituye un avance de importancia regional e internacional, que demuestra el papel pionero de una nación en desarrollo con pensamiento estratégico y capacidad para coordinar nuevos estándares internacionales.
La "Convención de Hanoi" es vista como un esfuerzo por construir un marco para la cooperación internacional hacia un ciberespacio verde, limpio y humano, donde la tecnología sirva a la humanidad y promueva la transparencia, la confianza y la equidad.
La política del Partido es: Promover la transformación digital, garantizando al mismo tiempo la seguridad, es una necesidad objetiva para que Vietnam avance en la nueva era. Los documentos del XIII Congreso Nacional del Partido establecen claramente: debemos adaptarnos proactivamente a la Cuarta Revolución Industrial, construir una economía y una sociedad digitales, garantizando al mismo tiempo la ciberseguridad como requisito previo para la soberanía digital nacional. La ciberseguridad es la base del orden digital, donde la tecnología no solo sirve al desarrollo, sino también a las personas, los derechos humanos y la estabilidad social. Por lo tanto, garantizar la ciberseguridad no es una barrera para la libertad, sino una condición para que esta se ejerza de forma segura, responsable y sostenible.
Al reflexionar sobre la ciberseguridad y los derechos humanos en la era digital, la Convención de Hanói no solo recuerda un hito legal, sino también una declaración de Vietnam al mundo sobre su enfoque humano, proactivo y responsable en la gobernanza del ciberespacio. En un contexto donde la tecnología expande los derechos humanos, pero al mismo tiempo los vuelve más frágiles que nunca, la Convención de Hanói surge como un paso inevitable, con el objetivo de establecer un nuevo orden digital basado en los principios del respeto a los derechos humanos, la soberanía digital y la seguridad común de la comunidad internacional.
Con la visión de que la transformación digital debe ir de la mano con una transformación de mentalidad y el desarrollo tecnológico debe estar vinculado al desarrollo humano, Vietnam ha estado demostrando su capacidad para crear estándares, coordinar valores y equilibrar intereses globales en este nuevo y complejo campo.
Desde el principio de "todo para el pueblo" hasta su concreción a través de sistemas legales, políticas e iniciativas de cooperación internacional, Vietnam no solo protege los intereses nacionales sino que también contribuye a dar forma a un enfoque asiático-vietnamita de los derechos humanos digitales, donde las personas se colocan en el centro del desarrollo y la tecnología es una herramienta para servir a la libertad y la felicidad.
Por lo tanto, la Convención de Hanoi no sólo tiene importancia jurídica internacional sino que también refleja la estatura ideológica, el carácter y las aspiraciones de un Vietnam profundamente integrado, desarrollado de manera sostenible y globalmente responsable.
En un orden mundial en constante cambio, mantener un equilibrio entre la ciberseguridad y los derechos humanos es esencial para defender la integridad de una nación independiente, soberana, civilizada y humana. Este es el camino que el Partido, el Estado y el pueblo de Vietnam persiguen con firmeza: el camino de poner a las personas en el centro del progreso y utilizar el progreso al servicio de las personas.
TRAN TUAN THIEN
Fuente: https://nhandan.vn/cong-uoc-ha-noi-dau-moc-toan-cau-ve-an-ninh-mang-va-quyen-con-nguoi-post918275.html






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