Muchos expertos creen que los niños a quienes se les lee desde pequeños tienden a amar la lectura cuando crecen y pueden seguir leyéndoles a sus hijos cuando se conviertan en padres - Ilustración de The Guardian
El escritor británico Horatio Clare compartió con The Guardian un recuerdo memorable sobre las noches que pasaba escuchando a su padre leer cuentos en su pequeño apartamento de Londres.
Como locutor de radio, su padre no solo leía, sino que narraba historias con una voz rica y cariñosa. Su madre también les leía cuentos a él y a su hermano con frecuencia.
"La forma en que mi padre nos leía me hizo sentir como si estuviera escuchando la historia por primera vez, aunque ya la conocía o la había escuchado muchas veces", dijo Horatio.
Ahí es cuando todas las preocupaciones desaparecen.
De adulto, continuó el ritual de leerle a su hijo, Aubrey. Durante sus años como profesor, viajando a menudo entre su hogar en los Peninos y su universidad en Liverpool, se dio cuenta de que el momento más tranquilo y sagrado del día para un padre era cuando le leía a su hijo antes de dormir.
Ahí es cuando todas mis preocupaciones se disipan. Al igual que mi padre, también encuentro alegría y paz en cada palabra que les digo a mis hijos.
Según Horacio, leer cuentos a los niños no sólo es un acto de amor, sino también una forma de que los padres escuchen y se conecten con sus hijos.
También es “un deporte de equipo”, donde tanto el lector como el oyente crean un mundo juntos.
A veces, el objetivo de leer un cuento no es inspirar ni educar, sino simplemente ayudar a los niños a dormir. Horacio incluso practicó cambiar su voz de «fascinante» a «adormecedora» al leer el último párrafo, para que su hijo se durmiera poco a poco.
"Hay un momento especial cuando alzas la vista y ves a tu ser querido dormirse lentamente al son de tu voz; es una sensación sagrada. La atmósfera en la habitación parece calmarse", confesó Horatio.
El escritor británico Horatio Clare con sus obras Heavy Light, Running for the Hills... - Foto: Compassionate Mental Health
La tasa de padres que les leen a sus hijos está en un mínimo histórico.
El Sydney Morning Herald cita un nuevo estudio de HarperCollins UK que revela que menos de la mitad de los padres con hijos menores de 13 años en el Reino Unido afirman que leerles a sus hijos es "divertido". En el caso de los niños de 0 a 4 años, la proporción de niños que reciben lecturas diarias es aún menor.
En Australia, los datos de la plataforma de lectura ABC Reading Eggs muestran que: el 30% de los padres en Nueva Gales del Sur y el 22% en Victoria admiten estar demasiado ocupados para leerles a sus hijos todos los días.
La profesora Robyn Cox, experta en educación y lenguaje de la Universidad de Tasmania, dijo que el descenso se debía a una serie de factores: las crecientes presiones económicas que están causando agotamiento entre los padres jóvenes, la creciente proporción de ambos miembros de la pareja trabajando y, especialmente, la creciente presencia de dispositivos electrónicos en la vida familiar.
Ailish Woodhill suele leerles a sus hijos antes de dormir. - Foto: The Sydney Morning Herald
Según la profesora Robyn Cox, leer a los niños ayuda a formar grupos de habilidades que les acompañarán durante toda su vida, como: reconocimiento de letras, desarrollo de vocabulario, habilidades de expresión, comprensión del contexto...
Y el significado más importante es emocional. "Cuando te tomas el tiempo de leerle a tu hijo, es un momento de conexión", dice la psicóloga infantil y adolescente Deirdre Brandner. "Es como un mensaje: 'Eres lo más importante después de un día ajetreado'".
Los expertos también dan algunos consejos para que los padres puedan leer a sus hijos incluso cuando están ocupados: dedicar un rato corto, incluso sólo 5 minutos regularmente cada día, es mejor que no hacer nada; convertir la lectura en un hábito; no sólo cuentos, sino también poemas, periódicos, siempre que cree interés en el niño...
Un precioso 'tiempo de descanso' tanto para padres como para niños
Ailish Woodhill (27 años, residente en Sydney), madre de Mackenzie, de 6 meses, dijo a The Sydney Morning Herald que ella y su marido comparten la tarea de leerle cuentos a su hijo todas las noches:
De niña, mi madre me leía cuentos todas las noches, lo que me hizo amar los libros. Ahora les leo esos mismos libros a mis hijos. Leemos unos tres o cuatro libros cada noche. Ser madre es muy ajetreado, pero los momentos de leerles a mis hijos me relajan y me conectan con ellos.
Fuente: https://tuoitre.vn/doc-sach-cho-con-nghe-truoc-khi-ngu-la-khoanh-khac-thieng-lieng-nhat-voi-ba-me-20250711135202421.htm
Kommentar (0)