Los niños reaccionan al estrés de forma diferente según su edad, personalidad y habilidades de afrontamiento. Es posible que no reconozcan su propia ansiedad y, a menudo, no puedan explicar plenamente sus problemas. Esto puede llevar a muchos padres a pasar por alto las causas subyacentes del comportamiento de sus hijos.
Por lo tanto, los padres deben reconocer las señales de estrés en los niños y conocer sus posibles causas. Los adultos deben ayudarlos a controlar el estrés y la ansiedad. En muchos casos, algunos niños pueden presentar trastornos de ansiedad que requieren ayuda profesional.
Los niños responden al estrés de forma diferente según su edad, personalidad y habilidades de afrontamiento. Foto ilustrativa.
Dificultad para concentrarse y completar las tareas escolares
La presión de estudiar y socializar, especialmente la de integrarse con los amigos, es una de las principales causas de estrés infantil. Cuando están estresados, a menudo no se concentran en clase y tienen dificultades con las tareas. El estrés también afecta sus calificaciones.
Rechinar los dientes al dormir
Este es un síntoma físico notable de estrés o ansiedad en niños. Puede indicar que su hijo está experimentando algún tipo de malestar emocional o psicológico.
Cambio en el comportamiento o las emociones
La ansiedad puede provocar que los niños actúen de maneras que pueden resultar frustrantes o confusas para los padres. Los cuidadores deben reconocer que estos problemas conductuales y emocionales pueden estar relacionados con la ansiedad.
Algunos signos y comportamientos comunes del estrés y la ansiedad incluyen: cambios de humor, violencia, irritabilidad o apego; desarrollar ciertos hábitos nerviosos como morderse las uñas; dificultad para concentrarse; miedo a la oscuridad, a estar solo o a los extraños; meterse en problemas en la escuela; acumular objetos extraños; negarse a ir a la escuela; robar dinero a familiares o amigos.
Dolor y malestar físico
A veces, niños por lo demás sanos presentan síntomas físicos como respuesta al estrés. Por ejemplo, pueden quejarse de dolor de estómago, de cabeza u otros dolores físicos que el médico no explica. Los síntomas pueden ser específicos de un niño, pero para otro, pueden simplemente expresar malestar o cansancio, aunque no puedan explicar lo que sienten.
En algunos casos, los niños extremadamente introvertidos pueden internalizar preocupaciones y estrés de tal manera que puede crearles malestar físico.
comportamiento hiperactivo
Cuando los niños no pueden manejar el estrés, liberan energía negativa. Las rabietas, las huidas o la desobediencia persistente son formas de alertar a los adultos de que hay un problema.
En este momento, los padres deben ayudar a sus hijos a quemar energía positiva suavemente practicando respiración profunda, escuchando música relajante o practicando yoga.
problemas para dormir
Los niños estresados también pueden tener problemas para dormir, pero no se limitan a la dificultad para conciliar el sueño. Esto significa que pueden despertarse con frecuencia durante la noche o tener pesadillas persistentes, lo que puede interrumpir su sueño y descanso.
Enuresis
La enuresis repentina o repetida puede ser un signo de estrés extremo en los niños, especialmente cuando tienen la edad suficiente para despertarse e ir al baño correctamente.
No socializar con familiares y amigos.
Una mudanza, un divorcio, un nuevo hermano o el acoso escolar pueden hacer que los niños se sientan abandonados o asustados. Los padres deben pasar más tiempo con sus hijos y mantener rutinas que los ayuden a sentirse cómodos. Hable con el maestro de su hijo si sospecha que tiene problemas en la escuela.
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Fuente: https://giadinh.suckhoedoisong.vn/dua-tre-dang-bi-cang-thang-lo-lang-se-co-8-dau-hieu-dien-hinh-nhung-nguoi-lon-lai-kho-nhan-ra-172240602190003264.htm
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