Causas del dolor óseo y articular en climas fríos
- Falta de ejercicio: En invierno, las personas suelen limitar sus actividades debido al incómodo frío. La falta de ejercicio reduce la flexibilidad de las articulaciones, especialmente las de las rodillas, y puede causar dolor con facilidad.
- Humedad alta: El clima frío con alta humedad puede afectar la estructura de las células de los huesos y del cartílago, provocando una elasticidad anormal, creando una presión incómoda y dolor en las articulaciones.
- Cambios en la circulación sanguínea: Cuando hace frío, el cuerpo prioriza el envío de sangre a órganos importantes como el corazón y los pulmones para mantenerse calientes, lo que provoca una disminución del flujo sanguíneo a las articulaciones de la rodilla, lo que causa dolor y vulnerabilidad.
- Rigidez muscular: el clima frío hace que los músculos se contraigan, reduciendo la flexibilidad y aumentando el riesgo de lesiones y dolor de rodilla.
¿Qué hacer para reducir el dolor articular cuando hace frío?
Cuando baja la temperatura, un cuidado adecuado ayudará a reducir significativamente el dolor. Mantener el cuerpo caliente, especialmente las articulaciones como las rodillas, los hombros, el cuello y la espalda, ayudará a mejorar la circulación sanguínea y a aumentar el flujo de líquido sinovial. Actividades ligeras como caminar, estirarse y practicar yoga también ayudan a mantener la flexibilidad y a prevenir el estancamiento del líquido sinovial en los días fríos.
Los pacientes pueden masajear suavemente las articulaciones, realizar movimientos de estiramiento o combinar la terapia de calor para aumentar el alivio del dolor, como tomar un baño tibio antes del masaje, usar una manta eléctrica o aplicar una toalla caliente en el área de la articulación.
La nutrición también juega un papel importante en la protección del cartílago. Un aporte adecuado de calcio, vitamina D, omega-3 y nutrientes que favorecen el cartílago, como péptidos de colágeno o extractos naturales, ayudará a mantener las articulaciones sanas y reducirá el riesgo de dolor con los cambios climáticos. Además, mantener una postura correcta al trabajar, evitar estar sentado durante largos periodos y no dejar que el cuerpo se enfríe repentinamente también contribuirá a un funcionamiento más eficaz de las articulaciones.
Sin embargo, si el dolor persiste durante más de una semana a pesar del reposo y la aplicación de remedios caseros, acompañado de síntomas como aumento del dolor al moverse, hinchazón, calor, enrojecimiento de las articulaciones o entumecimiento en las extremidades, no debe ser subjetivo. Esto podría ser un signo de osteoartritis, artritis u otras enfermedades óseas y articulares que requieren una evaluación temprana.

Cuando el clima se vuelve frío, muchas personas experimentan dolores y rigidez en las articulaciones debido a los cambios de temperatura y la circulación sanguínea.
No ignore las siguientes señales:
- Dolor persistente que dura más de una semana.
- Articulaciones hinchadas, calientes y rojas.
- Rigidez matutina (se debe realizar un masaje o ejercicio durante un tiempo prolongado antes de moverse).
- Entumecimiento en las extremidades, debilidad muscular, pérdida del equilibrio.
Estos síntomas pueden estar relacionados con artritis, osteoartritis o trastornos del sistema nervioso espinal que deben controlarse de forma temprana.
El dolor articular en climas fríos no es simplemente una reacción al clima. Si es subjetivo, podría perderse la "época dorada" en el tratamiento de las enfermedades articulares. Sea proactivo en la protección de sus articulaciones, mantenga un estilo de vida saludable y consulte a un médico si nota cualquier signo inusual.
Cómo prevenir el dolor articular en climas fríos
Para prevenir y reducir los síntomas de dolor en los huesos y las articulaciones durante el clima frío, tenga en cuenta lo siguiente:
- Mantiene el cuerpo caliente: ayuda a evitar que el líquido articular se seque y favorece la circulación sanguínea hacia las articulaciones.
- Ejercicio regular: ayuda a reducir la rigidez de las articulaciones, especialmente en pacientes con artritis.
- Una nutrición adecuada: suplementar calcio, vitaminas C, D, E; aportar proteínas adecuadas; aumentar alimentos como soja, frutos secos, salmón, col rizada... para ayudar a fortalecer los huesos y reducir el dolor.
- Masaje: Calienta las articulaciones, aumenta la circulación sanguínea.
- Compresa caliente: Ayuda a aliviar el dolor de forma eficaz.
- Baño tibio: Ayuda a relajar los músculos y las articulaciones y reduce el dolor.
El dolor articular en climas fríos causa muchas molestias en las actividades diarias. Ante la aparición de síntomas, se recomienda consultar al médico para un diagnóstico y tratamiento oportunos.
Fuente: https://suckhoedoisong.vn/lam-gi-de-giam-dau-nhuc-xuong-khop-khi-troi-lanh-169251201235723167.htm






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