Los riñones son órganos vitales encargados de filtrar los desechos, equilibrar los minerales, regular la presión arterial y mantener los niveles de líquidos en el cuerpo. Sin embargo, muchas personas desconocen que las bebidas comunes, desde los refrescos hasta los batidos verdes, pueden sobrecargar los riñones a largo plazo.
- 1. Los refrescos dañan los riñones.
- 2. Abuso de bebidas energéticas y café
- 3. Bebidas deportivas
- 4. Batido verde
Estos efectos pueden ser sutiles al principio, pero acumulativos con el tiempo pueden aumentar el riesgo de cálculos renales, deterioro de la función glomerular y problemas metabólicos.
Reconocer estos riesgos le ayudará a ajustar sus hábitos de bebida, reducir la carga sobre sus riñones y proteger su salud a largo plazo.
1. Los refrescos dañan los riñones.
Según información publicada en Toi, las bebidas de cola oscuras contienen ácido fosfórico, un compuesto que puede alterar el equilibrio de calcio y fosfato en el organismo, aumentando así el riesgo de cálculos renales. Cuando aumentan los niveles de fosfato en la sangre, los riñones tienen que esforzarse más para mantener el equilibrio químico, especialmente si el cuerpo está deshidratado. Además, el alto contenido de azúcar en los refrescos también ejerce presión sobre los riñones, a la vez que aumenta el riesgo de aumento de peso, resistencia a la insulina e hipertensión arterial, todos ellos factores de riesgo importantes para la enfermedad renal crónica.
Estudios científicos han confirmado esta relación. Un estudio publicado en la revista Epidemiology reveló que el consumo elevado de refrescos se asocia con un mayor riesgo de cálculos renales, debido a que el ácido fosfórico altera la composición química de la orina. Por lo tanto, limitar o evitar los refrescos de color oscuro es una de las medidas más importantes para proteger la salud renal a largo plazo.
Alternativas: El agua con gas con limón o lima es una opción saludable que proporciona un sabor refrescante sin causar desequilibrios minerales ni estrés en los riñones.

El alto contenido de azúcar en los refrescos puede ejercer presión sobre los riñones, aumentando el riesgo de aumento de peso, resistencia a la insulina y presión arterial alta (riesgos de enfermedad renal crónica).
2. Abuso de bebidas energéticas y café
Las bebidas energéticas contienen cafeína, azúcar y otros estimulantes, cuyo consumo excesivo puede aumentar la carga renal. Las dosis altas de cafeína aumentan la producción de orina, lo que puede provocar deshidratación si la ingesta de líquidos es insuficiente. La deshidratación espesa la sangre, aumentando la concentración de desechos que los riñones deben filtrar. Al mismo tiempo, el alto contenido de azúcar en las bebidas energéticas también aumenta las demandas metabólicas y puede afectar la presión arterial, obligando a los riñones a trabajar más.
Si bien no se ha demostrado que el consumo moderado de café sea perjudicial para los riñones, una investigación publicada en BMC Nephrology sugiere que pueden surgir problemas cuando se consume cafeína en exceso o se combina con azúcar y estimulantes sintéticos. En estos casos, la presión arterial se dispara, la deshidratación se agrava y los riñones tienen que esforzarse más para estabilizar los electrolitos. El consumo moderado de café, sin azúcar añadido ni estimulantes, puede ayudar a proteger los riñones a la vez que proporciona energía.
El consumo excesivo de cafeína, la deshidratación crónica y el uso prolongado de azúcares ocultos y aditivos artificiales pueden afectar la circulación renal, la filtración glomerular y la función renal. El exceso de cafeína, estimulantes y un consumo elevado de azúcar pueden alterar el equilibrio electrolítico, aumentar los niveles de creatinina y someter a un esfuerzo constante el sistema de filtrado renal. En combinación con la deshidratación crónica, el riesgo de hipertensión, cálculos renales y disminución de la función glomerular aumenta con el tiempo.
Alternativas: Consumir café de buena calidad, de 2 a 3 tazas al día, sin azúcar añadido, es razonable. El té verde o hacer ejercicio al aire libre bajo el sol también proporcionan energía natural y sostenible.
3. Bebidas deportivas
Las bebidas deportivas están diseñadas para reponer líquidos y electrolitos en personas que realizan actividad física de alta intensidad. Sin embargo, muchas personas las consumen en sus actividades diarias sin percatarse del impacto en los riñones. Estas bebidas suelen contener altos niveles de azúcar, edulcorantes artificiales y colorantes alimentarios, lo que obliga a los riñones a filtrar muchos solutos, creando presión osmótica y aumentando su carga de trabajo. Al consumirlas sin sudoración excesiva, el cuerpo no necesita el exceso de solutos, que puede afectar el equilibrio hídrico, la presión arterial y el metabolismo.
Alternativas: El agua natural, el agua de coco fresca o el agua mineral natural son opciones de rehidratación seguras, especialmente cuando no se realiza ejercicio de alta intensidad.

El agua filtrada o el agua mineral natural son opciones seguras de rehidratación durante el ejercicio.
4. Batido verde
Los batidos suelen considerarse saludables, pero su densidad nutricional y contenido de oxalatos pueden ser mayores de lo esperado. Las verduras de hoja verde como la espinaca y la col rizada, junto con algunos frutos secos y frutas, contienen oxalatos, compuestos que pueden aumentar el riesgo de cálculos de oxalato de calcio si se consumen en exceso. Cuando estos ingredientes se mezclan en batidos concentrados, la cantidad de oxalato que absorbe el cuerpo aumenta drásticamente, lo que incrementa el riesgo de cálculos renales.
Estudios, incluyendo uno publicado en Frontiers in Bioscience , indican que el oxalato dietético desempeña un papel importante en las concentraciones urinarias de oxalato. Una ingesta elevada de oxalato aumenta la sobresaturación urinaria de oxalato de calcio, lo que incrementa la probabilidad de formación de cálculos en personas susceptibles.
Alternativas: Beba batidos con cantidades moderadas de verduras, incorpore una variedad de alimentos bajos en oxalato y limite los azúcares agregados para ayudar a reducir el estrés renal.
Los problemas renales suelen desarrollarse de forma silenciosa, influenciados por hábitos de consumo diario de alcohol que muchas personas desconocen. Elegir bebidas saludables y controlar el azúcar, la cafeína y el oxalato ayudará a reducir la presión sobre los riñones, favorecer el proceso de filtración, equilibrar los minerales y mantener la salud general.
Nota: Este artículo es solo informativo y no sustituye el consejo médico . Se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de realizar cualquier cambio en la dieta o el estilo de vida.
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Fuente: https://suckhoedoisong.vn/4-loai-do-uong-am-tham-gay-hai-than-va-lua-chon-thay-the-an-toan-169251201163227588.htm






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