Con el apoyo de mi familia, me ofrecí como voluntario para unirme al ejército. Tras el examen, fui seleccionado y me uní al ejército a principios de la primavera de 2024. Así, mi sueño se hizo realidad: me convertí en soldado del tío Ho.

Con la decisión de alistarme en el ejército en mis manos, me sentí emocionado y emocionado. Estaba feliz porque podía cumplir con mi deber como ciudadano de mi país. Estaba feliz de llevar el uniforme verde de soldado. Toda mi familia estaba ocupada preparando mi equipaje para que me alistara.

Foto de la ilustración: qdnd.vn

Recuerdo el día que partí al ejército, temprano por la mañana, por todas partes brillaban banderas y flores. La ceremonia de alistamiento militar en el estadio del distrito se celebró solemnemente. Se encendió la hoguera tradicional y los tambores de la ceremonia resonaron con fuerza, como si nos animaran y nos dieran más fuerza en el día del alistamiento. Era también un mensaje de nuestra patria: la convicción de que siempre seguiríamos manteniendo la tradición de nuestros padres y hermanos, dando lo mejor de nosotros, estudiando con ahínco, entrenando y cumpliendo con excelencia las tareas asignadas, aportando nuestra fuerza y ​​juventud a la patria y al país. Con el uniforme militar que aún olía a tela nueva, una mochila que brillaba con una estrella dorada en la gorra, entre la vibrante música militar y los aplausos de los asistentes, cruzamos con confianza y orgullo el "Puente de la Gloria", iniciando nuestro viaje lleno de entusiasmo y responsabilidad con la tarea de proteger la Patria.

Antes de que el auto nos llevara a la nueva unidad, los regalos, las flores frescas, los apretones de manos, los cálidos abrazos y besos y los consejos de familiares y amigos fueron muy conmovedores...

Durante los primeros días de alistamiento, al venir de diferentes lugares de origen a una "nueva familia", todo era extraño y confuso, desde la implementación de las rutinas diarias y el reglamento del Ejército hasta los modales y la etiqueta militares; parecía que no podíamos acostumbrarnos. Sin embargo, en esos momentos extraños y a veces desalentadores, los comandantes de unidad de escuadrón, pelotón, batallón, y a veces incluso el comandante del regimiento, siempre estuvieron ahí, guiándonos e instruyéndonos con entusiasmo desde los detalles más pequeños.

Durante las sesiones de entrenamiento en el campo de entrenamiento o durante las excursiones para realizar labores de movilización masiva en la localidad, el comandante de la unidad siempre nos acompañaba y nos ayudaba. Siempre nos considerábamos hermanos y hermanas, y después de horas de estudio y entrenamiento, practicábamos deportes juntos, cultivábamos verduras, cuidábamos huertos y nos contábamos historias de casa. Las divertidas historias y canciones de nuestros camaradas nos ayudaban a aliviar la nostalgia. Un día, cuando estaba enfermo, recibía la amable visita de mis camaradas y del líder de la unidad. Gracias al cariño de mis camaradas, superé todas las dificultades para integrarme y sentirme seguro en el entorno militar.

Como el hermano mayor de la familia, el comandante de la compañía nos animaba a menudo: «Cuando me uní a la unidad, todo era confuso. Con el tiempo, gracias a mi propio esfuerzo, la guía de mis compañeros y el cariño que mis compañeros se profesaban, me hice más fuerte y más seguro. Creo que a ustedes les pasará lo mismo».

¡Sí! Mis camaradas y yo lo creemos. El ambiente militar nos ha entrenado y dotado del espíritu de solidaridad y ayuda mutua, la entereza de los soldados revolucionarios y la voluntad de superar todas las dificultades. Aunque tengamos que afrontar retos difíciles, con la ayuda de líderes de todos los niveles y camaradas, esto se convertirá en la motivación, la fuerza y ​​el valioso bagaje para que cada uno de nosotros supere todas las dificultades y camine con firmeza por el camino de la vida.

Si alguien nos pregunta qué sentimos sobre la unidad, mis compañeros y yo diremos con orgullo: La unidad es tan cálida como una familia. Esa familia nos apoya para practicar, contribuir y esforzarnos por madurar.

DANG PHUONG

    Fuente: https://www.qdnd.vn/quoc-phong-an-ninh/xay-dung-quan-doi/don-vi-toi-am-ap-nhu-mot-gia-dinh-834622